Emular en Venezuela el canje de alimentos por petróleo. ¿Una apuesta jugada a lo iraquí?

Viernes, 06/12/2019 02:09 PM

La situación venezolana actual ha hecho vislumbrar distintas opciones, que por sus particularidades y distancias reconducen la discusión política del día a día. Una de estas proposiciones que algunos sectores osan colocar como una vía optativa para ejecutar, es el Programa de Canje de Petróleo por Alimentos, una apuesta jugada que rememora la historia del Irak de Saddam Hussein.

Pero veamos el por qué copiamos la ejecución de un Programa, que tras momentos difíciles en la nación iraquí buscaba con apoyo de organismos internacionales al más alto nivel, desarrollar un sistema distinto para la obtención de insumos vitales para cualquier país. Y que aún cuando tuvo un apoyo importante, las desviaciones y el escándalo que lo rodearon son señales de lo evitable, repudiable, condenable y reprochable.

Durante 1996 y 2003 en Irak se puso en práctica el mentado Programa de Canje de Petróleo por Alimentos, un mecanismo que en un primer momento contó con el rechazo del gobierno de Irak encabezado por Saddam Hussein, pero que luego fue apoyado por el mismo. La Organización de Naciones Unidas (ONU), prestaría su absoluta colaboración en el programa con el propósito de satisfacer la demanda de alimentos y medicinas para el pueblo iraquí.

El factor que estimulaba a las Naciones Unidas era la crítica situación de Irak bajo el gobierno de Saddam Hussein, un régimen fuerte que tras la Guerra del Golfo había recibido innumerables sanciones a nivel internacional, medidas de carácter personal, financiero y petrolero.

Venezuela aún en una situación que tiene marcadas diferencias de la realidad iraquí de ese momento, es igual un país con recursos petroleros, que enfrenta una baja considerable de su producción digna de poner a colación. Para que sea indicativo a tener en cuenta, en el país suramericano que persigue sostener el citado programa de origen iraquí.

En el caso de Irak el manejo financiero del proyecto, con sus cuentas para el Programa de Canje de Petróleo por Alimentos se concentraría en intentar impedir con resultados infructuosos que el gobierno iraquí tuviera acceso a las mismas, como una forma según ellos de asegurar la máxima transparencia.

El Programa de Canje por Alimentos con resultados para la discusión, culminó en 2003 con la explosión de la guerra en la nación gobernada por Saddam Hussein, con propósitos ya conocidos mundialmente.

Esto no bastaría para que en 2004 el Diario Liberal iraquí al-Mada difundiera lo que se convertiría en un escándalo de corrupción con sobornos y negociaciones oscuras. 270 vales comercializados por debajo del mercado eran la guinda de un entramado que avisaba con dejar atónita a la comunidad internacional.

270 funcionarios de 46 países, además de activistas, políticos y otras figuras adornaban el ambiente de un programa surgido con ideales positivos, pero corrompidos por fuerzas de la corrupción según arrojaría la investigación de una Comisión del Congreso de los Estados Unidos. 17.300 millones de dólares, donde 13.600 despilfarrados en un mecanismo de venta ilegal de petróleo y 4.400 millones de dólares desviados en el soborno por parte de funcionarios corruptos serian raíz de un escándalo de proporciones inmensas.

El informe Volcker, un trabajo del economista Paul Volcker con la ayuda de Mark Pieth señala a la mitad de 4.500 compañías sospechosas de dudosos manejos en el Programa de Canje por Alimentos iraquí, donde hasta altas figuras de organismos internacionales fueron cuestionados.

Tanto ha sido el cuestionamiento del Programa de Canje, que la delimitación entre el eficiente manejo de los recursos para alimentos es crucial en una apuesta tan complicada. Una medida que con antecedentes ya observados es efectivamente interesante para abrir nuevos caminos.

FUerza…

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