PDVSA; Expectativas de producción y crudos que desaparecen

Martes, 29/06/2021 02:00 PM

En cuestión de pocos meses el ministro de petróleo de Venezuela ha presentado al país, tres distintas versiones de expectativas de producción y ha además ofrecido múltiples veces, subsanar el problema del suministro interno de combustibles en Venezuela. Ninguna de sus ofertas ha sido cumplida. Según R. Ramírez el problema estriba en que el ministro [https://www.costadelsolfm.org/2021/06/24/tareck-el-aissami-no-sabe-de-lo-que-esta-hablando-dijo-rafael-ramirez/], no sabe lo que dice.

Lo cierto es que Aissami informa sobre el primer plan de producción hacia finales de Octubre’2020 [https://www.infobae.com/america/agencias/2020/10/22/venezolana-pdvsa-estima-un-precio-de-exportacion-del-petroleo-de-35-dolares-por-barril-en-2021/], cuando apenas se sentaba al frente del MENPET. Para entonces prometía 1.800.000 BPD para Diciembre’2021.

Su segunda oferta la hace pública en Febrero’2021, mientras juraba de forma reiterada a N. Maduro, que PDVSA estaría produciendo 1.508.000 BPD para el cierre del mismo año [https://soynuevaprensadigital.com/npd/el-aissami-promete-revertir-crisis-petrolera-con-produccion-de-15-millones-de-barriles-diarios/], además de 6.000 millones de pie cúbicos por día de gas.

Su más reciente e inverosímil promesa sucede en Junio’2021 [https://talcualdigital.com/el-aissami-asegura-que-produccion-petrolera-se-cuadruplicara-para-finales-de-2021/]. Según dicho articulo de prensa, el ministro asegura que cuadruplicará la producción petrolera para el cierre de 2021. Es decir, si nos referimos a cifras de cierre de Mayo’2021 cuando PDVSA produjo 582.000 BPD según fuentes directas OPEP, significa que Aissami ofrece producir sobre 2.300.000 BPD para el cierre de año. Pero si nos referimos al menor nivel de 392.000 BPD alcanzado en Julio’2020, equivaldría a decir que ofrece producir alrededor de 1.568.000 BPD para el mismo periodo. Ambos casos representan cifras irrealizables.

Uno podría pensar quizá que el periodista entendió mal, pero leyendo más adelante el mismo articulo sugiere que Aissami también asegura que; "en Venezuela se ha recuperado la producción petrolera en más de 700.000 barriles diarios y pretende aumentarse a 1.5 millones de BPD para finales de año".

Posiblemente esta ultima sea la cifra real; sin embargo, ello equivaldría a decir que para Julio’2020, cuando PDVSA logra su menor nivel de producción histórica de 392.000 BPD, en realidad la misma estaba compuesta en al menos 78% por crudo no era realmente producido por nuestra industria…

LOS HECHOS:

Hasta el momento PDVSA no tiene nada nuevo en la mano; salvo intenciones. A excepción del caso de la empresa China, no han aparecido inversionistas foráneos de bolsillo profundo. Solo algunos grupos de poca o ninguna experiencia en la industria petrolera han aparecido. Grupos de poco capital relativo al tamaño de la necesidad real. Bajo dicha premisa, no se visualiza posibilidad alguna que redunde en una generación masiva de producción, a menos que lleguen las grandes inversiones y se incorpore una sustancial actividad de taladro.

Mientras Chevron, Eni y Repsol permanecen a la espera, en sus mejores tiempos estas 3 operadoras no abonaron un nivel de producción tal que Venezuela pueda colocar hoy sus esperanzas en ninguna de ellas por si sola; ni en su conjunto, para llegar a la meta de 2021. Los pequeños grupos de operadores con que cuenta PDVSA están dispersos, se enfocan en pozos de intervención menor, con unidades "cabilleras", "coiled tubing" y servicios de guaya, pero sin la necesaria presencia de taladros. Por la naturaleza de sus operaciones, poseen una elevada dependencia de naftas y crudos diluyentes, que hasta el día de hoy escasean en Venezuela, viéndose obligados a importar.

La cifra actual de producción está lejos de los 1.508.000/1.200.000 BPD que ofrece Aissami. Para llevar la producción desde el nivel del cierre de Mayo de 582.000 BPD a 1508.000 BPD a Diciembre’2021, se necesita acelerar a razón de 154.000 BPD por cada mes, lo cual incluyendo la compensación volumétrica a la declinación natural y mecánica, se elevaría hasta unos 160.000 BPD adicionales cada mes.

Para llevar la producción a 1.200.000 BPD bajo la misma óptica, se necesitaría crecer a razón de 103.000 BPD cada mes, lo cual incluyendo la compensación volumétrica a la declinación natural y mecánica, se elevaría hasta unos 107.000 BPD adicionales-mes.

Sabiendo que sus operaciones se concentran en la FPO-Morichal en al menos un 60%, para sumar 107.000 BPD-mes (escenario conservador), haría falta la intervención de al menos unos 250 a 300 pozos-mes, lo cual aparte de resultar operacionalmente imposible bajo el nivel de recursos vigentes, demandaría una inversión/gasto cercano a los $2.000 millones a cierre de 2021, solo contabilizando intervención menor de pozos, sin incluir la necesidad creciente y real de facilidades, taladros, bienes y servicio de todo tipo, ni tampoco la complejidad que enfrentan aguas abajo. En el caso de activos como norte de Monagas o Lago, las intervenciones son mucho más intensivas en tiempo y costo por pozo.

Las opciones reales que tiene PDVSA de elevar masivamente su producción pasan todas por el rescate de la confianza, el conocimiento y operaciones confiables. Pasan por la reconsideración de las sanciones, la re-institucionalización del país y por el apego a reglas claras en las transacciones comerciales. En PDVSA saben que Tareck y Asdrubal mienten cuando ofrecen producir 1.508.000/1.200.000 BPD a fin de año y cuando ofrecen resolver el problema del suministro interno de combustibles. Mientras que en el caso de nuestras refinerías una solución sostenible no esta a la vista, nuestra producción en el mejor de los casos pudiera cerrar 2021 en el entorno de los 800 MBD, como expresamos tiempo atrás.

LA TRAMPA:

La formula de costo de producción es sencilla. La única manera de mercadear nuestros crudos de forma rentable en el estado en que se encuentra la industria petrolera Venezolana, es sin invertir en robustecer su patrimonio y sin gastar en el mantenimiento de sus operaciones. Es decir, esos que hoy están al frente se están consumiendo la vida de nuestra corporación petrolera, sin abonar a cambio un solo centavo a crecimiento y mantenimiento de activos.

Ello explicaría de manera sencilla el porque, las costas Venezolanas están llenas de buques de banderas desconocidas, con rumbo hacia "hubs" como Turquía, Malasia, o aguas internacionales, donde se rematarían fácilmente algunos de nuestros crudos-no-procesados "in-house" y ofrecidos con grandes descuentos, para luego ser redefinidos químicamente desapareciendo su origen.

CHINA:

Aun no ha habido decisión firme desde China en torno a la imposición del impuesto previsto para mezclas con base bitumen. Una decisión que de confirmarse constituiría un duro golpe para Venezuela, en momentos en los que sus mezclas de exportación contienen todas crudos de la FPO, sin poseer grado de maniobra alguno para satisfacer dicho mercado por ahora.

Pero Venezuela tiene al menos 3 ases bajo la manga; el primero es que los crudos de la FPO no son bitumen [https://www.costadelsolfm.org/2021/06/02/einstein-millan-arcia-situacion-de-la-deuda-y-produccion-de-pdvsa/], aunque se vendan como tal, lo cual es ventajoso para China. Por otro lado, de dejar de recibir nuestros crudos, China estaría poniendo en riesgo el cumplimento de la deuda-por-crudo, que aun mantiene Venezuela. En tercer lugar, aunque se clasifiquen de bitumen los crudos de exportación hacia China, la viabilidad de redefinir químicamente nuestros crudos en altamar con aditivos específicos; particularmente los del área de faja tradicional y morichal, son múltiples y a la postre convenientes.

 

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