El gobierno del petróleo

Miércoles, 28/04/2021 12:55 PM

"La historia política del petróleo será dura,

más cuando no quiera ser aprendida".

 

Hay que rebuscar, reconstruir y rescatar la verdadera historia de la lucha política en Venezuela a partir de los eventos originados bajo el control de la hegemonía del petróleo. Identificar una minoría quienes llevaron adelante la puja en combinación con el capital norteamericano para adueñarse de una ganancia fácil, ignorando a la mayoría que buscó sobrevivir en medio de aquel gigantesco despilfarro.

Las excesivas ganancias del petróleo trajeron como consecuencia la división de clases en Venezuela. Ese lucro en específico, como con ningún otro producto, denotó una particular exageración pues cuando este beneficio es sacado a superficie su valor se eleva significativamente y en el proceso terminado su ganancia es mayor, exagerada cuando se trata de los ávidos mercados internacionales.

El crudo también es bursatilidad, es decir se vende en papeles, pagares de un alto valor aun estando en el subsuelo. Sus bonos pueden ser comercializados en diferentes mercados y compradores particulares.

Negociar petróleo en sus diferentes formas es como tener oro o miles de dólares en efectivo. Estas transacciones financieras de alto valor crearon desde décadas atrás un manejo privilegiado en su negocio dentro de los países productores, exportadores y consumidores. Podemos decir que esa acción creó una clase social mundial por la que muchos han peleado y Venezuela no es la excepción.

Aun cuando el petróleo permanezca en el pozo kilómetros bajo tierra su precio es ínfimo en relación al procesamiento en producto terminado, más el proceso ingenieril de transporte, refinado y comercialización van haciendo que su valía se quintuplique.

En el inicio de aquella "gesta" se crearon ciudades y Campos Petroleros. La Costa Oriental del Lago de Maracaibo, estado Zulia (Venezuela), fue el primer escenario y hoy sigue siendo una muestra de aquella herencia olvidada.

Una ciudad con el nombre de Cabimas se construyó para la industria petrolera, allí se fundó un campo petrolero llamado Hollywood. Aquella era una pequeña costa de pueblo en las Riberas del Lago de Maracaibo. Se sabe que -Cabimas- antes de la aparición del petróleo no poseía fecha exacta de fundación.

Tras aquella feroz explotación surgieron desde el Zulia poblaciones convertidas en las ciudades del petróleo, entre esas están El Menito, Mene Grande, Mene Mauroa, Lagunillas, Ciudad Ojeda, Bachaquero, La Concepción, Tía Juana.

Como la explotación de occidente era en combinación con la del Oriente del país entonces en el estado Monagas se fundó Quiriquire y en el estado Anzoátegui fueron naciendo El Tigre, El tigrito, San tomé y las ciudades petroleras Campo Norte donde vivían los gerentes y Campo Sur donde vivían los trabajadores. Esto lo relata impresionantemente Efraín Subero en su corta novela Campo Sur.

Las ciudades petroleras fueron la sumatoria de poblaciones abastecidas de migrantes los cuales se acentaban a su alrededor buscando desesperadamente trabajo en aquellas instalaciones tras la dinámica extractiva la cual siempre requeriría mano de obra.

Por eso desde aquellos momentos el desenvolvimiento de abundancia generó viejos defensores. Personajes que recién comenzaban a amparar aquel negocio fueron tomando con desesperación el modelo creado por las trasnacionales norteamericanas tras su llegada a Venezuela hacia finales de 1800. Posteriormente a partir de 1910 desarrollaron su trinchera y lucharon por ella sin cuartel hasta su control.

Décadas más tarde, estas trasnacionales forzaron el hecho noticioso de la nacionalización de la industria petrolera venezolana. El primero de enero de 1976 se ejecutó con el nacimiento de PDVSA y junto a ella ya estaban los defensores de esa nueva hegemonía. Pero iban en connubio, ósea juntos con los recién sustituidos.

Identificarlos es fácil: Calderón Berti, José Toro Hardy, Luis Giusti y posteriormente con el nacimiento de este nuevo siglo se dan a conocer la Gente del Petróleo y por supuesto unos cuantos más.

Con estos tres personajes - Berti, Hardy y Giusti- se da una inusual particularidad tanto en la política petrolera como en la política de Estado en Venezuela; los tres quieren ser presidentes de PDVSA y también se andan anunciando para ser presidentes de la República. Con cada coyuntura sus nombres salen a volar.

Así se han movido las piezas de la política del petróleo en este experimentado país sudamericano.

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