Aunque ya podemos celebrar, como ya ocurrió, el rompimiento del bloqueo y del cerco impuesto por EE UU a nuestro país por parte de la República Islámica de Irán con la llegada del primero de los cinco buques cargados de combustible, debemos mantenernos alertas y saber que el imperio mantendrá sus hostilidades y apenas las circunstancias lo permitan arremeterá de nuevo.
La semana pasada fue tensa y se inició con la intempestiva medida de cierre de operaciones comerciales de la Compañía AT&T, dejando sin señal de t.v a un 40% de la población venezolana. Ya veníamos de días de padecer la falta de agua por "afectaciones" del sistema de bombeo que surte agua a la capital.
No podemos dejar por fuera el "alza indiscriminada" de los precios de las mercancías que afecta especialmente a un grueso de la población que percibe salarios que no cubren lo mínimo para la subsistencia, todo enmarcado en la lógica de una "economía dolarizada" que ha impuesto el mercado y que golpea especialmente a quienes no perciben dicha moneda.
A pesar de los monumentales esfuerzos que hace el Estado para cubrir regularmente, por vía de la entrega de alimentos subsidiados a través de los CLAP, muchas de las necesidades del pueblo quedan sin cubrirse, mencionemos sólo los casos de rubros de medicina y productos de higiene y limpieza.
El imperio continuará su política de hostilidades contra nuestro país, de eso nadie debería tener dudas. El Estado, con todo lo debilitado que está, deberá continuar haciendo los mayores esfuerzos y empeños por contener la arremetida contra el país y la gente.
Estamos conscientes de que algunos sectores de la sociedad tristemente siguen apostando a que nuestro país sea "invadido" de una vez por todas, que lo importante es que Maduro, y quienes gobiernan, terminen de irse y que después que "vengan los gringos" todo se acomodará y volveremos a ser como antes.
Mientras nos manteníamos a la expectativa de si los barcos iraníes llegarían sin problemas a su destino final, llegó la trágica noticia del remate de CITGO. Una clara señal de que el imperio y quienes le apoyan están dispuestos a llegar hasta sus últimas consecuencias por derrocar un gobierno, incluso a costa de la miseria de todo un pueblo.
Habrá que recordar que cuando se implementaron las medidas, que por cierto las impuso el indefendible de Trump, pero se enmarcaron en el Decreto del "popular" Obama (2015), se insistió en que eran medidas que buscaban afectar exclusivamente a los gobernantes, pero que no afectarían para nada al pueblo.
Que alguien me convenza, con argumentos creíbles al día de hoy, que el cese de la señal de Directv no afecta a un grueso de la población venezolana, muchos de los cuales no apoyan políticamente la gestión del gobierno del presidente Nicolás Maduro.
Le corresponde el turno al bate al gobierno, ya la gasolina está llegando. ¿qué mecanismo se implementarán para su "justa y equitativa" distribución?, ¿se impondrá la lógica de que estamos asediados y que a pesar de ganar una batalla, la guerra contra Venezuela continúa?, ¿se surtirá gasolina en todas las bombas a cuánto vehículo llegue y seguiremos en el despilfarro de una mercancía "internacionalmente costosa"?, ¿se impondrá definitivamente la lógica del racionamiento sin necesidad de apelar a la "lógica del mercado"?.
Que nadie olvide que la lucha continúa, el imperio no cesará en su empeño de arrodillar a la Venezuela que, desde hace 22 años con Hugo Chávez, está empeñada de buscar y encontrar la independencia definitiva. Esto no lo podrá lograr ningún gobierno que no cuente con el respaldo de la mayoría del pueblo.
Comparto totalmente la propuesta suscrita por diversas organizaciones populares , donde exponen la necesidad de implementar un sistema de control popular sobre la distribución de gasolina