Sábado, 03 de diciembre de 2022.- ¿Cómo es eso de que se van a llevar nuestro petróleo y no nos lo van a pagar?
A ver, que alguien nos lo aclare, que nos lo explique.
Ya está listo, ya se firmó, todos lo vimos por televisión, firmado y sellado entre sonrisas y alegría de ambas partes, por la República lo firmó el ministro del Petróleo Tarek El Alsaimi, ya es un hecho público.
Sólo faltan conocer algunos detalles que son muy importantes.
Y como dicen los norteamericanos y el resto del mundo, sobretodo del mundo empresarial: el diablo está en los detalles.
Porque según las noticias recibidas el gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica (USA) autorizó a la Chevron, compañía norteamericana, a extraer más petróleo de los yacimientos venezolanos para su exportación, pero con la prohibición expresa de no pagarle regalías a PDVSA.
Y entonces, ¿cómo van a pagar lo que se van a llevar, si no lo pagan de acuerdo a lo establecido en las leyes de Venezuela?
Esperamos que no se les ocurra abrir una cuenta en un banco norteamericano tutelada por el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, quien al final decidiría cómo y en que podríamos utilizar el dinero producto de la venta de nuestro petróleo.
Y adicionalmente, podría congelar los montos obtenidos por esas ventas, unilateralmente, como ya lo ha hecho previamente.
Tenemos que resguardarnos de alguna forma de que ello no ocurra y abortar esa posibilidad.
Tiene que haber una forma, una fórmula precisa de hacerlo.
Algunos podrían argumentar que este arreglo es estrictamente económico, que no tiene nada que ver con la política y probablemente hasta se lo crean, claro que no revisaron en su vida los textos fundamentales de Economía-Política ni la evolución de muchas negociaciones. a través de la historia.
Claro que tiene de política y de economía y nosotros los habitantes de la República Bolivariana de Venezuela tenemos el derecho y la obligación de estar enterados de lo que se está haciendo con nuestro petróleo, con nuestro patrimonio y el de nuestros hijos, de nuestros nietos y de las próximas generaciones por venir.
Y ustedes los actuales administradores de ese patrimonio están en el deber de informarnos.
Y léase bien, administradores y no propietarios, no se confudan.
Los propietarios somos todos los habitantes de esta hermosa tierra dotada de tanta riqueza y de un futuro brillante, siempre y cuando la tratemos apropiadamente.
No nos dejemos marear con la posible devolución anunciada, que alegan las autoridades norteamericanas realiza por razones humanitarias, según lo indican notas de prensa, de 3.000 millones de dólares de nuestro propio dinero, ilegalmente retenido.
Que devuelvan también el resto, todo lo que han congelado en sus bóvedas, que legítimamente nos pertenece y le añadan los intereses que esos fondos deben haber generado todo el tiempo en que los retuvieron.
Y mantengan la claridad y la trasparencia necesaria en las negociaciones que llevan con el tío Sam.
Así que, a informar, estamos ansiosos por conocer los detalles.