En la OTAN desde hace tiempo las cosas dejaron de funcionar con respeto, coherencia y actitud, quizás nunca hubo ninguno de esos atributos y ahora junto a Estados Unidos se han dedicado a fortalecer sus décadas de desgracias. Pero al afrontar la derrota de otra nueva batalla les nublará la vista.
Van meses de hostilidades y no ganan ni en su confiada planificación y lo que está por venir lucirá un peor panorama. Impensable que la nueva y eterna pelea contra Rusia logre ganarse en los próximos días, períodos o quizás años. Los tiempos serán insuficientes. Pero nadie desde adentro podrá comprometerse al menos a decir la verdad; la lucha será a largo plazo.
Como era de esperarse en el medio de este conflicto las miradas sobre las relaciones internacionales son variadas, aun cuando todas coinciden que lo Joe Biden es inútil al ir en contra Vladimir Putin, también concuerdan que para EE.UU. y Europa han quedado disueltas sus maltrechas, empantanadas e inexistentes relaciones de seguridad.
Para la Casa Blanca es imposible decidir un cambió en la fatigada idea de sacar a Putin del Kremlin, el más grande de sus enemigos. Ni la suspensión de cualquier acuerdo será suficiente para que la imagen norteamericana logre crear al menos un poco de respeto.
Para Joe Biden el momento que le está por venir ningún anuncio le será suficiente para que la comunidad mundial sienta al menos el intento de una verdad. Su mejor interpretación quedará como un mandatario difícil con carácter imposible de entender. Resaltado entre las dificultades imposibles de ocultar una torpe vejez frente a un cargo tan imposible. Mientras su mayor logro será no morir antes de finalizar su mandato a inicios del 2025.
Han encendido buena parte del mundo y la intención es ver cómo esto está a punto de arder. Después CNN disertará como un viejo senil olvidadizo el cual recorría entre apuros reuniones de la OTAN, G7 y del Consejo Europeo, pudo meterlos en tantos líos al punto de dejar abierta la órbita hacia una gran conflagración.
En Bruselas y Polonia las cosas se pondrán aún más difíciles y ni las improductivas figuras ucranianas lograrán revivir las aburridas ruedas de prensa las cuales no van a ninguna parte. Ya ni llevar a niños haciéndolos llorar con relatos de sufrimiento van a logran despertar un ilusorio medio giro.
Las lluvias de amenazas van antes de regresar. Se mantendrá el apocalipsis del ministro de Energía de Catar, más presidente y director general de la empresa estatal Qatar Energy, Saad Sherida al Kaabi, quien afirmó al principio de la guerra que sustituir el suministro de gas ruso a Europa es "prácticamente imposible" y en esto no se ha equivocado.
Abandonar el gas más el petróleo ruso y pasar a otros proveedores técnicamente es difícil para Europa, ya que entre el treinta y cuarenta por ciento del gas suministrado procede directamente de Rusia.
Por más que los inútiles vistan bien, todas sus ideas seguirán en la desnudez.
Hasta más pronto…
Miguel A. Jaimes N.
Director del Diplomado Internacional en Geopolítica del Petróleo y Energías—Venezuela.
22 junio 2023