Emisiones Tóxicas ponen a PDVSA en la mira de los países consumidores

Jueves, 27/01/2022 12:37 PM

La semana pasada en declaraciones dadas al diario "TalCual" advertimos, que PDVSA corre el riesgo real de ser sancionada en el corto plazo, por sus crecientes emisiones de gases tóxicos y de efecto invernadero [ https://talcualdigital.com/pdvsa-corre-el-riesgo-de-demandas-judiciales-por-su-alta-emision-de-gases-contaminantes/ ]. Es necesario reforzar algunos elementos que no fueron debidamente reflejados en dicho artículo.

La composición de la cesta de crudos de Petróleos de Venezuela a partir de la implementación del plan siembra petrolera, migró hacia un mayor contenido de crudos pesados y extrapesados, llegando hasta el 61% del total hasta el cierre de 2021, en un país que aun hoy posee unos 26.000 millones de barriles de reservas de liviano/mediano/condensado (P1+P2). Un volumen alrededor de 4 veces lo que tiene México, 3 veces superior a lo que muestra Guyana, y dos más de lo que le queda a Brasil.

PDVSA decidió dejar a un lado la producción de esos crudos de mayor valor, más rentables, menos contaminantes y de mayor demanda, para pasar a producir crudos pesados extrapesados menos atractivos en los mercados, mas costosos, menos rentables. Esos que hoy colocan en desventaja a PDVSA por su alto componente de carbonos. No es que debieron abandonar la FPO al olvido, sino que equivocaron y aun equivocan la estrategia.

En materia de gas, en términos brutos la producción en apariencia aumentó hasta el 2016, sin embargo en términos reales dicho aumento fue hasta en entorno de 2013. Tod fue una artimaña de Ramírez y Del Pino para ocultar el expolio de decenas de millones de dólares malgastados y desaparecidos en proyectos que jamás cristalizaron.

A partir de 2013 cede nuestra producción bajo el umbral de los 3.000.000 BPD, al pasar de 3015.000 BPD a 2.899.000 BPD en 2014, sin embargo la producción de gas seguía aumentando, sin haber producido una burbuja de gas de proyecto alguno Costa Afuera y con una PDVSA GAS que venia cediendo, desde 1.700 MMPCD en 2008 a 750 MMPCD al cierre de 2014. En realidad ese supuesto aumento en la producción de gas, fue el resultado del desinfle irracional (destrucción) de nuestros yacimientos, a la par que se descontinuaban proyectos de inyección de gas para su desvío, ante la creciente necesidad de mayor producción tanto de gas, como de crudo. Como resultado, se destruyen yacimientos de petróleo y gas asociado, se pierde producción de líquidos y se dispara el venteo y quema de gases y con ello las emisiones toxicas.

PDVSA en Emisiones

A medida que es más pesada la composición del hidrocarburo, aumenta proporcionalmente su potencial contaminante. A partir de finales de los 70 cuando se decide desarrollar la FPO con el Guanipa 100, el porcentaje de pesados extrapesados en nuestra volumetría creció hacia el 15% al 20%. Entrado los acuerdos de servicios y riesgo compartido de los 90, la misma se elevó hacia el 30% @ 35% hasta el entorno de 2004-2006. Para entonces, con la implementación del plan siembra petrolera en 2007-08, dicha relación se catapulta hacia el 50%. Entre 2018 y 2021 se dispara al 61%.

Basado en el tipo de hidrocarburos que produce, ventea y procesa PDVSA en la actualidad, además de la naturaleza de sus operaciones, el potencial contaminante al nivel de producción del cierre de 2021 ronda los ~225 megatones (225.000.000) de CO2 por año, equivalentes a 61 megatones netos de Carbono (no CO2) emitidos por año. Ello excluye las operaciones aguas abajo, área esta que se ha convertido en una verdadera caja de "Pandora".

La corrección respecto a la cifra inicial de 160 megatones dada en el artículo de "Tal Cual", surge al diferenciar por tipo de crudo producido, ya que el poder de emisión del barril pesado-extrapesado que constituye el 61% de la producción nación, es muy superior al del barril liviano y mediano, y el gas natural. Con ello, el mayor potencial de emisiones proviene precisamente de la FPO con unos 97 megatones-año, representando el 42% del total y un 48% al incluir las emisiones producto del "mejoramiento-upgrading" (bajo la premisa de los 4 mejoradores activos).

PDVSA y Los Mercados de Carbono

El control de emisiones nace en 1990 con el "cap & trade" (limita y negocia) de G. Bush padre, implementado para frenar el avance de las masivas emisiones de SOx que estaban ocasionando lluvias acidas y destrucción de la flora y fauna. Luego en 1997 fue "orientado" hacia las emisiones de carbonos durante el acuerdo firmado en el protocolo de Kyoto. Hoy muchos gobiernos desde Norteamérica, Europa, Nueva Zelandia, Corea del Sur y China, han adoptado el "cap & trade", el cual sirve de medio para regular emisiones basado en esquemas de premio/castigo. China también lanzó su mercado de carbonos durante Julio’2021[https://ccci.berkeley.edu/news/2021/07/china-launches-world-s-largest-carbon-market] y Venezuela debe estar muy consciente de ello.

Dichos gobiernos emiten permisos (allowance) a sus industrias para "producir" cierto nivel de emisiones de carbonos durante sus procesos cada año. Si al receptor de dichos permisos le hacen falta cuotas adicionales; las compra. Las que las que no utiliza las negocia en el mercado centralizado de carbonos. En el caso de Europa se denomina "ETS" o "emission Trading scheme". Cada año el volumen de emisiones permitido es menor y por ende resulta cada vez más estricto para las industrias el control, forzándolas a ser más selectivas en cuanto a sus suplidores y eficientes en sus procesos.

Hasta 2017-18 el mercado de carbonos no se había desarrollado plenamente, debido a que había excedentes en los créditos flotantes en el mercado. La razón era simple, los países no tenían para entonces idea precisa de las emisiones unitarias para cada proceso. Era un mercado incipiente donde no se había ajustado el balance entre el CO2 emitido/producido y permitido. Pero tampoco habían aparecido las regulaciones y los compromisos contraídos durante el COP21, el COP26, ni el "2050 net-zero" o "balance cero 2050". Es así como a partir de 2017-18, el crédito de carbono pasa de menos de 10 euros antes de 2017, a más de 83 euros (~$94) en la actualidad, esperándose que siga aumentando.

PDVSA en la Mira; Implicaciones

La elevación en la cotización del carbono responde a la severidad de los procesos necesarios para lograr los objetivos trazados por los distintos gobiernos, lo cuales responden a acuerdos políticos adheridos al cambio climático y sobre todo al control de emisiones toxicas y de efecto invernadero.

Es así como el número de medidas restrictivas y punitivas con impacto económico sobre los que violan dichos acuerdos ha venido en aumento. Un grupo de activistas [ https://twitter.com/einsteinmillan/status/1481637624540323845?s=11 ] que ganó un juicio histórico en contra de Shell apunta sus baterías hacia 30 operadoras demandando reducir sus emisiones en 45% para 2030, o enfrentar juicios. Varios gobiernos de Europa y Norteamerica estan ganados a la imposición de tarifas, impuestos o penalizaciones [ https://twitter.com/einsteinmillan/status/1480578971767087113?s=11 ] a las importaciones que contribuyan a elevar emisiones.

Así las cosas y ese 90% de las economías globales las cuales son consumidores neto de energía y firmantes de todos los acuerdos adheridos al control de emisiones, pronto impondrán sanciones a toda corporación en función del nivel de emisiones netas que produzca durante sus operaciones naturales, limitando sus ganancias y poniéndoles contra pared de no tomar acciones correctivas inmediatas; PDVSA entre ellas.

Tomando como lineal el valor actual del crédito de carbono en el ETS y sabiendo que las emisiones netas de carbono (no de CO2) son de 61 megatones por año, de no tomar acción correctiva alguna para balancear sus emisiones toxicas, PDVSA se vería obligada a asumir costos superiores a $5.500 millones anuales al nivel actual, sin incluir las emisiones aguas abajo, obligándola a cerrar la "Santamaría" o vender a grandes descuentos en mercados secundarios, lo cual igualmente le llevaría a la bancarrota, por sus elevados costos y reducido margen.

¿Que Opciones Tiene PDVSA?

Venezuela, como el resto de los países firmantes del protocolo de Kyoto y del acuerdo de Paris de 2015 (COP21), debe apegarse al control de emisiones toxicas y de gases invernadero.

Venezuela está obligada a adentrarse en la economía circular, donde la reutilización y los ciclos cerrados deben prevalecer, buscando también maximizar el aprovechamiento del potencial renovable que posee para balancear sus emisiones. Esto último se intento infructuosamente durante la primera década del nuevo milenio, pero la corrupción y la falta de experticia llevaron dichos proyectos a un callejón sin salida.

PDVSA también debe balancear sus emisiones y alinear su portafolio con proyectos que la hagan competitiva con sus pares en el mundo en cuanto al potencial de generación toxica por barril equivalente. Debe reducir sus emisiones directas e indirectas en sus procesos y a lo largo y ancho de su cadena de valor.

A nuestro juicio, algunos cambios que podrían impactar positivamente la industria son técnica y operacionalmente posibles dentro del mediano plazo, sin embargo el lograr el balance cero podría tomar sobre 2 lustros, dependiendo de que tan profundo sea el daño causado en los distintos procesos de PDVSA.

Algunas destacadas calificadoras de riesgo prevén una necesidad de inversión global superior a $9,5 trillones cada año en las siguientes décadas hasta 2050, para poder limitar el aumento global de la temperatura a ~1.5 grados centígrados. Ese capital es equivalente al 50% de las ganancias corporativas globales y Venezuela pudiera tener acceso a una porción del mismo, pero sabiéndolo aprovechar. Todo dependerá de que tan preparados estén nuestros gobiernos, el Menpet y la directiva de PDVSA, para comprender la urgencia de dichos cambios y sobre todo, para ponerlos en marcha de manera efectiva y eficiente cuanto antes.

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