Cuando el petroleo estaba atado

Viernes, 25/11/2022 01:16 PM

El dos de febrero de 1999 Hugo Chávez llegaba al poder y con él se arrastraba la orden imperial la cual hasta entonces nadie había podido rasgar en cuanto a las reservas de petróleo las cuales se pudiesen aumentar más allá de lo establecido en setenta y seis mil millones de barriles. Pero pronto el enigma sería roto y tal como se sabía las reservas de crudo fueron colocadas arriba de trescientos treinta y ocho mil millones de toneles de petróleo.

Esto le permitió al país un liderazgo de buenos precios para Desde tiempos pasados la mayor parte del mundo consumidor petrolero ha venido moviéndose en una permanente lucha por manejar dentro de su poder político-económico los diferentes recursos y riquezas existentes en otras naciones a lo largo y ancho del planeta. El Libertador Simón Bolívar lo escribió en La carta de Jamaica el 6 de septiembre de 1815. Los estados del istmo de Panamá hasta Guatemala formarán quizá una asociación. Esta magnífica posición entre los dos grandes mares podrá ser con el tiempo el emporio del universo; sus canales acortarán las distancias del mundo; estrecharán los lazos comerciales de Europa, América y Asia; traerán a tan feliz región los tributos de las cuatro partes del globo.

Esto resulta a su vez en un control pleno del aspecto económico como base esencial para el desarrollo de cada nación. Así, la configuración del mapa geopolítico mundial, se debate actualmente en una disputa por los numerosos recursos energéticos naturales —fósiles— con la finalidad de satisfacer las demandas internas de cada país, permitiéndoles a los dueños de las corporaciones petroleras y no petroleras manejar los generosos capitales del mantenimiento para el control total de estos grandes grupos de poder de las finanzas mundiales, donde los grandes consumidores siguen jugando un papel trascendental y determinante.

En este conflicto mundial o tablero geopolítico de los recursos energéticos, interviene un novedoso e importante elemento por empezar a conocerse: la geogerencia de la complejidad, entendida esta como lo geográfico, geopolítico y geoestratégico, combinándolos con aportes modernos, sencillos y de los nuevos tiempos de la gerencia.

En esta perspectiva, la explosión demográfica más el consumo del parque automotor mundial con los comprometidos pasos de nuevos conflictos y de otros ya existentes y el desarrollo de nuevas tecnologías, han traído como consecuencia un aumento significativo de la demanda energética. El petróleo y sus derivados son los únicos que hacen posible mantener las grandes industrias productoras de bienes y servicios, conservar carreteras por donde transitan millones de vehículos y hasta el calentamiento de regiones frías, entre otras, donde las energías alternas se explotan en una escala menor a la del petróleo.

Son muchas las formas alternas de energía pasadas, presentes y de seguro lo serán en el futuro. La energía nuclear, eólica, solar, geotérmica, hidroeléctrica, biocombustibles y utilización del hidrógeno; cada una de ellas con sus implicaciones ambientales, diferentes costos y hasta implicaciones éticas en el aporte mundial no logran superar todas juntas incluyendo la hidráulica más allá de un 5% en el en el patrón del aporte mundial.

En este orden de ideas, se habla del recurso que determina el movimiento geopolítico mundial: el petróleo como elemento de fuente energética. Observando que algunos países productores de este mineral fósil de un gran valor en el planeta, se encuentran ubicados en el Medio Oriente: Arabia Saudita, Bahréin, Emiratos Árabes Unidos, Irak, Irán, Israel, Jordania, Kuwait, Líbano, Libia, Omán, Qatar, Siria, Sudán, Yemen, más parte de Cisjordania, por eso todos en conjunto conforman el espiral de un mundo sensible y dispuesto a pugnas bélicas.

Paralelamente, Venezuela según Gaceta Oficial número 39.885 de fecha 16 de marzo de 2012, certificó las mayores reservas petroleras del país las cuales vienen a significar las más altas del mundo incluso por encima de Arabia Saudita, lo que evidentemente genera perspectivas para el futuro regional.

Por eso la señal del denominado: Acuerdo de Cooperación Energética: Petrocaribe, firmado el 29 de junio del año 2005 en Puerto La Cruz, estado Anzoátegui, Venezuela. Petrocaribe es el tema, área y región en la cual está expuesta la propuesta de la geogerencia de la complejidad la cual se encuentra inmersa en el Paradigma Cuántico que desplaza, aunque incluye, el paradigma cartesiano-newtoniano, basado en los determinismos y en la díada causa/efecto.

Por eso la forma de Petrocaribe anuncia un momento de integración y desarrollo energético en el área representada por este enclave geográfico, así lo dicen los acuerdos en sus constantes reuniones lo cual ahora es visto como una interesante posibilidad para los países signatarios en esta área caribeña.

A diferencia de los demás países que conforman esta zona,
—Latinoamérica— el Caribe es la única área que mantiene el status de territorio virgen para el desarrollo de los nuevos habilitadores nacidos a partir del año 1999 con el ALBA-TCP.

La situación ahora cambió bajo una nueva política exterior que bien pudiera entenderse como petrodiplomacia, la cual conforma o constituye un control hacia sus soberanías, cuyas actividades diarias y aquellas vinculadas a cuestiones de índole gerencial no sean ajenas a la idiosincrasia territorial.

Conviene mencionar como antecedente la situación de abandono que tuvo el área del Caribe para Venezuela y la cual ha sido mostrada con el transcurrir de los últimos años, dando muestras de lo complejo, y la cual necesariamente hoy, manifiesta que si es posible la creación de una geografía con rostro gerencial complejo dentro del planteamiento de Petrocaribe.

Por ello Petrocaribe es una organización que representa legítimamente sus intereses por la independencia y soberanía tras la firma de tareas que concreten los propósitos planteados. Esta dinámica de acontecimientos es enmarcada por triunfos y reveses, pero el compromiso asumido logrará un status de entidad para encarrilar en la búsqueda de soluciones políticas para iniciar las fases de negociaciones y acuerdos entre ambas para avances de mayor trascendencia.

De implementarse este nuevo orden traería el replanteamiento de nuevas Relaciones Internacionales para el Caribe combinadas desde la propuesta de la geogerencia de la complejidad.

El Caribe es un mar tropical situado en el hemisferio occidental, parte del Océano Atlántico, hacia el sureste del Golfo de México y el Norte de Venezuela. En ese mismo norte se encuentra con las Antillas Mayores: Cuba, La Española, Haití y República Dominicana y Puerto Rico. Al Este con las Antillas Menores (Meridiano 60°). Al Sur: Venezuela, Colombia y Panamá (Paralelo 10°) y al Oeste: Costa Rica, Nicaragua, Honduras, Guatemala, Belice, y la Península de Yucatán (México) Paralelo 88°.

El Mar Caribe es uno de los más grandes del mundo su área es de 2.754.000 km2. Su punto más profundo está en la Fosa de Bartlett-Caimán situada entre Jamaica y Cuba. El Caribe está compuesto por varios Golfos: Golfo de Venezuela, Golfo de Darién, Golfo de los Mosquitos y Golfo de Honduras. Por tal motivo, este espacio geográfico —Petrocaribe— deberá estar sometido a una actual geogerencia de la complejidad aplicada y que dé cuenta e interprete el nuevo espacio acordado. Este punto apela a la teoría del caos organizado estudiado por uno de sus autores Edward Lorenz quien considera, finalmente, que para un análisis y hermenéutica lo esencial son las relaciones en sus zonas geográficas y no los actores vistos en todos los procesos.

Particular y significativamente esta interacción e interconexión entre empresas y mega empresas como es el caso de Petrocaribe, viene a ser un habilitador fundamental en las acciones emprendidas a partir del año 2005. Es evidente que para investigar el problema de la geopolítica y la geoestrategia hay que ir fundamentándose en un área muy compleja.

Estos nuevos aspectos o elementos sobre la seguridad y defensa —entre otros— obedecen a resultados que garantizarán el revestimiento de la pericia de espacios dentro de naturales alianzas de zonas que siempre estuvieron allí y que hoy pretenden ser asumidas desde Venezuela para increpar e incrementar una nueva autonomía que sin dudarlo podrán llevar a la sostenibilidad del desarrollo futuro de las próximas décadas dentro de áreas iguales.

Petrocaribe se encuentra dentro de una de las mayores zonas de consumo petrolero mundial: desde Canadá hasta la Patagonia incluyendo el Caribe. Solo en el área de Centroamérica más Canadá y EE.UU. se consumen 23 millones 305 mil barriles diarios, ocupando el primer lugar los Estados Unidos con 18 millones 886 mil barriles diarios. Esto quiere decir que desde Petrocaribe se proyectará una geogerencia compleja de índole geográfica capaz de cubrir las demandas futuras hacia Canadá y México que consumen cada uno un poco más de 2 millones de barriles diarios. También las regiones más lejanas las cuales se ubican hacia Asia y Oceanía con 29 millones 382 mil del cual China es el líder con 10 millones 116 mil de barriles por día y luego Europa con 14 millones 297 mil barriles diarios concentrados principalmente en Alemania, Francia, Italia, Holanda, España y Reino Unido.

Frente a otros países de la región del Caribe ninguno proyecta más años de reservas que las que actualmente se ofrecen desde Venezuela, más su colosal alianza tanto con las reservas de Cuba y de Haití.

Venezuela junto con la fuerza de su petróleo será la potencia que motivará a la presente sociedad industrial, siendo además el combustible para el actual y presente futuro de la civilización. La geogerencia de la complejidad contempla la base para los negocios más grandes del mundo, que abarcaría los más extremos usos de riesgo y recompensas, así como también relaciones y conflictos entre empresarios y empresas corporativas, así como entre los negocios privados y del Estado-nación.

En Petrocaribe no se ha implementado lo novedoso de esta propuesta de manera total y absoluta. Aunque las nuevas exigencias de integración del modelo político venezolano impulsan en conjunto de habilitadores para la región hacia la región la creación y aplicabilidad por nuestra parte de una Geogerencia de lo Complejo lo cual es lo novedoso de esta propuesta de investigación doctoral.

Su accionar legitima y da reconocimiento institucional del Estado venezolano y los 19 países de la región del Caribe, aparte del valor jurídico con Petrocaribe, fortalecido por todos sus Habilitadores: Banco de Petrocaribe, Refinerías de Jamaica, Cuba y República Dominicana, Celac, Mercosur, Unasur, Consejos Ministeriales de Alimentación y Defensa, entre otros. Estos Habilitadores dan cuenta de la creación de una nueva área geográfica donde se esculpen alianzas, convenios, integraciones, acuerdos, logros, recomendaciones, desprendiéndose un crecimiento económico. Todo sobre la base del recurso petrolero venezolano y sus derivados, para impulsar un arco caribeño que formulará las nuevas relaciones comerciales y de seguridad y defensa frente a la nueva causa de los conflictos internacionales de los años venideros

Del párrafo anterior se desprende la perentoria puesta en marcha en desarrollarse como una herramienta que reviviría integralmente el área geográfica desde Petrocaribe. Mientras que las gerencias lineales, clásicas, aplanadas no podrían dar cuenta de los nuevos retos enmarcados desde Petrocaribe para la obtención en beneficios de un espacio que solo ha de ser posible gracias a nuestra propuesta.

Como país con grandes yacimientos petroleros y administrador de los mismos deben plantearse entre sus estrategias una gerencia geográfica capaz de impulsar un área geopolítica y de negocios donde se impulsen resultados de integración socioeconómica, es decir el desarrollo bien visto de la geogerencia de la complejidad petrolera.

Se ocupa el primer lugar de reservas petroleras en el planeta, eso significa un 21% del total existente. Esto la hace el país con más responsabilidad en cuanto al cuido y defensa de sus reservas atractivas para el mundo. A partir de la geogerencia de la complejidad el petróleo venezolano podría superar la región del Caribe y desde esta establecer la nueva seguridad y defensa del cuidado geográfico de su soberanía.

Venezuela según su ubicación y reservas petroleras dentro del contexto de la crisis energética mundial, abre en profundidad el sincerar la demanda hacia la zona del Caribe. En lugar de contribuir a la escasez de tan extraordinario recurso, puede impulsar desde la geogerencia un importante escenario geopolítico con acuerdos militares, estabilidad y planeación de conflictos diplomáticos y de alta estabilidad política, social y de integración.

Es por eso que hay un acuerdo entre lo que se ha expuesto para consolidar la cultura del petróleo y, al mismo tiempo, partir de la observación de los sujetos registrados en los nichos culturales del petróleo.

No obstante, la observación constante dictaminarán otra cosa: su opuesto: el orden, lo armonioso. No hay que perder de vista que para que una mega empresa energética es condición necesaria que tanto los individuos anotados en calidad de miembros de las diversas áreas: refinación, extracción, administración, así como de los observadores sea un ejercicio constante o al menos con cierta regularidad en el cronograma. Con lo cual garantizarían la excelencia de la mega empresa y sus filiales en su hacer. Estos artefactos de evaluación, lejos de toda abstracción, arrojarían datos importantes acerca de la proactividad de los integrantes en un momento dado.

Comprobado ya que no existe nada sin cultura y habiendo notado, de manera palmaria, la imbricación vertical entre cultura y geogerencia de la complejidad —la primera abarca a la segunda— comenzamos a entender el carácter sinuoso. En rigor de verdad, no es difícil entender su dinamismo. Pero, ¿no será suficiente con adoptar que el ser humano no es unidimensional —como lo desea la ideología capitalista— sino multidimensional? Solo una gerencia en integración abordaría, desde las diferentes disciplinas, la condición humana que puede garantizar el éxito de las ideas plasmadas.

Gracias a dicha visión integralista hemos podido concebir el máximo de potencia de cada ser humano perteneciente en este caso a su grado de compenetración. No es necesario insistir que al hablar de máximo de potencia significa el cambio urgente de una conciencia llamada consenso.

Los sistemas jerárquicos significaron apoyaturas para delinear un sistema que alcance el máximo potencial en cuanto a sistema de jerarquías se refiere sin excluir a los sistemas jerárquicos precedentes. Dicho en otras palabras: un sistema jerárquico tipo A, obsoleto, aunque funcionando a medias, no queda excluido de la gran pirámide del Sistema de Jerarquías, pues este funciona por inclusión y no exclusión.

Otro punto es la perfectibilidad de los sistemas jerárquicos con sus valores, creencias y hasta adaptabilidades comportamentales. Reside en la misma fuerza de la perfectibilidad la potencia de elevarse a un orden jerárquico que prometa una mejor calidad en la gerencia sin perder los detalles de su complejidad. Un sistema jerárquico, por último, es infinito. A cada instante va haciéndose más funcional, más armónico. Así mismo un sistema jerárquico en cada parte es un todo y su vector se orienta hacia lo vertical y trascendente, de modo que los resultados —producto, beneficios, máximo posible de producción— en el crecimiento de las jerarquías en la cultura del petróleo nos invitan a presenciar simultáneamente nuestro propio crecimiento como seres humanos. Donde exista la semilla bien intencionada de la evolución no hay razones para temer que no ocurra lo mismo. Varios experimentos a este respecto se han llevado a cabo en diferentes países del mundo.

Para Revista el vitral de la ciencia

Noviembre 2022

Hasta más pronto…

Nota leída aproximadamente 1734 veces.

Las noticias más leídas: