Asdrúbal: el mayor riesgo para Maduro y PDVSA

Miércoles, 21/10/2020 12:57 PM

PDVSA es hoy el principal generador de inflación, deuda y gasto para Venezuela. Una empresa que en lugar de producir, succiona riqueza: en eso la han convertido.

La suerte de nuestra industria petrolera se debate entre unos representantes de un gobierno, que por no confiar en nadie más allá de su círculo cercano, se empeña en destruirla por un fin político colocando aprendices y gerentes fallidos a dirigirla, y una oposición corrupta, inepta y vende patria, que arruina y saquea nuestros activos internacionales y ofrece los restos de PDVSA al mejor postor como trofeo de guerra.

Desde la instalación de la comisión presidencial y su nombramiento como directiva, las cosas han ido empeorando a pasos agigantados. La realidad es que no abunda el talento en esa directiva y no existe el componente necesario de conocimiento, tal que genere acciones correctivas sustentables. Una empresa donde su directiva a los efectos prácticos no existe.

El caso de A. Chávez es peculiar. Un ingeniero que como profesional desde 1979 nació en la refinería El Palito. Quien se supone debería conocer al menos de refinación, no ha podido arrancar y operar de manera sostenida ninguna refinería, habiendo malbarato y despilfarrado ingentes sumas de dinero que no abunda en Venezuela.

Desde Marzo-Abril al menos unas 25 a 30 veces han intentado arrancar infructuosamente una y otra vez recurrentemente las refinerías de El Palito y Cardón, a un promedio de una vez por semana, aumentando con ello de manera exponencial, la posibilidad de un accidente catastrófico. Han contaminado, han destruido ecosistemas, han emitido volúmenes gigantescos de gases y efluentes tóxicos al medio ambiente, han tenido decenas de incidentes y accidentes; a nadie parece importarle.

LA COMEDIA:

La situación actual de asfixia de PDVSA es el resultado de la corrupción y pésima planificación que se viene arrastrando desde tiempos de Rafael Ramírez en el entorno de 2007-08. Es el resultado recurrente de administraciones destructivas, incapaces y sin liderazgo como la de Manuel Quevedo y ahora Asdrúbal Chávez.

A este resultado se suman las sanciones; aunque con énfasis en las más recientes de 2019, impuestas desde EEUU con la anuencia de una oposición verdaderamente corrupta y traidora. PDVSA por esas mismas sanciones y la falta de previsión de esos nefastos antecesores, es hoy una empresa agobiada por la ausencia de inversión y mantenimiento. Es una empresa donde reina la anarquía y la falta de direccionamiento.

Como respuesta a dicha asfixia, corrupción, incompetencia y traición, el gobierno promueve de manera abrupta e irregular la aprobación de la ley antibloqueo como mecanismo de supuesta defensa, como si con la imposición de una ley se va a solventar un problema histórico y de fondo, donde lo que ha prevalecido y prevalece es la corrupción, la incompetencia, la traición y la indolencia.

Es una ley que se contradice con el legado revolucionario de Hugo Chávez. El verdadero propósito de dicha ley no parece ser el que pretenden hacer ver. La ley sirve la mesa para el arbitraje internacional y para la apropiación de la cadena de valor de un negocio petrolero reservado a PDVSA y al Estado por la Constitución.

Ya habíamos advertido [https://www.aporrea.org/energia/a295976.html] sobre lo que consideramos (hipótesis) los verdaderos riesgos y el verdadero propósito de dicha ley:

  • "adolece del detalle de abordaje y mecanismos de control, para proteger la integridad de nuestros recursos e industrias de la depredación y corrupción interna. Que abre la vía para la penetración descontrolada de capitales de origen entredicho, que bien podría facilitar a grupos de poder engendrado al resguardo de la corrupción y el crimen, hacerse de nuestros recursos, bienes e industrias".
  • "Muy probablemente, esta ley surge de la necesidad real de honrar compromisos pre-contraídos por el gobierno de espaldas al país y de espalda a las leyes vigentes. Compromisos que solo estarían a la espera de las elecciones parlamentarias y de la aprobación de leyes como la ley antibloqueo para naturalizarse."

A quién intenta engañar el gobierno pretendiendo que con una ley claro oscura y rechazada por todos, con un barril deprimido, con una PDVSA mal manejada, destruida, que no produce nada, con una sociedad hambreada y un país venido a menos, van a procurar un cambio hacia delante, cuando en medio de la abundancia, con un gobierno que poseía el monopolio total del poder y una PDVSA que producía sobre 3 MMBD con un barril sobre los $77 en promedio, fueron incapaces de crear riqueza sustentable?

Con la mesa servida en sus mejores tiempos, fueron incapaces de procurar un mejor nivel de vida real para los Venezolanos, para terminar creando una sociedad de limosneros, adictos a dadivas. Un ciudadano sumido en indigencia a la espera de "claps" y bonos de hambre.

Sustrayendo los gastos operacionales y corporativos, entre $540.000 y $600.000 millones desaparecieron de los $1.560.000.000 de millones de ingreso bruto petrolero entre 1998 y 2018, además de otros $24.400 millones y $10.880 millones presuntamente desaparecidos del FONDEN y del FEM respectivamente.

¿Es que acaso no hubo suficiente dinero, control político e institucional entre 1998 y 2015?

¿Dónde están esos reales?

BOLA DE CRISTAL:

Milagrosamente y en apenas algo más de una semana, desde el gobierno anuncian la llegada de inversiones [https://elpitazo.net/politica/delcy-rodriguez-dice-que-venezuela-recibira-inversiones-bajo-confidencialidad-de-la-ley-antibloqueo/] locales y extranjeras, sin mencionar su procedencia, lo cual corrobora nuestra hipótesis.

Con un ministro de petróleo fallido en todos sus cargos anteriores, que desconoce el negocio petrolero, con un presidente de PDVSA que no tiene la menor idea de dónde está parado y con una directiva disfuncional, la posibilidad de éxito en cualquier negociación es minúscula y apunta hacia el fracaso del país y la entrega de recursos y soberanía a cambio de "espejitos": son estos los representantes que tiene Venezuela para negociar con esos presuntos nuevos inversionistas.

Claramente con la debilidad estructural de nuestras instituciones y la conocida "vocación" hacia la corrupción de gran parte de la sociedad Venezolana, la cosa no pareciera que terminará bien.

Durante la apertura petrolera, cuando PDVSA aun contaba con personal, infraestructura y una logística operacional adecuada, el descontrol sobre los costos de producción fue descomunal. Las transnacionales producían en términos nominales (RT: 1995) a costos cercanos a $18 por barril, mientras que los costos de producción gestión propia promediaban $4.5 por barril, golpeando salvajemente los ingresos de la nación.

Partiendo de lo anterior, en términos reales al 2020-2021 se esperaría, en el mejor de los casos, que esos supuestos nuevos socios-inversionistas produzcan a un costo no menor a $31 por barril, bajo la premisa que abonen el mismo nivel de conocimiento y experiencia de las empresas de la apertura, cosa que evidentemente no será en la mayoría de los casos, como tampoco lo es la circunstancia actual de nuestra industria.

Hoy por hoy, la mayor porción de los activos e infraestructura de PDVSA amerita de un nivel de inversión y gasto que para entonces no estaba considerado, en infraestructura, logística, importación de mano de obra, remediación y tecnología.

Bajo dicha premisa y si en dichas operaciones reina el mismo descontrol, la impericia y la corrupción, la expectativa de costos de producción dependiendo del activo podrían superar con creces los $35 @ $40 por barril o un CPFB equivalente superior a $45.000 por barril generado (lump sum), con lo cual se haría menos competitivo que la mayor porción de los activos de lutitas (shale) y ciertos competidores vecinos.

Ese es el riesgo que corre Venezuela. Llenar los bolsillos de otros, menos los del Venezolano de a pie.

BONUS:

Venezuela debe evitar ceder el control total de la asamblea nacional al gobierno en las venideras elecciones parlamentarias. Es indispensable rescatar el equilibrio y no ceder el control total del poder a gobierno alguno, para asegurar el riguroso ejercicio de la democracia y preservar nuestros propios intereses. Menos aun con el peligroso precedente de un gobierno que, aun sin contar con el control de la Asamblea Nacional, se valió de una asamblea nacional constituyente cuestionada por muchos, dado que no fue consultada ni refrendada por Poder Originario, para aprobar de manera abrupta una ley antibloqueo rechazada también por la mayoría de los Venezolanos, por considerarla inconsulta, anticonstitucional e incoherente.

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