PDVSA: Expectativas sobre el Problema de la Gasolina

Jueves, 21/05/2020 02:55 PM

Desde el nombramiento de la comisión presidencial de PDVSA y acto seguido, posicionamiento de la nueva directiva de la industria, se han dejado saber planes de recuperación de al menos dos complejos refinadores; El Palito y CRP-Cardón. Hasta el momento, ninguno de los dos ha sido exitoso. Dichos trabajos le han venido costando el país alrededor de $1.000 millones, excluyendo costos de importaciones necesarias para apaciguar la sed de mercado local, el cual se ha visto expuesto a una sequía de gasolinas sin precedentes en la historia contemporánea Venezolana.

Como gesto de solidaridad, Irán envía el equivalente a 1.490.000 Bbls de gasolinas, que en teoría podrían satisfacer un mercado interno que consume alrededor de 93.000 BPD por un lapso de entre 17 y 21 días como máximo, suponiendo que no se hagan reenvíos a Cuba, ni se alimente el contrabando de extracción hacia Colombia, el Caribe o Guyana. Y decimos como gesto de solidaridad porque sencillamente dicho país no produce hoy suficientes refinados para satisfacer su propio mercado interno; nos referimos a Irán, constituyéndose dicha acción en un simple "paño de agua caliente".

LA IMPORTACION DE GASOLINA:

Recientemente con el caso de los envíos de gasolina proveniente de Irán con destino Venezuela, se ha venido arreciando desde las filas de la oposición el intento por distorsionar las verdaderas razones por las cuales surge la escasez de gasolinas.

Poniendo las cosas en la perspectiva que reflejan las propias cifras oficiales, la importación de gasolinas y refinados ha sido una constante desde que existe la industria petrolera nacional Venezolana, así como también lo es en esencia en toda industria petrolera integrada, ya que no necesariamente se produce toda la suite de crudos en un activo y ya que todo proceso requiere de paradas programadas; que todo proceso requiere de mantenimiento, ameritando el relevo de su producto por la vía de la importación o del inventario.

Antes del sabotaje petrolero de 2002 PDVSA importaba normalmente mayor volumen de refinados que hasta incluso llegado el 2011. La "mitocracia" azul importaba regularmente entre 10.000 y 15.000 BPD de crudos y similar volumen de gasolinas/refinados. Dicho volumen, luego del repunte ocasionado durante el sabotaje petrolero, pasó prácticamente a cero durante el periodo 2003-2011 con la PDVSA roja.

Desafortunadamente una vez ocurrido el accidente de Amuay en 2012, se catapulta la importación de gasolinas a niveles sin precedentes de hasta 94.000 BPD hacia el cierre de dicho año, para luego sostener un nivel promedio de alrededor de 25.000 @ 30.000 BPD hasta incluso los dos primeros meses de 2019. Luego de 2012 y hasta 2015-2016, PDVSA dedicaba en promedio unos 700.000 BPD de crudo para ser intercambiado por refinados. El bloqueo de este último fue y ha sido un objetivo claro de las sanciones para incentivar la escasez y la descomposición social en nuestro país.

Desde Julio 2019, la importación de gasolinas sufre un aumento sin precedentes hacia 195.000 BPD, motivado particularmente por las sanciones apoyadas por el clan de Juan Guaidó, que impidieron desde entonces la importación de aditivos, equipos y componentes vitales para la producción de la fracción domestica de gasolinas. A partir de entonces una Venezuela prácticamente sin recursos se vio obligada a importar refinados desde distintas provincias; Grecia, Rusia, Turquía, Nigeria y Emiratos, valiéndose mayormente del trueque de productos (barter), bajo condiciones sumamente desventajosas.

No se pretende restar responsabilidad a las directivas que desde 2012 en lo adelante, no han sabido mantener, ni reponer el daño causado a nuestra infraestructura aguas abajo. Ciertamente a partir de 2015 con las sanciones el acceso a dinero y demás bienes y servicios necesarios para solventar las necesidades ha sido cada vez más complejo, aunque claramente ello no debió haber sido del todo excusa, ya que seria negar la ejecución de los intentos que hoy se están ejecutando en el CRP y El Palito en condiciones aun más severas. Intentos que a nuestro juicio resultan hoy no solo tardíos sino insuficientes, ameritando de acciones complementarias para asegurar el éxito y liberar al país de esa pesada carga.

Esas acciones debieron haberse ejecutado desde 2012, pero tanto la dejadez como la impericia de esas directiva impuestas por N. Maduro han sido irónicamente a todas luces contraproducentes para el mismo, han sido las que han arrinconado hoy a ese mismo gobierno y han sido las que han servido a la oposición como la propia arma política.

Esas acciones hoy emprendidas por la administración de actual de PDVSA no son de corto plazo y no aseguran el logro del objetivo. Son operaciones costosas y riesgosas; particularmente durante el arranque. Son operaciones que van a seguir requiriendo de aditivos y bienes importados; operaciones que van a seguir alimentando el contrabando y la corrupción. Es decir, los riesgos son muchos.

La solución a todo ello no es lineal; es conjunta, es estructural. Es por ello que debe aprovecharse esa coyuntura para dar un vuelco filosófico total al asunto de gasolina en Venezuela. Es por ello que propusimos el caso del apalancamiento del gas iniciando en los estados fronterizos [https://www.aporrea.org/energia/a289541.html] y que serviría al propósito específico de sincerar precios, aliviar presión a la importación, liberar excedentes para exportación, acabar con el contrabando de extracción y la corrupción en dicha área.

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