Desde el MENPET y PDVSA, justifican los fracasos con atentados [https://www.aporrea.org/energia/a297012.html], infiltrados y conspiraciones, como excusa para ocultar la destrucción que ellos mismos han promovido. Destrucción, contaminación y pérdidas cuantiosas es el día a día de nuestra principal industria, como si todo fuera parte de un plan para devaluarla y venderla a precio de gallina flaca.
Cada vez que salen desde el gobierno con esas falsas teorías de conspiración como la del misil, lo que ganan es proyectar una atmosfera de inseguridad y desconfianza hacia nuestra industria, país, instituciones y fuerzas armadas; desestimular la inversión extranjera y contribuir a arruinar cada vez más a Venezuela.
El caso es que si en una industria de naturaleza delicada y alto nivel de riesgo como lo es la petrolera, usted no tiene una organización madura, con tradición y la debida transferencia de conocimiento, indefectiblemente estará expuesta a un considerable y creciente nivel de accidentalidad. Esa es la verdadera conspiración que Aissami no quiere ver. La conspiración de la ineptitud.
Por más que lo intente, T. Aissami no puede ocultar los desmanes que ocurren a diario en nuestra industria petrolera, con la misma facilidad con la que lo ha hecho en otras instituciones por donde ha pasado.
Recientemente hasta se aventuró a asegurar [https://cronica.uno/el-aissami-asegura-que-refinerias-pasaron-de-operar-del-10-al-100-en-siete-meses/] que las refinerías Venezolanas pasaron a operar del 10% @ 100% de su capacidad en 7 meses. La mentira es de tal magnitud, que la dieta de dichas refinerías demanda una carga de 1.302.000 BPD, de los cuales cerca del 70% @ 75% es de crudos livianos medianos aproximadamente; es decir unos 943.000 BPD, cuando Venezuela apenas produce alrededor de 180.000 BPD [https://twitter.com/EinsteinMillan/status/1334876862993084416] de estos en la actualidad.
LEY ANTIBLOQUEO:
PDVSA está financieramente quebrada y esta también quebrada operacionalmente [https://www.aporrea.org/energia/a297633.html]. Aunque levanten mañana mismo las sanciones, no volverá a los niveles pre-2008 por si sola, ni de la manera en la que esta siendo manejada. Eso lo saben desde el gobierno.
Aunque resulta realmente irrisorio e infantil en términos reales tanto por la coyuntura mundial, como por la misma situación de PDVSA, entre los planes de N. Maduro está el recuperar la capacidad de exportación de Venezuela para 2021. ES decir, llevarla de los 400.000 BPD actual, hacia 1.900.000 BPD. Son varios los escollos que Venezuela y PDVSA tendrán que enfrentar.
PDVSA por si sola podría remontar en cuestión de semanas hacia el entorno de 1.000.000 BPD siempre y cuando la infraestructura necesaria esté operativa; ese no es el caso. Pero además, el problema que enfrentan no es solo producir; el problema va mucho más allá. Es competir y operar en un entorno donde la única opción para sobrevivir es ser rentable, eficiente y poseer la "conectividad" correcta a lo largo de su cadena de valor. Hoy PDVSA es un verdadero desastre.
Ciertamente, la coyuntura actual no es una condición permanente sino circunstancial, promovida por la miopía, la ignorancia y la mezquindad tanto del liderazgo (si es que se puede llamar así) político oficialista, como de cierto sector opositor. La situación que puede cambiar si se dan las condiciones tanto internas como externas. No solo depende de Venezuela.
Del lado externo, mientras que por un lado las variables políticas y geopolíticas no son favorables para Venezuela en estos momentos, por el otro lado las condiciones de mercado impedirán al menos para la primera mitad de 2021 (H1’2021), el suficiente estimulo que facilite la colocación de nuestros crudos, ya que la demanda continuará débil aun. De mejorar la demanda ya hacia H2’2021, Venezuela tendrá que competir con vecinos y miembros de la OPEP hambrientos de dinero, que ya han desplazado de lo mercados norteamericanos, europeos e incluso asiáticos a nuestro país. Es allí donde esta su gran hándicap.
Por el lado interno, PDVSA esta hambrienta de recursos, tecnología, bienes y conocimiento, que le impide la cristalización de sus planes por si sola. Para reflotarla, tendrían que desprenderse de al menos 50.000 @ 70.000 empleados y reposeros, y ello acarrea costo político.
Facilitaría la vida a N. Maduro el distribuir esa masa laboral en pequeñas empresas "privadas", que despedirlos. Aunado a ello y en cuanto al capital, da la impresión que lo que buscan desde el gobierno es tejer negocios personales o privados; no reflotar una empresa del estado. Es allí cuando hay que estar alerta sobre la verdadera esencia de la ley antibloqueo. No es ningún secreto, el rotundo fracaso de la visita de D. Rodríguez a Rusia. Nada llevó de vuelta a Venezuela, más que ofertas de vacunas rusas. Da la impresión que los rusos no la atendieron y no compraron la ley Antibloqueo por si sola; sino que exigieron el respaldo de la Asamblea Nacional.
Nadie se deje engañar, el interés del gobierno de Maduro por lograr mayoría en las parlamentarias, es simple y llanamente poder negociar nuestros recursos e industria a sus anchas, sin limitaciones y básicamente, sin rendir cuentas a nadie. Eso debe impedirse no otorgando poder absoluto al oficialismo, ni al partido de gobierno en las parlamentarias del 6D.