Uno de los problemas que tenemos en esta fase del gobierno bolivariano es la falta de información en temas claves de la sociedad venezolana y de los temas que aquejan a nuestro pueblo. Por ejemplo, en el tema del COVID-19 ha habido profusión de información oportuna y veraz y el presidente, junto a un equipo altamente calificado ha asumido la conducción de la lucha contra la pandemia y allí hemos visto los resultados exitosos, a pesar del ataque indiscriminado que ha tenido el imperio gringo y la derecha nacional y continental contra nuestra Patria.
No ha ocurrido lo mismo en el tema energético que implica la producción de petróleo, gas y combustibles, así como su comercialización y distribución, en primer lugar, para satisfacer las necesidades del pueblo. Desde hace varios años hemos venido padeciendo la disminución de la producción petrolera (a tal efecto, sugiero la lectura de los artículos que publica en el portal APORREA, el ingeniero petrolero Einstein Millán Arcia https://www.aporrea.org/autores/E.M.A. quien ha venido desmenuzando el tema con argumentos, datos sólidos y apoyos gráficos que explican de manera profunda la situación) y junto a ella, la disminución de los ingresos en divisas, así como la disminución en la producción de gasolina, gasoil, diésel y las enormes y catastróficas fallas en la distribución de la gasolina para mover el parque automotor venezolano. Igualmente, los planteamientos arduamente sustentados del profesor e investigador petrolero Carlos Mendoza Potellá. https://petroleovenezolano.blogspot.com/2020/02/petroleo-venezolano-en-la-tercera-decada.html y https://www.aporrea.org/autores/mendoza.potella
Por supuesto, una de las primeras consecuencias ha sido las terroríficas colas de varios días para poder surtir el ahora "preciado líquido" en las estaciones de gasolina, primero comenzaron a verse y a sufrirse en las subsidiadas y ahora, también en las dolarizadas, o llamadas pomposamente "Premium". Varias medidas ha tomado, de manera extemporánea y sin liderazgo definido, el gobierno como el aumento de la gasolina y el gas doméstico (prácticamente privatizado y dolarizado por varias gobernaciones en manos chavistas), el aumento de la gasolina, así como el esquema, ya fracasado de gasolina subsidiada a 5.000 bolívares el litro y la gasolina dolarizada (Premium) a 0.50 dólares el litro.
Nada de esto ha surtido efecto y más bien, la situación se ha agravado haciendo que el pueblo "de a pie" o, mejor dicho, que no tiene uniforme militar-policial, o que no tiene un "alto" cargo oficial, o que no tiene dólares para botar, deba perder días de su valioso tiempo para poder surtir un tanque de gasolina cada dos o tres meses. Algo inaudito en un país donde echar gasolina era como tomarse un vaso de agua de la nevera en casa.
Hace año y medio escribimos lo siguiente: "Es anomalía convertida en normal (eso que los sociólogos llaman "anomia"). La gente se acostumbra a esto y más bien muy buen comportamiento ha tenido nuestro pueblo para sortear estas calamidades. Aprovechan muchos para hablar mal del gobierno, de Maduro, Diosdado, (en el estado Lara hablan mal de la gobernadora Carmen Meléndez y de Luis Jonás Reyes, alcalde del municipio Iribarren)… Ahora, las colas son el mejor aliciente para que la oposición (pero también quien no tiene simpatías o antipatías políticas) aproveche de expresar todo el descontento que tienen contra el gobierno, para criticar los problemas asociados como los cortes por largas horas de energía eléctrica, los problemas del agua, de los huecos en las calles, de los perniles, del "medio petro", de la escasez de gas doméstico, de los aumentos de precios de los productos, etc, etc. Es decir, son el mejor caldo de cultivo y la mejor fuente de campaña comunicacional contra el gobierno". https://www.aporrea.org/contraloria/a285714.html
Cuando el paro petrolero, que comenzó el 2 de diciembre de 2002 Hugo Chávez asumió la conducción de esa batalla contra la estabilidad de la sociedad venezolana y contra el gobierno bolivariano. Chávez todos los días informaba de los avances y retrocesos, de las medidas y contramedidas de la oposición y del gobierno en esta guerra energética que definía el presente y el futuro político, 8 meses después que al presidente lo derrocaran del poder ejecutivo, usando la derecha nacional y el imperio, la palanca petrolera, es decir, a la meritocracia antinacional enquistada en PDVSA. Esa acción terrorista implicó Un sabotaje que ocasionó pérdidas a la nación venezolana por cerca de $20.000 millones y que llevó la producción instantánea de PDVSA en su momento desde unos 2.900.000 BPD a alrededor de 180.000 BPD, pero también el despido, por abandono del trabajo de casi 20.000 trabajadores y trabajadoras que se sumaron conscientemente al paro político-insurreccional. https://www.aporrea.org/energia/a301831.html
De tal manera que esa gran batalla la ganó Chávez, el pueblo empoderado de la industria y los trabajadores y trabajadoras que se sumaron a la "nueva PDVSA"
Preguntamos ahora, ¿Qué ha pasado con esa clase trabajadora que se incorporó a PDVSA, que se supone revolucionaria, pero que no ha podido recuperar a la industria productora y refinadora en esta nueva situación? Chávez y Ramírez (duélale a quien le duela) lograron en menos de dos meses liderar la respuesta del gobierno y derrotar el paro petrolero empresarial. Maduro y El Aissami no lo han logrado en más de dos años y nuestro pueblo sigue sufriendo los embates de la escasez de combustible y males asociados.
¿Porqué, a 20 años de revolución, a 18 años de haber recuperado totalmente la industria petrolera, a 9 años de la aprobación del Plan de la Patria no se ha podido solventar esta grave situación?
¿Qué hacer? Como dijo Lenin. Diosdado en varias oportunidades dice que cuando se tenga un problema grave, debemos pensar ¿Qué haría Chávez?. Pues bien, tanto en la Constitución Nacional como en en el Plan de la Patria todo está clarito. Por ejemplo, en el Plan de la Patria están claramente especificados los objetivos históricos, nacionales y estratégicos que en el caso petrolero y energético contempla lo siguiente: "Objetivo Nacional 1.2. Preservar y consolidar la soberanía sobre los recursos petroleros y demás recursos naturales estratégicos".
¿Porqué con los recursos invertidos en investigación y desarrollo y con las instituciones existentes (INTEVEP, IVIC, IDEA, luego la Universidad Venezolana de los Hidrocarburos) y otros órganos de investigación científica no se ha podido desarrollar lo pertinente para eliminar la dependencia de recursos del exterior para el procesamiento de la gasolina y otros derivados del petróleo y dejar la importación de aditivos y componentes vitales para la producción de combustibles? Así lo contempla el Plan de la Patria: "Objetivo estratégico 1.2.4. Promover y estimular la investigación científica y el desarrollo tecnológico, con el propósito de asegurar las operaciones medulares de la industria petrolera".
Pero mucho más aún, en el Plan de la Patria tenemos el desarrollo de lo que se debía y/o se debe hacer en materia energética: "GRAN OBJETIVO HISTÓRICO N° 3. III. Convertir a Venezuela en un país potencia en lo social, lo económico y lo político dentro de la Gran Potencia Naciente de América Latina y el Caribe, que garanticen la conformación de una zona de paz en Nuestra América". Luego, desde el objetivo estratégico 3.1 hasta el objetivo nacional 3.1.12.3. ¡¡hay 71 propuestas!! a desarrollar para lograr la superación de los problemas ingentes del pueblo venezolano.
¡¡Volvamos a Chávez!! a sus planteamientos, sus ideas, más allá de una consigna vacua.
Así que, volviendo al drama de la gasolina, debemos instar a la dirigencia de nuestro gobierno: Informen, resuelvan, dirijan, lideren, orienten, para una solución tanto en lo coyuntural, como en lo estructural de esta situación que ya se hace deleznable. Si no, el pueblo "os lo demandará", como dice el juramento que hicieron ante la Constitución y el mismo pueblo.
Hace años Hugo Chávez dijo: "O transformamos el modelo económico salvaje que tenemos, en un modelo económico humanista, igualitario, equitativo y justo o yo dejo de llamarme Hugo Chávez o me muero en el camino. ¡No hay alternativas!! (*). Este dilema de Chávez y del pueblo sigue vigente.
(*) Discurso de toma de posesión para el período 2000-2006ª ante la Asamblea Nacional.