PDVSA: La Huella Putrefacta de la Mitocracia Ad-Hoc. Conspiración y Retos

Miércoles, 01/07/2020 07:02 PM

La herida purulenta que han dejado abierta en la apertura petrolera colombiana desde finales del segundo lustro del nuevo milenio; los hoy constituidos en torno a un iluso parapeto llamado PDVSA ad hoc, no cesa de supurar.

El primer señalamiento de estafa recae sobre el principal responsable del sabotaje petrolero de 2002 y precisamente el arquitecto de dicha apertura colombiana. Hablamos de Luis Giusti [https://settysoutham.wordpress.com/2011/01/20/alange-giusti-insider-ouster-story/], quien desde 2007 frecuentaba Colombia para "asesorar" en la conformación de la nueva ley de hidrocarburos hecha a la medida. El mismo guión fallido que intentaron imponer en Venezuela a inicios de la década de los 90.

Evidentemente Giusti desde entonces alertó a su entorno de siempre sobre las "oportunidades" de hacer "negocios" en Colombia. Oportunidades que a la postre probarían una vez más, que ese "grupito" que desde la apertura petrolera Venezolana dirigió nuestra industria, no eran más que simples mercaderes y traficantes no comprometidos con Venezuela, sino con oscuros intereses financieros dirigidos a extraer nuestras riquezas de forma fraudulenta y criminal, tal y como en efecto sucedió no solo en Venezuela, sino en Colombia.

FRAUDE MULTIPLE:

Al igual que Pacific Rubiales, Alange Energy comenzó a cotizar en la bolsa colombiana en 2009. A Luis Giusti [https://www.portafolio.co/negocios/empresas/anuncian-demanda-alange-energy-146420] se le señala de haber cometido fraude y estafa durante su paso por dicha empresa entre 2009 y 2011. Se le acusa de haber maquillado y alterado cifras de producción y estados financieros para extraer dinero de incautos inversionistas y ocultar su fracaso. No lejos de haber iniciado operaciones, los resultados operativos y financieros de Alange energy fueron más que desalentadores, catastróficos. Se caía el mito y se desplomaba el otrora dos veces ejecutivo del año entre 1997 y 1998, al haber fallado en el manejo de "una minúscula operadora petrolera". En realidad ese nombramiento no fue más que el producto del desespero del lobby financiero internacional, para detener la certeza de una sentencia de despido del entonces presidente de PDVSA una vez llegado Hugo Chávez al poder, como en efecto sucedió.

Alange Energy no fue el único esquema fraudulento que formó parte de la apertura colombiana ejecutado de la mano de los hoy integrantes, asesores y consejeros que revolotean sobre y dentro de la junta usurpadora de PDVSA Ad hoc. El mismo esquema engañoso fue también tejido en torno a la empresa Pacific Rubiales con R. Pantin y L. Pacheco al frente, desde su aparición en la bolsa colombiana también y no por coincidencia a partir de 2009.

Tal y como indicamos en [https://www.aporrea.org/energia/a292074.html] articulo previo, a Pacific Rubiales se le acusa al igual que Alange, de embaucar a los accionistas mediante el mismo un juego de declaraciones engañosas y criminal alteración de cifras de producción de crudo [https://www.elespectador.com/noticias/judicial/exministro-hernan-martinez-y-altos-ejecutivos-de-pacific-rubiales-denunciados-por-estafa/]. Se le acusa además de convivencia con escuadrones de la muerte paramilitares, supresión de los derechos laborales, manipulación de precios de las acciones, usurpación de tierras, crímenes contra el medio ambiente y manipulación de las cifras de producción, además de [http://cinabrio.over-blog.es/2015/09/pacific-rubiales-energy-deja-de-ser-pacific-rubiales-energy.html] acoso a los periodistas.

Pero conjuntamente con estas dos empresas, aparece una tercera empresa llamada originalmente "Suroco Energy", donde uno de sus directores es también uno de los cabecillas de la fallida apertura petrolera Venezolana. Nos referimos a Juan Zsabo; el hoy flamante hacedor del "plan de rescate" de la industria, de parte del clan usurpador de J. Guaidó.

Zsabo fue uno de los promotores junto a L. Giusti de la; repito, fallida apertura petrolera Venezolana de la década de los 90. Apertura donde se entregó en bandeja de plata por unos cuantos céntimos, una costosa información confidencial sobre nuestros activos estratégicos, que luego sería utilizada en contra de nuestra propia nación. Apertura donde se engaño expresamente al país al categorizar falsa y mal intencionadamente activos y expectativas de reservas en contra del interés nacional y además contraviniendo las leyes y apertura donde criminalmente se aumento producción en medio de un ambiente de desplome de precios, propiciando la caída del barril por debajo de $8, mientras se facilitaba el llenado de los inventarios estratégicos de los EEUU con un petróleo barato y subsidiado sin advertirlo, por el estado Venezolano a costa de un incalculable daño patrimonial.

No solo los fundamentos de la apertura fueron engañosos tal y como lo señala en su magistral articulo el profesor Carlos Mendoza, sino que sus resultados fueron [https://petroleovenezolano.blogspot.com/2009/12/apertura-petrolera-apocalipsis.html] catastróficos al haber elevado el costo de producción de nuestro barril en 2.3 veces, pasando de $3.77 por barril en 1994 a $8.44 por barril en 2000, promovido por un galopante gasto operacional e ineficientes operaciones y donde el porcentaje que percibía la nación Venezolana en relación al ingreso bruto era cada vez menor. Es decir, reciclaban nuestras riquezas y dineros de vuelta hacia el exterior; hacia las manos de sus amos originarios.

Fue tan funesta la apertura petrolera Venezolana, que es precisamente durante dicho periodo cuando nuestro país registra el mayor nivel de pobreza extrema [https://commons.wikimedia.org/wiki/File:INE_Venezuela_poverty_rate_1990_to_2013.png] superior al 44%. Nivel de pobreza extrema jamás registrado previo a las sanciones de 2015 al 2020. Sanciones por cierto hoy promovidas y respaldadas por ellos mismos.

La oscura trama que envolvió a la empresa Suroco Energy apenas un año después de abrir operaciones en la bolsa colombiana, devela la misma estrategia engañosa de sus pares Alange energy y Pacific Rubiales. En 2010-2011, en un intento por reflotar su estancada producción y elevar el valor de sus acciones, anuncian planes para adquirir "Winchester Oil and Gas", una opaca empresa panameña con intereses en los activos del Putumayo y los Llanos, zona esta ultima por cierto cercana a nuestros activos de de La Victoria y Guafita en Apure. Muy probablemente estos mitócratas vendieron nuestra información para sacar provecho en sus propias operaciones en colombia.

Ya para 2013-2014 Suroco yacía asfixiada, con una acción que perdía rápidamente valor y que no levantaba cabeza. Su directiva había fallado y la empresa atravesaba serios problemas de caja atizados por pobres resultados operacionales. A consecuencia de dichos deslucidos resultados, Vetra y Petroamérica pujan por comprar las posiciones de dicha empresa, envueltos en una oscura trama de acusaciones de mal praxis financiera, donde sale [https://finance.yahoo.com/news/securities-regulator-rejects-suroco-energys-195535714.html] ganadora la propuesta de Petroamerica; no por casualidad, ya que uno de sus promotores era el ex director de Exploración y Producción de Ecopetrol de nombre Nelson Navarrete.

Ya para Julio 2014 cesa operaciones el ticket de Suroco (SRN) y entra el de Petroamerica donde aparece nuevamente J. Szabo (PTA) entre sus directivos. Tan pronto inician operaciones ya bajo la figura de la nueva denominación, comienzan a [https://www.bloomberg.com/news/articles/2014-06-09/petroamerica-to-triple-output-in-colombia-on-suroco-deal] bombear la acción con falsa información creando expectativa para elevar artificialmente el precio de la acción. Anunciaron planes de triplicar la producción en una ventana de 2 a 3 años hacia los 20.000 BPD desde unos 6.500 BPD; cosa que nunca llegó a suceder y apenas unos meses después, venden sus intereses a la empresa Gran Tierra [https://www.grantierra.com/press-room/article/211-gran-tierra-energy-inc-and-petroamerica-oil-corp-announce-agreement-for-gran-tierra-to-acquire-all-of-petroamerica-039-s-issued-and-outstanding-shares]. En cuestión de meses Petroamerica experimentó un derrumbe en sus acciones en más del 90%, mientras que sus ingresos se desplomaron en casi un 70%. Una empresa fallida, ineficiente y pésimamente manejada, cuyo propósito ulterior resulto ser extraer el dinero de sus inversionistas. Aplicaron el mismo guión fraudulento y embaucador de Alange Energy y Pacific Rubiales.

Los mitócratas de la apertura hoy ungidos como promotores de la salvación de PDVSA por el clan del autoproclamado y alicaído clan de J. Guaidó, resultaron ser mercaderes del engaño, de la destrucción y del saqueo de recursos de incautos inversionistas. Resultaron ser ineficientes operadores y peores gerentes petroleros, aunque hábiles timadores. Hubo hasta alguno de ellos, como lo fue el caso de Luciano Biondi G., otrora directivo mitócrata en tiempos de Giusti, que logró aparecer entre las lista de buscados por estafa por la Interpol [https://www.wradio.com.co/noticias/judicial/autoridades-colombianas-capturaron-al-empresario-petrolero-luciano-biondi-golinucci/20190110/nota/3848110.aspx].

RETOS O RESTOS DE PDVSA:

Mientras unos se preguntan que hacer con los restos de PDVSA, otros como yo nos preguntamos como enfrentar los retos que tiene nuestra industria por delante. Para responder hay que primero posicionarse en la perspectiva correcta. Hay que comprender el origen y los intereses concomitantes que se ocultan detrás de la catástrofe actual y de los distintos factores que hoy intervienen en la puja global e interna por el control de nuestros recursos.

La respuesta parte de la misma apertura, parte de la entrada de Intesa en la década de los 90 estando Giusti y ese mismo clan al frente del poder. Parte de la extracción de una costosa y estratégica información desde entonces por la vía de SAIC; el otrora contratista del departamento de defensa de los EEUU hacia las manos de nuestros propios competidores naturales. Una acción criminal alimentada desde el "Pent House de la Campiña", donde se le pagaba a unos contratistas para extraer una información privilegiada y como dijimos, costosa y estratégica. Una Información que permitió los grandes desarrollos de los hoy competidores nuestros en Guyana, Colombia y Trinidad. El principal activo de toda industria petrolera es su información, esa misma información entregada en bandeja de plata durante la apertura y no solo de gratis sino que además pagándoles, durante la gestión Giusti-Intesa-SAIC.

Pero no todo esta perdido; aun hay esperanza. La esperanza yace en que no existe "aun" provincia petrolera y gasífera alguna en la región desde el polo norte hasta el polo sur que haya sido descubierta, que compita en costos de producción con una industria petrolera Venezolana bien administrada y sobretodo bien manejada.

Una industria cuyo costo de producción previo a la implementación del plan siembra petrolera de R. Ramírez, L. Vierma y E. Del Pino, mostraba entre $3.7 y $3,9 por barril con solo 38.515 empleados, cuando producir en Guyana supera $35, en Colombia $25 y en Trinidad $28. Ni hablar de Brasil cuyo costo de producción toca los $39 por barril.

Una PDVSA efectiva, productiva y eficiente pondría de rodillas la producción de todos esos países, viéndose estos obligados a negociar con Venezuela. Esa es la estrategia y esa la razón.

Pero ello no puede lograrse con cualquier directiva; ciertamente no con ninguna de las que ha habido desde 2016 e incluida la directiva actual donde en tan solo 5 meses, la industria ha dejado de producir por sobre los 300.000 B/D y ha visto derrumbar su nivel de exportación cifras cercanas al 60%. Donde no existen estrategias conocidas ni plan de acción alguno orientado a salirle al paso a las sanciones.

No puede lograrse mientras desde el gobierno se intervenga y utilice PDVSA para proselitismo y clientelismo político. No puede lograrse distrayendo el núcleo objetivo de la industria fuera de su función natural de explorar, producir, procesar y mercadear.

No puede lograrse sobretodo, con la desgracia de un país cuyos ciudadanos y políticos de ambos bandos, prefieren destruir nuestros recursos e industrias, que unir fuerzas manteniendo el bienestar y la salud de nuestra patria por delante.

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