PDVSA: Una Inocua Comisión Presidencial

Viernes, 28/02/2020 02:29 PM

La actuación de la comisión presidencial ha dejado entrever en más de una semana desde su instalación, que nada nuevo tiene que ofrecer y que en definitiva, no propiciará o impulsará cambio alguno que redunde en beneficio para la industria petrolera Venezolana.

¿Hacia falta nombrar una comisión presidencial, para barajar y cambiar unos cuantos puestos, o para decirle a una nutrida audiencia de empleados, a todas luces necesitados de mejores condiciones de trabajo, que ahora si serán tomados en cuenta y que serán parte de una cogestión, que dicho sea paso, no es nada nueva, sino más de lo mismo?

Sino pues, pregúntenle a Eulogio Del Pino y sus mesas de trabajo con motor de hidrocarburos y todo. Las mismas que durante 2015, 2016 y 2017 no dejaron nada a su paso, más que pérdida de tiempo, recursos y dinero. Aquel parapeto de Eulogio que a la postre demostró ser inservible, a pesar que según sus propias palabras se involucró a 95.000 empleados de la base trabajadora (> 90% de su nomina), para amalgamar el supuesto plan estratégico de la empresa.

Una acción por cierto más que irracional, descabellada cuyo propósito demagógico estaba claro, ya que se trata de una empresa medular, delicada [http://www.presidencia.gob.ve/Site/Web/Principal/paginas/classMostrarEvento3.php?id_evento=22] y particularmente de alto perfil tecnológico, y por ende, semejante acción resultaba contraproducente y dañina. Según el mismo Eulogio, surgieron 10.000 propuestas; a la postre, inservibles: ¿Qué tendrán ahora de distinto las propuestas de los mismísimos trabajadores que hoy arengan desde la ya inocua comisión presidencial?

¿Dónde quedaron los superpoderes otorgados por Nicolás Maduro a Manuel Quevedo en Abril de 2018 [http://www.petroguia.com/pet/noticias/petr%C3%B3leo/maduro-otorga-pleno-poder-de-adjudicaci%C3%B3n-directa-quevedo-para-frenar-ca%C3%ADda-en] que de nada sirvieron?

¿Es que acaso esos superpoderes no fueron suficientes, para cambiar de puesto a cuatro personas, o para llamar a reunión a algunos trabajadores ávidos de mejoras salariales?

MISMAS CARAS MISMO PROBLEMA:

Pero extrañamente no parecen ser solo las sanciones, sino el nivel de entropía interna lo que mayormente ha estado causando ruido al gobierno. El desgano de una gigantesca e improductiva base laboral que se siente abandonada, desmoralizada y que definitivamente no se identifica con su responsabilidad es más que preocupante, una amenaza para el gobierno.

Pero el gobierno no atina a entender que ello es un problema de falta liderazgo, de destrucción de beneficios, de la anarquía que reina en todos sus procesos y estructura organizacional. En resumen, de una pésima directiva, de la irracional superpoblacion, de la ausencia de tecnología, de la ineficiencia, de gastos excesivos que han terminado por arrinconar a nuestra industria, poniéndola de frente con su única opción: vender segmentos de su cadena de valor, ceder cada vez más espacio a intereses extranjeros.

Parece ser que el monstruo neoliberal finalmente terminará por demostrarles que los errores, se cobran caro. La lección demostrada por los resultados de la desastrosa gestión Quevedo es inequívoca; nadie que no conozca el trabajo de una industria petrolera a fondo y desde adentro, puede, aun con superpoderes, propiciar cambio alguno que redunde en su beneficio. Pues, ese mismo error acaba de repetirse en la figura de la comisión presidencial.

Desafortunadamente para el país, el gobierno de Maduro no ha capitalizado la lección, o no es de su interés rescatar nuestra industria tal y como la conocemos, sino más bien, reducir en el plazo inmediato su vulnerabilidad y exposición política, mientras en el corto plazo, se preparan para su negociación en segmentos; es decir, para privatizarla por partes.

Ya basta de engañar y correr la arruga; están destruyendo lo poco que queda en pie de PDVSA, y esa industria no es del gobierno, es de Todos los Venezolanos de hoy y particularmente, de los Venezolanos del mañana. Hay que actuar, hay que detener su desaparición. La revolución de la mano de Maduro ha fallado y eso es inocultable. A su gobierno se lo tragó la incompetencia, la corrupción y la indolencia hacia la propia Venezuela. Las sanciones no es que sean poca cosa, pero si Venezuela y PDVSA hubiesen estado fortalecidas en Junio’2014, jamás nadie hubiese intentado arrinconarla con la manipulación del mercado y menos con sanciones. Lo hacen porque ven un sistema político, social y productivo debilitado, incompetente, corrupto e indolente. Esa es la realidad.

La lección que deben aprender es: no vivir de la renta, sino de la rentabilidad.

A pesar que algunos entre los recién nombrados en esa comisión no posee ninguna experiencia en industria petrolera alguna, en general, las caras que están o estarán al frente de PDVSA en su mayoría no son nuevas. Son caras conocidas y cuyas acciones previas desde posiciones de bastante poder, nada bueno ni sostenible han abonado. Por el contrario sus gestiones son y han sido cuestionables y deficientes.

Uno de ellos fue eyectado por el desaparecido Nelson Martínez de un importante cargo en PDVSA Occidente en Q3’2017, por presuntamente estar involucrado en manejos oscuros, mientras que otros aparecen involucrados en hechos de corrupción, tal y como se refleja en el blog La Tabla (@latablablog), según el cual, Rafael Ramírez junto a Asdrúbal Chávez y otros 3 ex directivos son señalados de estar involucrados en una presunta estafa a la nación junto a una empresa mampara llamada "Atlantic 17107" con base en Miami [https://twitter.com/latablablog/status/1227382000610422788?s=21], con precisamente los susodichos "artificios financieros", producto de intermediación y especulación cambiaria. Estos se hicieron visibles al pasar de $765 millones en 2011 a $20.343 millones en 2014.

Dado los precedentes fallidos demostrables por la huella de las gestiones previas de esos que dicen tener experiencia, aun en tiempos cuando PDVSA estaba en sus mejores momentos, estar al frente de esa misma industria hoy cuando atraviesa su peor momento, con una empresa atizada por una coyuntura particularmente crítica de severa limitación de dinero y estrechez de opciones operativas y comerciales, no augura nada bueno. La expectativa no es halagadora en esa gestión que está por nacer. Con más razón aquellos que no poseen conocimiento, ni experiencia alguna.

QUE ESPERAR:

La producción y nivel de exportación reportados por PDVSA ha venido incrementándose, de forma tímida aunque sostenida desde Septiembre’2019, como consecuencia de la evacuación de inventarios acumulados desde entonces. Como dijimos en articulo de Diciembre’2019, dicho remanente continuaría hasta fines de Febrero’2020 [http://www.2001.com.ve/en-la-agenda/220237/vaticinan-dificil-subir-el-bombeo-de-petroleo.html]. Sin embargo y de continuar como van, a partir de mediados del mes de Marzo, los inventarios podrían amenazar nuevamente la capacidad de recibir producción desde el campo, ya que a partir de inicios de mes, han estado en modo de acumulación aproximándose a los 36.5 MMBbls, mientras la producción en general ha continuado su cauce del mes previo. Mientras tanto, las exportaciones no crecerán durante Febrero y comenzarán a mostrar cierta ralentización en comparación con meses previos, dada la desaceleración observada durante la última semana del mes.

De corroborarse lo anterior, la producción al cierre de Marzo comenzará a ceder, pudiendo llegar para el mes de Abril a los niveles del mes de Septiembre’2019, entre los 750 y 650 MBD. Lo anterior, acoplado al severo desplome del barril (WTI) de vuelta a precios de inicios de 2019, asegura un escenario catastrófico en las finanzas de PDVSA, que bien podría sostenerse hasta mediados de Q2’2020.

Sin embargo, a partir de entonces podría repuntar fuertemente, debido al efecto de rebote de los mercados, la llegada de la temporada de verano en el hemisferio norte y la contracción esperada de la oferta, ante el cierre de activos que no jerarquizan dada la debilidad estructural del barril. Ya Vaca Muerta en Argentina está tirando la toalla, los nuevos desarrollos Costa Afuera serán detenidos y la costosa producción colombiana será difícil de sostener.

Nada como una PDVSA bien llevada con costos como los de 2004 de $3.77 por barril. Pero hoy esa industria esta muy lejos de serlo y nadie quiere entenderlo. Al barril actual (WTI <$45.7 @ 2/28/2020) 2/3 de todos los activos de lutitas de los Estados Unidos son de marginal a antieconómico, mientras que ¾ de los activos Costa Afuera en aguas profundas > 2.000 metros; incluidos Guyana y Brasil, arrojan pérdidas. Venezuela ha sido bendita con recursos, aunque no tanto en la vocación de servicio de sus ciudadanos.

Seguramente y en el ínterin, el gobierno apelará como lo hizo en Q1’2019, a las riquezas del Arco Minero para balancear caja. Dada la atizada atmosfera del entorno financiero y la geopolítica global, ello no resultará ser una mala idea, ya que la revalorización esperada en los metales preciosos y particularmente del oro es evidente desde hace cierto tiempo y más ahora con la inestabilidad y volatilidad de la cosa geopolítica global.

De Venezuela haber contado con una sociedad unida, nacionalista y orgullosa de su país, ya fuese potencia, ya que además de todos los recursos pesqueros, potencial agrícola, energías renovables, metales y minerales de toda índole desde preciosos a estratégicos, cuenta con recursos que como el petróleo y el oro se apalancan entre si en épocas de elevada volatilidad e inestabilidad global.

Desafortunadamente la depredación política, la degradación social y la escasa vocación de servir a la patria son atroces y nadie quiere entenderlo.

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