PDVSA; visión 2023. Retos, amenazas y propuesta

Lunes, 26/12/2022 11:00 AM

Se cierra el 2022, un año complejo para el mundo. Aún no acababa de salir de la pandemia cuando se adentraba en un conflicto armado que arrastraría las mayores economías del mundo. Muchas cayeron en un profundo abismo, particularmente las europeas.

A lo interno en Venezuela no mucho han hecho. Mentir, manipular y seguir aprovechándose de los dineros del ciudadano para el lucro personal. Nada construyeron con ese influjo adicional de divisas provenientes del aumento del barril. Hoy, la economía criolla se viene en picada con una inflación acumulada que podría terminar en el entorno del 200% a 250%, con expectativa de acelerarse durante 2023 durante al menos los 3 a 5 primeros meses.

Era lógico esperar tal desenlace dado que nada sustentable se ha construido en Venezuela. Prácticamente nada se manufactura; menos de forma competitiva. Solo importar, robar, e importar.

A la par del alza indiscriminada del dólar, la escasez de gasolina; particularmente hacia el occidente del país, se ha catapultado nuevamente [Se agudiza escasez de gasolina en varios estados (reporteconfidencial.info)]. Se dispara el dólar y la escasez de gasolina precisamente cuando se conjugan dos factores importantes; el desplome de precios del barril y la apertura de la frontera con el nefasto vecino colombia. Una frontera conocida por el crimen, mercenarios, trata de blancas, contrabando de extracción [Einstein Millan Arcia on Twitter: "De #narcolombia nada bueno emana. Apenas abren esa nefasta narco frontera y se dispara el #dolar, escasea la gasolina y los precios de los bienes y el crimen repuntan. Claro, lo del dólar tiene otras aristas, pero lo demás no es nada fortuito." / Twitter] y lavado de dólares.

El 2023 se presenta como un año interesante y complejo desde el punto de vista de la geopolítica energética, con Rusia, China y Norteamérica jugando un ajedrez muy cerrado. Mas allá de anuncios al boleo de sustitución de energía fósil por "renovable", la realidad es que Europa pende de un hilo y particularmente de las decisiones que desde dicha terna pudiesen surgir. Países otrora solidos en sus economías y elevado nivel de vida como Alemania, España y Reino Unido, están mostrando signos de "tercermundismo" severo, con hambruna y crimen rampante, impulsados por la desigualdad social y escasez.

Lejos de tender hacia la resiliencia, la situación energética mundial se enfila más bien a aumentar su nivel de entropía con la decisión adoptada por Europa a principios de Diciembre’2022 de poner techo de $60 al barril ruso. Los europeos también han acordado poner límite al precio del gas natural si estos (forward) exceden los $191 per MWh.

Las consecuencias a corto plazo de estas dos medidas podrían conllevar a escenarios catastróficos para Europa, quien pone sus esperanzas en sus inventarios estratégicos y el reemplazo progresivo del fósil por renovables, sin contar con la profunda dependencia de estas del impredecible factor estacional y el inmenso costo asociado al subsidio gubernamental obligado, hacia las mismas.

Venezuela: Implicaciones, Retos y Amenazas

Anticipándose a dicha medida, Rusia ha optado por desviar sus crudos hacia oriente, valiéndose de su afinidad política y geopolítica con varios países y gobiernos de dicha región. Durante 2022 Rusia promedió unos 8.2 MMBD en sus exportaciones de crudo desde unos 7.8 MMBD exportados durante el año previo. Unos 3.6 MMBD de estos fueron enviados a oriente. Rusia vende hoy mucho más petróleo que antes de las sanciones, habiendo desplazado de los mercados asiáticos y del Pacífico, a suplidores occidentales, incluida Venezuela.

Pero los precios del barril han venido cediendo desde Junio para llegar al terreno de los $70 (WTI) a partir de Noviembre y Diciembre. Dicho nivel de precio no favorece a PDVSA, quien aparte de requerir importar crudos/productos para poder producir y refinar, se ve obligada a dar grandes descuentos para poder colocarlos, debido a una combinación de prima de riesgo por hacer negocios con un país sancionado y una industria petrolera inestable, además de su ya conocida precaria y dudosa política de control de calidad de sus crudos.

PDVSA hoy por hoy presenta una estructura de costos poco competitiva, operaciones ineficientes, una directiva que desconoce sus funciones y, sobre todo, que presenta una imagen y un desempeño poco confiables. En medio de esa incertidumbre y pobre desempeño, Venezuela pasa por un mal momento en un año donde los precios del barril llegaron a superar los $125. Un momento que ya para Junio’2022 habíamos advertido que llegaría [Einstein Millan Arcia on Twitter: "Lo advertimos en #Junio y #Septiembre, hoy es realidad. #Venezuela nuevamente al borde de la hiperinflación. Hasta Q1’2023, la presión sobre el #Bolívar y la flaca economía #Venezolana, será bestial. #PDVSA NO SALDRÁ DE ABAJO MIENTRAS @achavezpdvsa y @tareckpsuv estén al frente" / Twitter], llevando consigo inflación, escasez de divisas, caída de producción de crudo y gasolinas, y perdida de mercados. El gobierno de Maduro activamente multiplica cada vez más bolívares con menos cantidad de divisas impulsando el desastre social.

No se puede comprender como es posible que desde el gobierno se mantenga al frente de la industria que hoy provee sobre 75% del flujo bruto de divisas, a individuos que por cerca de 3 años han originado tal nivel de destrucción. Se entiende el temor de caer en manos de individuos como los terroristas del sabotaje petrolero de 2002 [Einstein Millan Arcia: Los herederos del sabotaje petrolero - Emisora Costa del Sol 93.1 FM (costadelsolfm.org)], quienes guiados por intereses transnacionales prefirieron atentar contra nuestra industria y nuestra nación, para conseguir un fin político, originando un daño patrimonial superior a $32,000 millones RT:2022 [Eddie Ramirez; actor fundamental del sabotaje petrolero - Por: Einstein Millán Arcia @EinsteinMillan (aporrea.org)].

Pero estos que desde la llegada de Maduro han estado al frente de PDVSA, no se quedan atrás, ya que, al analizar detalladamente las cifras e indicadores, el mismo o hasta peor daño patrimonial han causado los leales-incapaces-con-camisa-roja que han venido colocando al frente de PDVSA, que los mismos terroristas de la antigua mitocracia.

Solo contabilizando la perdida de producción durante el paso de M. Quevedo por PDVSA entre Noviembre’2017 y Febrero’2020 cuando es expulsado por la comisión presidencial, se originó un desplome de producción de alrededor de 1,090,000 BPD lo cual anualizado a precio real del barril representa un daño patrimonial que supera los $27,800 millones (2018+2019; RT:2022), excluyendo las pérdidas producto del incremento en los costos de producción, gasto desenfrenado por importaciones de crudo/productos, accidentalidad, corrupción e ineficiencia.

En el caso de A. Chávez y T. Aissami, entre 02’2020 y la actualidad, se han dejado de producir unos 250,000 BPD. A pesar de producir menos, han aumentado irracionalmente las importaciones de crudo/productos, multiplicando el gasto y costos de producción, en un ambiente de elevados precios del barril a partir de H2’2021. Comparado contra los indicadores del cierre de Enero’2019, la pérdida patrimonial; solo por producción desaparecida se ubica en el entorno de $13,100 millones (2020+2021+2022; RT:2022), sin incluir el indiscriminado aumento del gasto y costos de producción, masivas importaciones de crudo/refinados, la destrucción y desmantelamiento de activos para su venta como chatarra, la destrucción del medio ambiente, el robo de gasolina/crudo y la corrupción desenfrenada.

Los leales-incapaces-con-camisa-roja del madurismo, han demostrado ser incluso más destructivos que los terroristas del sabotaje petrolero de 2002, ya que no solo han originado un inmenso daño patrimonial, robo, saqueo y destrucción a PDVSA, sino a toda la nación.

Tercer intento: Propuesta y plan de acción

Estamos de acuerdo en que tal y como está la industria, ningún proyecto tiene garantizada su viabilidad técnico-económica. PDVSA es un verdadero desastre además de representar un creciente riesgo para Venezuela y particularmente para su gente. Dia a día ya son usuales las catástrofes ambientales, descarga de hidrocarburos al mar, ríos y lagos, accidentes y múltiples incidentes a lo largo y ancho del país, sin que ninguna institución y sin que nadie de la industria asuma su responsabilidad.

Seria de tontos pensar que PDVSA podría arreglarse por sí sola de la noche a la mañana, máxime con la avanzada descomposición corporativa, el galopante deterioro de sus activos y la baja moral de sus empleados. Pero en el caso hipotético de apertura política a impulsar los cambios necesarios en las directivas, las instituciones y conducción política del país, las cosas podrían dar un salto notorio hacia adelante.

La imagen y la confiabilidad de PDVSA es lo primero que debe rescatarse y ello no se logra con discursos políticos, con leales-incapaces-con-camisa-roja, ni con individuos sin conocimiento, ni experiencia.

Hemos asegurado que el esfuerzo debe centrarse en garantizar la seguridad física e integridad operacional de todos los activos de la industria, la confiabilidad y excelencia operacional, la eficiencia y la rentabilidad del negocio. Hemos abordado la materia de requerimiento de capital y despegue de producción [Einstein Millán Arcia: La viabilidad de recuperar Petróleos de Venezuela - Emisora Costa del Sol 93.1 FM (costadelsolfm.org)], señalando un plazo escalonado en función de los objetivos de producción.

Probable que con entrada de Chevron la producción nación podría alcanzar cerca del 1,000,000 BPD para H2’2023, ubicándola que antes indicamos. El beneficio que podría abonar dicha producción adicional al flujo de caja o la operatividad de la industria; está aún por verse, ya que mientras por un lado el producto de la venta iría a amortizar deuda, por el lado de la producción iría íntegramente a norteamérica.

La relación de esfuerzo propio a tercero en la distribución de actividad debe ser detenidamente evaluada, garantizando la menor exposición y máximo retorno por dólar invertido, buscando optimizar los costos unitarios y la rigurosidad en los procesos. No existe la menor posibilidad que ello pueda lograrse por sí solos, pero tampoco asociándose con individuos/empresas de maletín, desconocidas o principiantes sin trayectoria como las ASP y los supuestos "inversionistas privados" que desde 2019-20 han venido operando en la FPO.

Venezuela debe meterse en la cabeza que no se trata solo de acceso a capital, sino acceso a esfuerzo calificado.

Ninguna acción se puede emprender sin una evaluación técnica previa, concienzuda, detallada y profunda de los distintos elementos y activos de la cadena de valor. Solo alrededor de 4,500 pozos permanecen hoy activos en esa PDVSA destruida. Unos 14,000 pozos permanecen cerrados, de los cuales al menos el 55% podrían ser reactivados. Pero para conocer el verdadero potencial cautivo, se amerita definir si es económicamente ventajoso recuperarlos o reemplazarlos. Entender el verdadero estado e integridad del pozo-yacimiento y eso no se ha hecho desde al menos 2016. No se improvisa en una industria petrolera calificada.

Elemento clave y perentorio; reducir costos de producción en el menor tiempo posible buscando volver a menos de $10 por barril. Para ello se deben visualizar aquellos activos que apalanquen una eventual cesta petrolera (esfuerzo propio) más liviana, dejando la Merey dependiente del esfuerzo de terceros; no propio. Debe saberse negociar con las asociaciones y los acuerdos de producción con terceros, de lo contrario se diluiría el esfuerzo y PDVSA no cuenta con el talento necesario para negociar.

PDVSA posee actualmente un total de alrededor de 75,000 a 85,000 empleados. Debe buscar ubicarse hacia una relación de rendimiento de FFHH por barril mayor a 90-100 BPD/empleado (Aramco>155 BPD/Empleado, KOC>190 BPD/empleado), similar a la de sus pares más eficientes y no la relación actual de menos de 9 BPD/empleado que presenta. Se debe revisar la nómina para ofrecer paquetes de retiro prematuro, desprenderse de reposeros y/o devolver tercerizados a sus empresas de origen para reducir su fuerza hombre hasta niveles que garanticen una estructura que funcione de manera eficiente, cohesionada y rentable.

La industria debe profesionalizar procesos medulares y dejarse del afán de poner en manos de obreros y personal poco preparado. Lo obreros están para ejecutar acciones solo bajo estricta supervisión cercana. Lo procesos críticos y delicados que a la postre se traduce en ineficiencia y elevados costos no pueden ponerse en manos de cualquiera.

La clave radica en el rescate de la eficiencia operacional, la cual debe urgentemente llevarse desde el valor actual de menos de 35%, a más de 85% y 90%, tal y como se ubicaba entre 2003 y 2008.

Pensamos que al menos entre Diciembre y el primer trimestre de 2023 la producción podría ceder con mayor celeridad, al haberse conjugado condiciones de operación-precio-mercado poco convenientes para Venezuela y donde unos 147,000 BPD [Pdvsa; unos 147,000 BPD podría estar en riesgo al inicio de de 2023 - Por: Einstein Millán Arcia @EinsteinMillan (aporrea.org)] podrían estar en riesgo de desaparecer. A ello se le sumaria, la imposibilidad de suplir la necesaria dieta de crudos a refinación, trayendo consigo nuevamente, una sequía importante de refinados al país similar a la de 2020, además de un desplome sensible en las exportaciones. Es hora de tomar en serio a PDVSA.

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