Negocios y Ostentación Revolucionaria

Miércoles, 17/02/2021 03:09 PM

En Venezuela se ha destapado la verdadera dimensión de la explotación social de las empobrecidas mayorías, pero también del despilfarro desmedido de las cúpulas cercanas al poder.

Cúpulas que ostentan onerosos estilos de vida. Lujosos vehículos con hileras de guardaespaldas atropellando al civil de a pie; a esos ciudadanos que llaman despectivamente “pueblo” para minimizarlo y desmoralizarlo. Ese mismo “pueblo” que mantienen con el agua al cuello para que sigan votando por ellos, pero que jamás le darán la oportunidad de disfrutar, de lo que ellos [https://www.youtube.com/watch?v=Y7jb4koFi1M], los del poder y sus “allegados”, les arrebatan.

Si usted hurga en quienes son los que van adentro de esos lujosos vehículos, de seguro se darán cuenta que son individuos cercanos al poder, cuyos sueldos no soportan, ni justifica lo que le zarandean a usted; al empobrecido “pueblo”, en su cara. Esas incongruencias y desviaciones al parecer no existen, para los encargados de velar por la transparencia en la gestión de estos supuestos servidores públicos.

El Venezolano con sus impuestos, o nuestra patria Venezuela con el pervertido e ilegal usufructo de sus empresas y recursos de parte de esos grupos que de hecho asaltan el poder, financia esos onerosos y faraónicos estilos de vida, a expensas de la creación de pobreza y miseria.

LEY DE EMBUDO:

Maduro llega al poder en 2013 con un barril (OPEP) que había cerrado 2012 en $109.5 y que luego cerraría 2013 en $105.9. Llega con  una PDVSA que produjo durante 2012 unos 3.034.000 BPD y que luego produciría en 2013 a un promedio de 3.015.000 BPD. Una industria petrolera que mostró durante 2012, el máximo ingreso bruto jamás registrado de $127.611 millones y que luego cerraría 2013 con ingresos totales de $120.035 millones.

Con toda esa inmensa fortuna y fortaleza financiera, el país estaba siendo desangrado. De allí que luego de haber tocado mínimo un histórico de pobreza extrema en 2012 del 8%, en solo un año al cierre de 2013, esta se catapultaba al 11.4%. Para 2016 antes de las sanciones, ya el nivel de pobreza extrema rondaba 51%, un nivel cercano al máximo de los años 90 del 54%, ocurrido antes del arribo de Chávez en 1998.

Para el cierre de 2019 el gobierno de Maduro era responsable  del [https://www.reporteconfidencial.info/2020/07/07/pobreza-extrema-en-venezuela-asciende-a-793-segun-estudio-encovi/] 79.3% en pobreza extrema y 96.2% en pobreza estructural, habiendo prometido al menos una vez por cada año de pésima gestión, dar un vuelco a  su maltrecho desempeño.

Pero un ciudadano que como el Venezolano, ha estado desde tiempos del Juan Bimba adeco, acostumbrado a reposar sobre dadivas miserables y facilismo, es un arma a la disposición de gobiernos populistas y demagogos, como los que ha parido nuestra patria luego de la salida en mala hora de Marcos Pérez Jiménez.

Nadie se equivoque. Nada de ello es fortuito. Para Enero 2017 N. Maduro [https://billeteramovil.info/fecha-de-creacion-e-historia-del-carnet-de-la-patria.html] anuncia la creación del carnet de la patria, un nefasto mecanismo segregacionista de control social y proselitismo político, diseñado para manejar las inmensas masas de Venezolanos empobrecidos, con el fin de aparecer como el reivindicador y salvador de un hambre y de una miseria creada por ellos mismos, bajo la excusa de una eterna y falsa guerra contra un imperio, que en verdad resulta ser el imperio de la corrupción y la ineptitud.

Como se puede explicar el acelerado deterioro económico y social de Venezuela ocurrido a partir de 2011-12, precisamente en medio del mayor flujo de dinero jamás registrado desde el espacio de la renta petrolera?

Cuantos ministros, gobernadores, y presidentes de empresas del estado o sus familiares, que han formado parte de esa cúpula política cerrada, han salido desde entonces de nuestro país, para vivir una vida ostentosa de ricos y famosos?

Esa plataforma de control y segregación social llamada carnet de la patria, es hoy la base de sustento de múltiples negocios de una selecta casta de poderosos y sus “allegados”, donde la importación de bienes suplanta de hecho, el papel de la industria Venezolana, el rol del emprendedor y del pequeño empresario, y el sudor del agricultor criollo, sirviendo más bien de exportador de nuestras divisas hacia “bolsillos de otros”, siendo ello la causa principal de la fuga de nuestras riquezas, de perdida masiva de puestos de trabajo y de la aparición de “nuevos ricos de cuna” aliados a esos poderosos.

ELLOS LOS QUIEREN POBRES:

Iluso aquel que guarda esperanzas de una recuperación económica en ese país mientras permanezca el madurismo en el poder. Con un barril fiscal que fácilmente supera los $200 y una PDVSA bajo la administración actual de Tareck y Asdrúbal, Venezuela tiene cero esperanzas y menos aun, de lograr niveles adecuados de ingresos en el corto y mediano plazo. La hiperinflación seguirá su curso, surgirán más pobres, habrá mayor corrupción y Venezuela se vera desaparecer sus empresas y recursos, a manos desconocidas.

 Nadie se crea esos cuentos que dicen desde el gobierno, ofreciendo 1.500.000 BPD de PDVSA para 2021. Es sencillamente irrealizable, como lo fue la oferta de los 2.000.000 BPD de M. Quevedo. Lo que si podría suceder es la repartición de nuestra industria hacia capitales desconocidos, cuestionable, sin rendir cuentas a nadie escudados en la ley antibloqueo.

Pero ese era precisamente el plan desde el principio. La radiografía socioeconómica de Venezuela es clara; salarios de hambre, desempleo, una inmensa base de “pueblo clientelista y dependiente” de dadivas y miserias, y una reducida cúpula de “nuevos ricos” aliados al poder. Ellos los del poder, los quieren así; pobres pero con esperanza; ocupados en matar el hambre.

Ellos los del poder aprendieron rápido de la situación de Venezuela a sacarle dinero a la gente para pasarlo de un bolsillo a otro, dejando en el medio una gruesa ganancia; no precisamente para el beneficio del país, sino creando más pobreza y buscando engrosar esa gran base de dependientes al que llamaran despectivamente “pueblo” que solo sirve para votar.

Reducen lo poco que queda de la clase media y media alta, y lo envían a formar parte de la pobreza estructural para tenerlos agarrados por el hocico con el “anzuelo” del hambre y la necesidad.

UN GRAN NEGOCIO:

Los ingresos brutos de PDVSA durante 2020 totalizaron una cifra cercana a apenas $3.400 millones, con un barril promedio cotizándose alrededor de $28.8, como consecuencia derivada de la destrucción de nuestra producción convencional a partir de 2008 con Rafael Ramírez, que luego se aceleraría a partir de 2014-15 con el desplome del barril y más adelante a partir de 2017 y 2019, con la llegada de ineptos a posiciones de comando en la industria petrolera.

Pero los ingresos de PDVSA se han venido desmoronando consistentemente desde 2012-13, mucho antes de las sanciones. Precisamente desde el entorno de 2013 el ejecutivo explota las riquezas y recursos mineros, comenzando por el negocio del oro, habiendo esfumado entre 2013 y 2017, al menos entre 250 y 270 toneladas de oro físico.

Más adelante comenzó el “ordeño” al propio Venezolano. Es así como aparecen los negocios de las remesas y luego el negocio de la gasolina.

Cálculos conservadores para el negocio de la gasolina sugieren, basados en un parque automotor extrapolado al cierre 2020 de 3.900.000 vehículos, un consumo total de unos 107.500 BPD. Bajo régimen de pandemia, el mismo podría disminuir hacia un nivel de 75.000 BPD. Aunque por lo pronto PDVSA no reproduce gasolina, al nivel de producción promedio 2020 PDVSA apenas estaría en capacidad de suplir alrededor del 33% de la demanda interna de gasolinas, mientras que solo 23% bajo el nivel de consumo real total.

Como “negocio”, las Ventas de gasolina por ejemplo, a precio “dolarizado” representa unos $3.150 millones año en ingresos brutos, que perciben directamente en sus manos sencillamente importándola, facilitándose de paso la vida al poder ser estas transacciones canceladas con swaps-oro, o swaps-crudo, incluso en altamar.

Mientras la relación histórica de ingreso neto a bruto de PDVSA promedia un 6%, excluyendo los años donde Ramírez-Del Pino aplicaron la “trampa” de la especulación cambiaria o ingresos financieros, el margen de ganancias del negocio de la gasolina, podría rondar entre $0.20 a $0.25 por cada litro, considerando que el precio al detal en Irán es de cerca de $0.35 por litro [https://www.globalpetrolprices.com/Iran/gasoline_prices/], lo que representaría una ganancia de al menos entre 40% y 50% por cada litro vendido; es decir, entre 7 y 8 veces el porcentaje promedio de ganancia integral histórica de PDVSA.

Ciertamente una clara usura y explotación que paga con hambre y necesidad ese mismo “pueblo” que dicen representar en revolución. Pero eso no es todo. Por el otro lado además aparece el negocio de las remesas, que representa un flujo anual de entre $4.000 a $5.000 millones. No es ninguna casualidad que ambas cifras cotejen; se parezcan, ya que el objetivo real es ponerle las manos a esas divisas con la confiscación a través de la gasolina, mientras que el resto, con el negocio de la importación de comida y los bodegones.

DESTRUYE PARA APODERARSE:

Desde el punto de vista del arraigamiento de un sistema clientelista que busca la dependencia de un país, creando cada día más y más pobres, esa resulta la formula perfecta para apoderarse de todos los recursos y medios de producción, para luego “devolverlos” a manos “amigas”, apoyados en la ley antibloqueo.

Hoy se comenta que desde el ejecutivo han comenzado a entregar nuevamente a manos “privadas”, aquellas empresas que entre 2008-2009 fueron expropiadas luego de haberlas quebrado y con ello destruido puestos de trabajo y el ingreso familiar de un inmenso numero de familias Venezolanas. Alguien se ha preguntado: ¿quiénes están detrás de esos grupos económicos “favorecidos”?

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