Rafael Ramírez y Su Corresponsabilidad en el Caos de PDVSA

Viernes, 14/02/2020 01:49 PM

En su reciente artículo Rafael Ramírez asegura que el desafortunado panorama que atraviesa [https://www.costadelsolfm.org/2020/02/11/rafael-ramirez-maduro-te-explico-lo-que-pasa-en-pdvsa/] hoy PDVSA, inicia a partir de 2014. En su planteamiento presenta argumentos que realmente no soportan una auditoria. Oculta y deforma la realidad, cuando en efecto su corresponsabilidad no solo está hoy más vigente que nunca, sino que además pareciera no haberse aun llegado al fondo de sus consecuencias. En el presente artículo, nos proponemos a desnudar con cifras oficiales la realidad de la gestión de Ramírez y sus consecuencias sobre el estado actual de la industria petrolera Venezolana.

QUÉ RECIBIÓ RAFAEL:

Al posicionarse al frente de la industria, Ramírez era prácticamente un ingeniero raso. Su trabajo anterior era una especie de diseñador de partes de infraestructura, confinado a un pequeño departamento en Intevep. Su antigua relación en la ULA con factores afectos a la revolución y particularmente allegados al ex presidente Chávez, lo proyectaron a Enagas, de allí al MENPET y finalmente a PDVSA. No había pasado por producción, subsuelo, perforación, refinación, ni mercadeo; no tenia idea de mercados y por ende no estaba realmente capacitado ni preparado para propiciar cambios, ni impacto alguno a partir de su llegada en 11’2004 dado que no poseía la profundidad estratégica para la toma de decisiones.

Una de las características operativas y funcionales de toda industria petrolera, es que generalmente existe un desfase entre la implementación de la acción o estrategia y el resultado tangible y mensurable de esta. A menudo puede tomar todo o más de un ejercicio fiscal para reflejarse el resultado de una acción. Ese es exactamente el caso de Rafael Ramírez desde su ingreso en Noviembre 2004 hasta su salida a finales de Agosto 2014, como veremos en lo adelante.

Para el momento del ascenso al poder de Ramírez había mucho dinero entrando a las arcas de la nación a través de PDVSA. Un barril (OPEP) que había escalado de $36.1 en 2004 @ $110 en 2012; un 300% al alza. Una elevada producción nación entregada por sus predecesores que superaba al cierre de 2005 los 3.274.000 B/D de petróleo y 7.100 millones de pie cúbicos por día (MMPCD) de gas y una deuda financiera de <$2.300 millones.

En el caso de PDVSA GAS Anaco marcamos dos récords de producción consecutivos en el entorno de 2006, con una producción superior a 1.690 MMPCD de gas y sobre 40.000 B/D de crudo. En el caso de crudo esa nueva PDVSA logró remontar producción rápidamente desde una diaria instantánea de alrededor de 180.000 B/D en 2003, hasta 3.148.000 B/D en 2004 y cuya inercia y empuje que traía de nuestra gestión, la lleva finalmente a un pico máximo en la nueva PDVSA de 3.274.000 B/D en 2005.

En esencia, la nueva PDVSA superó con creces la vieja "mitocracia", cuyo cuestionable pico de producción de 1998 con 3.449.000 B/D, no fue capaz de sostener por más de un año, precipitándose a 3.127.000 B/D en 1999.

Es decir, Ramírez recibió en sus manos, una PDVSA con mucho dinero, prácticamente sin deuda, con brillo, pujante, lucida y sobretodo efectiva y eficiente. Disfrutó de haber recibido una empresa que venia mostrando una fantástica y acelerada recuperación de la mano de Ali Araque y de los hoy caídos Félix Rodríguez y Nelson Martínez. Disfrutó de una gerencia preparada y decidida, y de la cual nos enorgullece haber formado parte.

QUÉ ENTREGÓ RAFAEL:

Ramírez llega cambiando los cuadros directivos y gerenciales. Sus enfrentamientos con Nelson Martínez fueron bien conocidos. Lo desplaza de la directiva y PDVSA GAS hasta llevarlo a "flotaven" por un largo periodo. La intermediación de amigos comunes lleva a Nelson a PDVSA America, desde donde comienza a tejer relaciones que luego lo llevarían a Citgo.

Ramírez lleva a L. Vierma y E. Del Pino a la directiva, donde juntos tejen el parapeto Siembra Petrolera para justificar erogaciones de capital faraónicas en Costa Afuera y la Faja del Orinoco, que desembocaron en la más cruenta corrupción y perdida de recursos jamás visto en PDVSA, tejiendo a partir de allí la destrucción hoy conocida de la industria.

Entre el ejercicio 2005 y el cierre de 2014 ingresaron a PDVSA unos $1.068.542 millones ($1.07 trillones) y aun así, la deuda financiera a la salida de Ramírez ascendió a $46.200 millones desde $2.300 millones en 2005-2006. En su administración, entre 2011 y 2014 los ingresos financieros producto de intermediación y especulación cambiaria se hicieron visibles, al pasar de $765 millones en 2011 a $20.343 millones en 2014.

Hoy según "La Tabla", Rafael Ramírez junto a Asdrúbal Chávez y otros 3 ex directivos son señalados de estar involucrados en una presunta estafa a la nación junto a una empresa mampara llamada "Atlantic 17107" con base en Miami [https://twitter.com/latablablog/status/1227382000610422788?s=21], precisamente por estos susodichos "artificios financieros".

Aun con ese dineral y con ese poder absoluto otorgado por el ex presidente Chávez, la realidad es que la producción durante su gestión cae desde 3.274.000 en 2005 a 2.899.000 B/D al cierre de 2014, representando una perdida neta de 375.000 B/D.

Ramírez expresa recientemente que [https://www.costadelsolfm.org/2020/02/11/rafael-ramirez-maduro-te-explico-lo-que-pasa-en-pdvsa/]; "Hoy día nuestra empresa nacional está desmantelada en sus capacidades funcionales. No opera y no funciona como una empresa capaz de producir petróleo, ni procesarlo o refinarlo, así como no es capaz de exportarlo…. un estruendoso fracaso del gobierno de maduro y sus 7 sucesivas Juntas Directivas que, a partir de agosto de 2014…".

Parece olvidar que la debacle de Amuay fue en 2012 y que no solo removió en un instante cerca del 40% de la capacidad instalada en ciertos procesos medulares aguas abajo, sino que propició de un día a otro que se cuadruplicara (>400%) la necesidad de importación de crudo y refinados, imponiendo una gruesa carga de gastos.

Pero la desgracia hacia donde llevaría a PDVSA no pararía allí, ya que a lo anterior se sumaria la creciente necesidad de compra de crudo y nafta diluente promovida por el deterioro de la producción proveniente de los campos tradicionales, a partir de la implementación del nefasto plan siembra petrolera en 2006-2007, cuyo efecto tanto en la producción, como en la capacidad de exportación y costos de producción fue y ha sido irrebatiblemente destructivo.

Bajo la gestión de Ramírez la producción de manera inmediata comenzó a perder piso. Con su llegada y el ingreso de L. Vierma y E. Del Pino a la directiva, se propiciaron cambios en las gerencias funcionales que de manera casi paralela tuvieron su efecto en la producción, eficiencia, perfil de exportación y costos del barril. Es así como el costo de producir un barril pasó de $3.77 en 2004 a $11.04 en 2014 y luego $18.05 en 2015, poniendo a PDVSA en franca desventaja frente a sus competidores y reduciendo el espectro de opciones de mercado.

La producción de PDVSA GAS Anaco, que había sido recipiente de dos récords consecutivos de producción en el entorno de 2006 pasó durante la gestión de Rafael Ramírez de 1.690 millones de pie cúbicos día (MMPCD) en 2006 a 755 MMPCD al cierre de 2014, representando una perdida superior a 935 MMPCD; es decir del 55%, mientra la eficiencia operacional pasaba de más de 94% en 2004-2006 a menos del 35% entre 2006 y 2014.

Ramírez habla de caídas en las exportaciones, pero pierde de vista que apenas a su llegada estas pasaron desde un nivel superior a 2.116.000 B/D hasta 1.897.000 B/D a su salida en 2014. Pero la historia no termina allí., ya que a raíz del cambio de orientación estratégica contenido en el infortunado plan siembra petrolera, no tardaría mucho la industria en acusar un daño aun más severo.

Es así como a medida que aumentaba la producción de crudos pesado/extra-pesado (X/Xp) proveniente de la FPO a partir de 2007, cedía de manera consistente la producción de los activos tradicionales de condensado, liviano, mediano (C/L/M). Esa directiva encabezada por R. Ramírez, L.Vierma y E. Del Pino dejó de producir un barril necesario para los procesos aguas abajo, un barril de mayor valor de realización y menor costo de producción, aun contando con reservas remanentes en exceso a 22.600 millones de barriles; para producir un crudo de menor valor de mercado, mayor costo de producción y más contaminante.

Entre 2005 y 2014 la producción en Occidente se abatió desde 1.275.000 B/D @ 750.000 B/D, mientras que la de Oriente se precipitó desde 1.631.000 @ 903.000 B/D, representando una caída conjunta de 1.253.000 B/D no de cualquier crudo, sino de crudo Premium de excelente calidad.

Mientras ello sucedía, la producción de la FPO pasaba de un volumen de 633.000 B/D en 2005 a 1.246.000 B/D en 2014, enmascarando y ocultando la verdadera debacle que la gestión de Ramírez, Vierma y Del Pino ocasionaban puertas adentro en la producción de las áreas tradicionales. Aun así, con su cara lavada expresa en su articulo que: "Las áreas tradicionales de PDVSA han sido abandonadas, desmanteladas…"

Ramírez habla de "caos y abandono en las operaciones en el Lago de Maracaibo y en la Costa Oriental. Habla de falta de equipos, lanchas, remolcadores, plataformas; del abandono de plataformas…" Habla del descuido de las operaciones y prestadores de servicio, cuando fue el mismo quien en 2008-2009, promovió la expropiación de esas mismas empresas de servicio hoy inservibles y a todas luces necesarias.

Nosotros hemos sido promotores del urgente desarrollo de las reservas de la FPO y Costa afuera, pero no a costa del abandono de nuestras áreas tradicionales. Lo que se debió haber hecho en aquel momento era negociar en base a actividad y capital propio del socio, sin sacrificar recursos medulares más productivos y más rentables para la industria en otros activos de mayor jerarquización. Hoy en cambio, como resultado de toda esa catástrofe iniciada en 2005-2006 el país y la industria pagan las consecuencias. Ramírez cabalgó sobre un momento histórico único, pero que a todas luces le quedó grande. Sumergió la industria en inversiones no productivas, dando la impresión de solidez, mientras el tamaño del pasivo aumentaba. Es decir, mientras en realidad PDVSA perdía valor, producción y mercados. Tan solo en Costa Afuera se dilapidaron entre corrupción e inversión fallida más de $15,000 millones, mientras que en la Faja del Orinoco una cifra aun muy superior aunque imposible de precisar.

Bajo la administración de Ramírez, la generación por fuerza hombre cayó desde 81.7 B/D por empleado en 2004, a 19.1 B/D por empleado en 2014, mientras que el retorno que cada dólar invertido generaba en barriles efectivos se precipitaba desde 50.9 B/D por cada millón de dólares invertidos en 2004 a 13.3 B/D por MM$ invertidos en 2014.

Ramírez sumergió la industria en corrupción, manipulación de cifras y todo tipo de tráfico de influencias. Hoy intenta lavarse la cara escondido en la corta memoria del Venezolano común. Lo invitamos a desmentir estas cifras que mostramos y de las cuales guardamos registros oficiales. Lo invitamos a un debate abierto; a discutir sobre el camino que tomó la industria luego de 2005 y contraponer su visión de la PDVSA de hoy, sobre la PDVSA del futuro. Te invito Rafael!

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