Durante los siglos de colonización, ejercida por los europeos sobre países más débiles, permitió el saqueo y pirateo de sus riquezas naturales. Luego, con la creación de las maquinarias que dio inicio a los procesos de industrialización, se comenzaron a generar nuevas formas de acumulación de riquezas. Nace la nueva potencia del norte y sus grandes Corporaciones Industriales, todo esto ha permitido la acumulación de grandes capitales en Norteamérica y Europa, hoy llamados países hegemónicos.
Estos países y sus corporaciones, han logrado por medio de dispositivos, leyes y reglamentaciones, como la de protección de los derechos de propiedad intelectual, imponer una nueva forma de Colonialismo. Estas Corporaciones, han creado sofisticadas Instituciones de Investigación, desarrollando por medio de ellas, innovadoras tecnologías en casi todos los campos de la Ciencia y de la Industria, que han forjado las nuevas cadenas de dominación sobre la mayoría de los países en vías de desarrollo, y que día a día ven mermadas sus Soberanías.
Estos capitales, por la lógica del capitalismo, son la fuente de los recursos que ofrecen a los países pobres que generan serios endeudamientos, y es otra de las variables de dominación neocolonial sobre los países pobres. En el ejercicio de estos préstamos, se concibe una dupla criminal entre las Corporaciones Tecnológicas y La Banca. Esta unión, ha concebido todos los mecanismos que garantizan que los préstamos aprobados a los países pobres, estén de vuelta a estos mismos bancos, en breves períodos de tiempo. Uno de esos mecanismos, es asegurar el suministro de tecnologías y equipos por parte de los países hegemónicos.
El suministro de tecnologías, garantiza entre otras cosas: 1ro. La compra de equipos, maquinarias, herramientas, repuestos y consumibles, solo serán proporcionados por las Corporaciones asentadas en los países hegemónicos; 2do. Se generan fuente de empleos y prosperidad de las empresas proveedoras de equipos, asentadas en países hegemónicos y 3ro. Dependencia tecnológica, por el hecho que los productos consumibles requeridos por estos equipos para su normal funcionamiento, tales como reactivos, químicos y catalizadores, son de exclusiva patentes de los países hegemónicos. Estas tres cosas, generan un flujo de capitales a los países hegemónicos.
De esto no escapa Venezuela y PDVSA, su principal fuente de recursos financieros. La modernización de la industria, transitó durante décadas el camino de la industrialización, tutelado por los países hegemónicos. Este proceso, tanto de la Industria Petrolera como Petroquímica, no atendió nunca los intereses nacionales y se limitó solo a satisfacer las necesidades e intereses de la nación Norteamérica. Luego de la nacionalización, una Gerencia manumisa, sin ningún tipo de sentimiento de identidad nacional, como Gustavo Coronel, fueron construyendo una industria que se desentendió del concepto de Independencia Tecnológica y Soberanía Nacional. Sometiendo al país de esta manera a los mecanismos ya brevemente descritos, afines a los intereses de Estados Unidos y Europa.
Estos mecanismos de dominación, hacen estragos en la actualidad. El imperio Norteamericano, violando todas las reglas y leyes de convivencia internacional, sin contar con alguna disposición de la ONU de sanciones sobre Venezuela, impone unilateralmente con el uso de la fuerza, un bloqueo económico a PDVSA. Se activan los funestos mecanismos de control de los países hegemónicos: bloqueo financiero para frenar sus inversiones; pirateo de sus cuentas bancarias mantenidas en países hegemónicos y bloqueo a compras de consumibles, químicos, catalizadores y otros componentes para el normal funcionamiento de sus operaciones. Todo esto, como consecuencia de las sanciones.
Para superar este criminal bloqueo, los trabajadores de PDVSA dieron un paso para romper con esta humillación. Se prepararon para la selección de los nuevos consumibles que romperían las cadenas de dominación. En sintonía con esto, el discurso sostenido por los CPT del CRP, liderados por José Uray, de ¨Impulsar las transformaciones necesarias en la Industria Petrolera¨, llegan al país los nuevos reactivos y catalizadores, seleccionados por técnicos y profesionales nacionalistas de PDVSA.
Noticias como estas, no son del agrado de Gerentes como Gustavo Coronel, responsable de este Neocolonialismo Tecnológico. Seguirá defendiendo los intereses de los países hegemónicos. Es por esto, que la llegada de la gasolina en los buques iraníes a Venezuela, lo considera humillante, sin entender que los humillados son sus amos del Norte. Gustavo Coronel, solo le resta como dócil cachorrito del Presidente Trump, moverle su colita y seguir echado a sus pies.
Para los venezolanos, que no aceptamos subordinaciones imperiales, lo celebramos por lo alto, porque no solo rompe el intento de un bloqueo naval a un país soberano, sino que esta victoria aporta independencia tecnológica, que es el norte de nuestra industria petrolera, reforzando de esta manera nuestra soberanía nacional.