PDVSA; de ejecutivo del año a acusado por estafa

Lunes, 17/10/2022 01:14 PM

La época de los 90 es digna del más detallado escrutinio en la historia reciente de Venezuela y particularmente en la historia de Petróleos de Venezuela. Fue la época donde se sintió el efecto del paquetazo del FMI que inicia en 1989 con CAP II, la época de la apertura e internacionalización de nuestra industria petrolera y la época en la que la nación Venezolana experimentó el mayor índice de pobreza jamás registrado hasta entonces. Todo ello ocurre en medio de la "mayor producción petrolera" de nuestra nación, luego de nacionalizada/estatizada la actividad petrolera en 1975-76. Fue la época en la que se violaban consistentemente los acuerdos de la OPEP y la época en la que nuestra industria percibía la menor relación de ingreso neto a ingreso bruto, como consecuencia misma de la apertura, la internacionalización y la mera traición a la patria, de parte de algunos representantes de ese extinto liderazgo petrolero de la época de los 90.

La relación de ingreso neto a ingreso bruto de PDVSA se desplomó desde un 16% a 18% previo al cierre de los 80, hasta un 2.2% hacia 1998. Ese menor nivel de ingreso neto en la historia de nuestra industria registrado en 1998 de $663 millones ocurre con Luis Giusti al frente, precisamente en el año en el que Venezuela mostraba la mayor producción registrada desde 1976 de 3.449,000 BPD. Coincide además con el año en el que los mercados experimentaron precios del barril de hasta un solo digito (<$10 pb) a consecuencia directa de una sobreproducción, donde las cabezas de petróleos de Venezuela tendrían un protagonismo clave, no solo en la violación consistente de los acuerdos de la OPEP, sino en la facilitación del llenado de los inventarios estratégicos de crudo norteamericano a partir de 1986, con un petróleo barato y subsidiado con la descapitalización de nuestro país y el empobrecimiento del Venezolano.

Las exigencias del Fondo Monetario Internacional y las inconvenientes decisiones de PDVSA, llevaron a Venezuela hacia un abismo solo comparable con lo ocurrido luego de 2017-19. Todo ello condujo a uno de los estallidos sociales más importantes del siglo 20 en América Latina: El Caracazo, lo cual condujo luego al arribo de H. Chávez al poder.

Dos individuos tuvieron influencia particular en estos hechos de traición a la patria; J. Chacín (>1986) y L .Giusti (>1994). Ambas fechas marcaron el inicio de grandes transacciones enmascaradas tras lo que ellos denominaron hacia 1986 como "la internacionalización" y luego hacia 1992 con la "apertura petrolera". Esta última realmente arranca operación/producción en el entorno de 1994. Ambas fechas marcaron un gran retroceso para Venezuela, al no solo haber impactado adversamente la contribución neta de PDVSA al estado, ralentizando marcadamente el crecimiento económico de nuestra nación y la calidad de vida del Venezolano, sino también habiendo sumergido a Venezuela en un agudo nivel de pobreza extrema y una masiva fuga de capitales. Muchos de esos capitales que entraban producto de la renta petrolera, eran centrifugados por las mismas transnacionales de la apertura de vuelta al exterior, mientras los costos de producción se triplicaban y el país iba direccionado hacia el abismo financiero, político y social.

Algunos intentan señalar la acción gubernamental como única responsable de la pobreza y desplome de nuestra economía; sin embargo, la industria petrolera siempre había sido protagonista fundamental en la motorización esa misma economía. El estado contaba con PDVSA y su actividad asociada para proveer sobre 75% de los ingresos netos en divisas de la nación en ese entonces. Por ende, al fallar PDVSA falla en consecuencia el estado.

Nadie que recordemos investigó a Juan Chacín, como tampoco hubo consecuencias; ni tan siquiera administrativas, sobre Luis Giusti. El primero falleció, el segundo aun deja que hablar. Algunos detalles de la internacionalización; particularmente en cuanto al origen de la negociación y el valor de Citgo, han sido ya expuestos en artículos previos [Einstein Millan Arcia: Citgo entre los peores negocios de Pdvsa - Turimiquire.net].

El ejecutivo del año

En 1994 llega Giusti a la presidencia de PDVSA; el segundo delfín de las transnacionales. Nos consta que su nombramiento causó malestar en los altos niveles de la industria, dado que había hombres capaces como Volkenborg o Mandini, que tenían mayor nivel, antigüedad y experiencia relativa y además estaban en la línea de progresión y reemplazo.

En el entorno de 1997 y 1998 es nombrado; no por casualidad, por dos años consecutivos como "ejecutivo del año por "Energy Intelligence Forum", un ente patrocinado en aquel entonces particularmente por Shell, la misma corporación de donde provenía su "hombre de confianza". Nombraban ejecutivo del año a quien había llevado a PDVSA a experimentar el menor nivel de ingreso neto en su historia, a quien había triplicado los costos de producción y a quien había contribuido al derrumbe de los mercados energéticos globales. No era de extrañar, esos dos nombramientos provenían de Inglaterra, no solo el país donde estaban las oficinas corporativas de Shell y BP, sino las de "Intelligence Forum".

El interés particular era que su operador se mantuviera al frente de nuestra industria para ellos poder seguir "entendiéndose". Pero H. Chávez no titubea en defenestrarlo en buena hora. De allí Giusti se refugia en el CSIS al unísono en 1999, uno de los "think tank" de DC dedicados a "inteligencia energética" y desde donde nacen muchas; sino todas las acciones dirigidas en contra de países productores no alineados con los intereses norteamericanos; ergo el sabotaje terrorista de 2002, la toma de Citgo, Monómeros y las sanciones de 2017 en contra de PDVSA-Venezuela.

En el año 2000 es además nombrado como director externo de Shell. Todo ese lobby político y financiero que le da cobijo luego de expulsado de nuestra industria, era el que temía que llegase el fin de la apertura y el fin de su operador favorito en PDVSA, como en efecto en buena hora; repetimos, llegó.

Algunos podrán ahora comprender ahora, porque Giusti cedió a SAIC-Intesa el control de todos los servicios enteros de computación y sistemas de nuestra industria petrolera; incluido el control telemétrico de procesos, a sabiendas que la información es, era y será, el más preciado activo de toda industria, pero particularmente el de la industria petrolera. No solo porque es una inversión costosa que se está en efecto regalando, si no por las implicaciones de inteligencia estratégica corporativa.

SAIC era en aquel entonces el mayor contratista del departamento de defensa de EEUU. Rutinariamente en el entorno del mediodía, la transmisión de data desde PDVSA-Venezuela hacia SAIC-EEUU, era masiva y rutinaria. ¿Como pudieron, el congreso, el ministro de petróleo, el presidente y la nación, permitir sumisamente tal acto de traición a nuestra patria?

Luego de su expulsión de nuestra industria, Giusti lidera acciones que desembocan en el sabotaje petrolero de 2002. El 24 de Noviembre de dicho año, una semana antes de la convocatoria a paro luego convertido en sabotaje terrorista, Giusti, entonces asesor en materia de energía del gobierno de EEUU, anunciaba el compromiso del sector petrolero con el sabotaje terrorista, afirmando que "si Pdvsa va al paro, el país colapsa en una semana". Giusti aparentemente viajó a Venezuela días antes del fallido golpe, para dar instrucciones a sus subordinados, algunos de ellos hoy enconchados en PDVSA ad Hoc

Los golpistas son vencidos y huyen en su mayoría de Venezuela. Giusti es llamado hacia 2009 por colombia, buscando su asesoría en una especie de símil de la apertura petrolera Venezolana. No pasa mucho tiempo antes de aparecer involucrado en una oscura trama de estafas y malversaciones con Alange Energy, en donde se le acusaba de haber alterado cifras de producción y estados financieros, para levantar capital a través del engaño y la estafa de incautos inversionistas, hasta el punto que en 2011 anunciaron una demanda en su contra en Ontario, Canadá [Alange Energy Aware of Potential Lawsuit (prnewswire.com)].

En ese mismo ínterin es mencionado en una dudosa relación con Stanford bank-Antigua, el cual quiebra en una especie de "Esquema Murdock" y donde Giusti aparecía entre su junta directiva. Según dicho artículo, el hijo de Giusti; quien fue recientemente expulsado de Citgo, trabajaba igualmente en dicho banco. La apertura colombiana resultó; salvo pocas excepciones, en una masiva estafa contra incautos inversionistas [Einstein Millán Arcia: PDVSA; La huella putrefacta de la mitocracia Ad-Hoc; Conspiración y retos - Emisora Costa del Sol 93.1 FM (costadelsolfm.org)], abundantemente documentada una y otra vez.

Ya en la actualidad durante 2021 [The former president of Frontera is accused by the founder of the company of stealing oil | BM.GE], Giusti junto al fundador de Frontera, Steve Nicandros y otros directivos, se ve involucrado en demandas y contrademandas donde una parte es acusada de robar petróleo y dineros de la empresa, mientras que la otra parte es acusada de malversación y utilización fraudulenta de dineros para cabildeo. Recientemente, luego de haberle asignado "políticamente" hacia Junio’2022 la operación de la Refinería di Korsou, le fue luego "diferida" al oponerse dos de los integrantes del equipo técnico-evaluador de parte de la refinería [Se complica la negociación de Luis Giusti por la refinería de Curazao - Primer Informe], alegando "complicaciones internas", las cuales hasta ahora no han sido resueltas.

Siempre hemos sostenido la importancia y la necesidad que tenía y tiene Venezuela, de mantener saludables las relaciones comerciales con cualquier país, independientemente de las orientaciones, simetrías o diferencias políticas. Máxime un país que, como Estados Unidos, cumplía con sus obligaciones de pago responsablemente y representaba y aun representa, una fuente segura y confiable de ingresos al corto y largo plazo para nuestra nación.

Fue un grave error de la administraciones Venezolanas post 1998 el romper con dicha tradición. Hoy se han dado cuenta que los socios de oriente; Rusia y China, no eran lo que ellos habían anticipado y que realmente necesitan de Norteamérica tanto, como este necesita de nuestro país.

Pero una cosa es equivocarse política y estratégicamente, y otra es actuar en contra del interés nacional, como lo hicieron varios de los delfines de las transnacionales y como aun lo hacen muchos de los que tienen sobre sus hombros responsabilidad sobre el manejo de nuestras empresas y recursos medulares.

Estados Unidos es un país admirable, no tanto por sus gobiernos, sino por el patriotismo de su gente. Lástima que en Venezuela primero se mire hacia afuera para regalar nuestros recursos, que hacia adentro para satisfacer las necesidades domésticas. No es culpa de EEUU, de China, ni de Rusia, si en Venezuela no saben negociar, no son celosos con sus activos, o si los negociadores son traidores, corruptos o incapaces. Es culpa del país, de sus gobiernos y de sus instituciones.

Es por ello que insistimos; nadie que haya atentado en contra de un bien de la nación para lucrarse y/o conseguir un fin político; venga de donde venga, puede dirigir al país, ninguna de sus corporaciones medulares, ni tener cabida en el futuro manejo de nuestros recursos. Es el derecho legítimo de cada nación asegurarse que sus ciudadanos sean verdaderos patriotas; y no, traidores, ladrones, o vende patria.

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