Los Herederos del Sabotaje Petrolero

Martes, 01/03/2022 03:14 PM

Los 10 años que sucedieron a 1975 en la vida de la naciente PDVSA, son caracterizados como de reducción sistemática de la producción en medio de un clima de incremento de la demanda mundial y alza del barril.

La industria petrolera recién nacionalizada coexistía de hecho con una clara inercia operativa heredada desde las transnacionales, con lo cual sus herederos criollos justificarían lo que más tarde seria conocido como el falso mito llamado "mitocracia" o meritocracia del mito.

La PDVSA recién nacida perdía producción mientras globalmente entre 1973 y 1981, se suscitaban eventos geopolíticos que promovían el alza inusitada de los precios del petróleo y el incremento sostenido en la demanda. La caída de producción que promovió la mitocracia fue desde 3.060.000 b/d en 1974 hasta 1.750.000 b/d en 1985, acumulando un desplome neto de cerca de 1.300.000 b/d en 11 años de deficiente gestión, aun con una inversión promedio anual de $500 millones de entonces; unos $1.700 millones por año de hoy, en una industria joven y sanitizada (sin problemas operativos).

A partir de 1983-85 comenzaba una nueva era en el mundo petrolero signada por la continua violación de los acuerdos de la OPEP y donde la PDVSA del mito jugaría un papel entreguista y fundamental para los intereses de EEUU, al favorecer abiertamente el desplome de los precios del barril y la construcción de lo que más adelante seria conocido como "Inventarios Estratégicos de Crudo", iniciada en el entorno de 1983-84 y subsidiada en pleno con crudo Venezolano barato.

Alrededor de 1987 PDVSA propuso elevar la producción a 5 MMBD para 1998, para luego a inicios de 1990, cambiar dicha meta desplazándola hacia el año 2.000. Dicho objetivo nunca logró cristalizar aun contando con recursos y activos relativamente jóvenes. Ya hacia finales de los 90, la PDVSA del mito logra remontar cierta producción con ayuda de sus antiguos amos, pero precisamente en medio de un ambiente de abundante oferta y depresión de los precios del barril, para alcanzar en 1998 su máxima producción de 3.45 MMBD.

Con dichas acciones y la violación sistemática de las cuotas por parte de Venezuela y PDVSA; entre otros miembros de la OPEP, el barril fue dirigido hacia una imparable caída que tendría su clímax entre 1998 y 1999, cuando nuestro crudo era ya cotizado en cifras cercanas al entorno de los US$10 por cada barril.

Ya para entonces los inventarios estratégicos de crudo de los EEUU estaban a plenitud, con un volumen almacenado cercano a los 580 millones de barriles de petróleo barato y mayormente subsidiado por la PDVSA del mito, a espaldas del interés del estado Venezolano.

Aunque parezca difícil de creer en una corporación que se hacía llamar "meritocratica", tal y como fue reconocido por el propio Ramon Espinasa; un legítimo representante de esa mitocracia hoy fallecido [ El auge y el colapso de Pdvsa a los treinta años de la nacionalización (scielo.org) ], "no fue sino hasta 1990 cuando tomó forma por primera vez en la PDVSA del mito, el plan maestro "integrado" de mediano plazo que se revisaría todos los años. En ese primer plan integrado se fija como objetivo duplicar la capacidad de producción a lo largo de la década, para llegar a 5 MMBPD alrededor de 2000", cosa que nunca se logró.

Ese fue el primer Plan de Mediano Plazo en el cual PDVSA asume un perfil propio, ya que hasta ese momento el plan corporativo era la suma de los planes de cada una de las filiales. Inéditamente, no existía un plan coordinado que tuviese como norte la visión-país.

Fue en el plan de 1990 donde PDVSA integra (según el mitocrata Espinasa) la visión global y estratégica país. Con razón los caballos iban hacia atrás, mientras la carreta miraba hacia adelante.

Entre 1994-1998, el hombre del desfalco colombiano [ PDVSA: La Huella Putrefacta de la Mitocracia Ad-Hoc. Conspiración y Retos - Por: Einstein Millán Arcia @EinsteinMillan (aporrea.org) ] y artífice de la quiebra de Allange Energy, el "meritócrata" Luis Giusti y su clan, logran reducir la participación fiscal en 1998, cuando la ganancia neta registra su mínimo histórico de $663 millones en la historia de las contribuciones de la industria hasta entonces, mientras los costos de producción se expandían desde el entorno de $3.3 hacia más de $8.1 por cada barril a finales de la década de los 90; un 245%.

Aun con la apertura, la producción por esfuerzo propio de PDVSA nunca logró superar en su apogeo los 2.6 @ 2.7 MMBD. Con esfuerzo compartido, la PDVSA del mito entre 1976 y 1996 jamás produjo más que la nueva PDVSA entre 2003 y 2012; repetimos, aun contando con yacimientos e infraestructura mucho más jóvenes.

 

Llegado el sabotaje petrolero de diciembre 2002, la producción "instantánea" de crudo es abatida a menos de 700.000 b/d. Pero la nueva PDVSA logra contrarrestar en menos de dos años la caída de producción al superar para 2004 los 3.15 MMBD. Ya para 2007 la nueva PDVSA alcanzaba producir más de 3.27 MMBD con tan solo 38.513 empleados.

Algunos de los herederos de la mitocracia golpista (la meritocracia del mito), artífices del sabotaje petrolero de 2002, tratan de enmendar sus actos de destrucción y corresponsabilidad en el intento de destruir PDVSA, aludiendo que protestar es un derecho y que por lo tanto no puede tildarse de sabotaje la protesta. Pero la definición de sabotaje es clara: "Daño o deterioro que se hace en instalaciones, productos, como procedimiento de lucha contra los patronos, contra el Estado o contra las fuerzas de ocupación en conflictos sociales o políticos. Oposición u obstrucción disimulada contra proyectos, órdenes, decisiones, ideas".

A lo mejor no todos tenían la intención de destruir, pero las acciones y sobre todo, los resultados, demuestran más allá de dudas que fue un vil sabotaje, que tenía como propósito real el inutilizar PDVSA para lograr un fin político.

Durante 2003 nos tocó personalmente formar parte de la comisión presidencial evaluadora del daño patrimonial de PDVSA. La nación Venezolana acusó pérdidas superiores a $30.000 millones (RT:2022) como consecuencia de acciones vandálicas, ejercidas con maldad en contra de los bienes de la nación por representantes de la extinta mitocracia, quienes además arrastraron a inocentes al desempleo. A través de dichas acciones, pandillas de saboteadores y golpistas enardecidos;

· obstaculizaron el acceso a las instalaciones de la empresa al personal que estaba en desacuerdo con el golpe petrolero

· destruyeron bienes muebles e inmuebles

· saquearon y vandalizaron oficinas

· inutilizaron servidores y bases de dato, claves y acceso a flujos y rutas financieras

· obstaculizaron rutas de exportación de crudos

· cerraron pozos, operaciones, líneas de transmisión, telemétricamente interrumpieron procesos

· ahuyentaron a clientes internacionales aduciendo un eventual incumplimiento de nuestra industria en sus compromisos

· substrajeron activos corporativos (computadoras, registros; etc.)

El sabotaje apuntó a inutilizar el normal funcionamiento de la industria, apuntando a causar el mayor daño posible. Aun asi, A. Araque hacia principios de 2003, invita a reintegrarse a todos aquellos que desearan volver a sus puestos de trabajo. Algunos se reintegraron.

Hoy, los herederos de estos golpistas y saboteadores usurpan nuestra corporacion en suelo norteamericano; Citgo. Llevan ya 37 meses de perdidas continuas al frente. Son los mismos que llevaron directo a la quiebra y asaltaron a Monomeros [ Madre de Leopoldo López recibió pago de Monómeros por 70 mil dólares | elsiglocomve ]. Estos mismos elementos que destruyeron Monomeros, hoy activamente destruyen Citgo.

 

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