Aislar a la UCV de la violencia

Domingo, 13/10/2024 02:50 AM

Pude ver en un noticiero de Televisión, la portada, de un Diario de nuestro país "Ultimas Noticias", que en la parte superior izquierda tenía el recuadro de un titular que decía:

"Aislar la UCV de la violencia, plantea Director del Clínico".

Me llamó la atención esta afirmación, porque en varios artículos que escribí criticando a la gestión anterior de las autoridades universitarias, uno de los temas que rechacé fue precisamente el enclaustramiento que por aproximadamente diez años vivió esa institución, producto de la actitud aislacionista de las autoridades, a la sazón, que mantuvieron a la UCV al margen del país.

Y este aislamiento y enclaustramiento al que me refiero tuvo sus consecuencias: amparar la corrupción que se tejía a lo interno, la mala conducción en los niveles académicos y de todo orden y el deterioro físico de la Ciudad Universitaria, legado del Dr. Carlos Raúl Villanueva, que incluso, fue la primera institución Latinoamericana declarada por la UNESCO COMO PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD.

El enclaustramiento en cuestión. al que me refiero, bajo el supuesto, de hacerle oposición al gobierno bolivariano, trajo también como consecuencia, que la falta de diálogo (Gobierno- Autoridades Ucevistas-Gremios), llevaran a la depauperización del salario de todos los funcionarios de la institución, porque, basados en esa presunta postura opositora, no se conversaba en procura de mejorar las condiciones laborales de todos los trabajadores.

Creo, que plantear a estas alturas, mantener a la UCV, aislada, es un grave error, porque esto ni físicamente puede realizarse. Ergo, la UCV, está integrada a lo que el Dr. Villanueva y su equipo concibieron como "Ciudad Universitaria". En esa hermosa concepción, la universidad tiene en su seno al "Hospital Universitario de Caracas", conocido popularmente como "Clínico", todas sus arterias vitales conducen a ese Centro, que hasta donde yo sepa, tiene una cobertura nacional. Me pregunto ¿Se impedirá que los vehículos transiten en ese sentido, para que los pacientes entonces no puedan ingresar?

Aislar la UCV, sería separarla también del los Estadios Olímpico y de Beisbol, cuyas estructuras están adscritas a la Ciudad Universitaria y allí, también, se presentan situaciones de violencia, porque la vigilancia y cuido son deficientes. Basta acudir a esas instalaciones para darse cuenta de lo que afirmo.

Por el contrario, la UCV, hay que expandirla, abrirla al público. Cuando ingresé a la universidad, tenía cuatro Puertas de Entrada: Plaza Venezuela " Tamanaco", Tres Gracias, La del Clínico, propiamente y una que daba acceso "Minerva", que comunicaba con las "Acacias Avenida Victoria" y los Ilustres, entrada natural a las Escuelas de Administración y Educación, que están por ese sector. Luego le fueron clausuradas dos de ellas (Tres Gracias-Los Rosales), no dándosele explicación a la comunidad, el motivo de su cierre.

El argumento al parecer, es evitar la violencia interna. Pero yo me pregunto ¿Cómo se puede aislar a la Máxima Institución Educativa de un país, de su propio contexto, es decir de su propio país?

No sería mejor plantear como integrar a la UCV, para que sus dependencias internas, sus investigadores, formularan propuestas para intentar paliar el tema de la violencia interna y en la sociedad en general. Allí hay Escuelas y Facultades que podrían liderizar esta iniciativa, como, Sociología de Faces, Trabajo Social de esa misma Facultad, Derecho y Ciencias Políticas de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas, la Escuela de Periodismo de la Facultad de Humanidades, para mencionar sólo algunas.

Pero para eso nuestra UCV, necesita la cooperación externa, realizar un diálogo sincero con las autoridades nacionales, integrarse al país.

A lo interno, la situación en sumamente grave: La vigilancia prácticamente no existe. Los cubículos de los docentes han sido asaltados y saqueados con la consecuencia de la pérdida de material muy valioso que duró años formarse para archivos de docentes e investigadores.

En la UCV, no se sabe quién es quién. Los vigilantes no están uniformados y muchas veces ni siquiera permanecen en las "garitas", ubicadas en las entradas por donde se transita todo el que necesita ingresar allí. Recientemente, y así fue informado, fueron asaltadas dos jóvenes en su propia aula de clase, en la Escuela de Bibliotecología de la Facultad de Humanidades y esto es frecuente, pero en la mayoría de los casos, la prensa nacional no informa, porque forma parte de la rutina.

La UCV, se ha convertido en una especie de territorio de nadie, la droga campea, los vehículos se estacionan hasta en los jardines recién recuperados, buscando el mejor sitio, para que el propietario tenga a su alcance el carro, porque si lo aleja mucho, lo roban o desvalijan. Nadie se siente seguro hoy, en la Ciudad Universitaria y es muy probable que con el inicio de la temporada de Beisbol Profesional esto se agudice, porque el recinto es utilizado como estacionamiento para aficionados.

A partir de la una de la tarde, la soledad es la nota fundamental de la Ciudad Universitaria, se podría contar con los dedos de una sola mano, si hay alguna aula de clase en funcionamiento, un gran desperdicio, porque, hasta donde yo sé, hay cientos de estudiantes que desean ingresar a la UCV, pero no hay aulas que los reciban, ni profesores, ya, que puedan encargarse de las tareas docentes.

Y así como están las aulas recordando la Canción de Rolando La Serie "Hola Soledad", están también muchas de las Escuelas y Dependencias, donde los trabajadores van sólo dos días, porque no pueden pagar el pasaje diario y los profesores en sus cubículos no tienen ni sillas para poder sentarse. En mi propia Escuela, por ejemplo, Periodismo, en Pleno Siglo XXI, no hay teléfonos Cantv, no hay Internet, no hay sillas para el escritorio donde se imparte docencia, menos tizas ni borradores, y la última vez que fui a clases, los baños no se podían utilizar, porque no había agua ¡Acabazón de Mundo, me dijo un alumno!

Pudiera, continuar dando ejemplos, de la caótica situación de la UCV, que aparece según informaciones de prensa de Número 34, en el ranking, entre las universidades de Latinoamérica, a lo interno, pero, como dice el refrán, para buen entendedor, pocas palabras.

Esta reflexión va dirigida no sólo a las actuales autoridades de la UCV, sino, al gobierno nacional, al Ministerio de Educación Superior. Se hace necesario sincerar las relaciones Gobierno- Universidades, no puede concebirse que en un país, unas anden por un lado y otras, por otro lado. Universidad e instituciones educativas en general deben marchar al unísono, en función del país, de su futuro. La Cooperación y las relaciones inter-institucionales son indispensables. El cuido y mantenimiento de sus colosales construcciones requieren un esfuerzo mutuo UCV-gobierno nacional. Hoy por ejemplo en su mantenimiento y limpieza pueden observarse cuadrillas de trabajadores que creo son pagadas por el Estado.

El País lo reclama y yo, en particular lo exijo, un diálogo UCV-gobierno nacional para enfrentar en forma global todos los problemas que nos presenta nuestra máxima casa de estudios y otras universidades del pais.

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