El valor de una Venezuela estable

Martes, 17/09/2024 12:29 PM

En el mercado petrolero mundial se teme que China esté tocando sus picos máximos de consumo. Por lo visto hay un cambio estructural en el consumo de energía de los chinos. En ese país, la tecnología está haciendo su parte. El uso del diesel se está desplazando por el GNL para transporte de larga distancia. Las vías férreas se expanden y al mismo tiempo se reduce el consumo de combustible para aviones. Además, la venta de vehículos eléctricos supera a la de autos convencionales desde julio de este año.

El rendimiento de las refinerías chinas está disminuyendo en los últimos cinco meses, con caídas de hasta 55 % en su procesamiento. Esto mantiene altos los inventarios de diesel y gasolina. De hecho, se reportó que dos refinerías dirigidas por la empresa estatal Sinochem, entraron en quiebra.

Todo lo anterior está golpeando la demanda de hidrocarburos en el mundo, lo que se percibe como señales de una probable recesión global.

A ello se le suma lo que está ocurriendo en el sector petrolero de Estados Unidos. Según los reportes de Baker Hughes, la cantidad de plataformas activas de petróleo crudo de Estados Unidos para septiembre de este año fue de 485. Este es un nivel más bajo que el de prepandemia, cuando se ubicaban por encima de 700. Desde noviembre de 2022, estas plataformas están reduciéndose desde 627. Aunque en el último reporte se produjo una leve recuperación después de que los productores del Golfo de EE. UU. están reanudando operaciones después del huracán Francine.

Los bajos precios del petróleo también están afectando a los productores del Pérmico, donde las mayorías de las plataformas están en cierre. De hecho, atrás quedaron los máximos registrados cuando el boom del fracking, que llegó a alcanzar 1.592 plataformas activas en septiembre de 2014.

Actualmente, el precio del crudo podría detener por ahora su caída, en la especulación del inicio de recorte de tasas de interés por parte de la Reserva Federal a partir de este miércoles. Sin embargo, la amenaza de recesión persiste. En el mercado apuestan por un recorte de tasa de 50 puntos básicos que se consideraría agresivo y enviaría un mensaje al mercado que podría tener repercusiones contrarias.

Todo lo anterior repercute en Venezuela. En medio de una diatriba política, las amenazas de nuevas sanciones petroleras surgieron nuevamente. Aunque la compañía Chevron ha dejado saber que no es conveniente retirar la licencia que mantiene con Venezuela. Menos, cuando PetroChina contraataca en Surinam y logra firmar dos contratos con la estatal Staatsoile para obtener dos bloques de aguas poco profundas.

La caída del precio del petróleo probablemente se detenga por la especulación monetaria, debido al próximo movimiento de la Reserva Federal, pero los cambios estructurales en el consumo energético que se están produciendo en China, podrían seguir pesando en una demanda débil. Precios más bajos dificultan las operaciones en el Pérmico y eso no permitirá que las plataformas estadounidenses vuelvan a recuperarse rápidamente. Así que la opción con Venezuela se mantiene, como acaba de ocurrir con la reafirmación de Repsol para Europa.

Para Washington, menos plataformas activas, significa precios bajos, lo que es un componente esencial para una inflación baja. Pero pocas plataformas activas, obligan a mantener nexos con Guyana y Venezuela, de modo que el flujo petrolero no se detenga. Si la tecnología sigue avanzando, sobre los vehículos convencionales, entonces la demanda de crudo se verá comprometida con el tiempo y las petroleras estarán en desventaja con las tecnológicas. Para Caracas, precios más bajos, significa menos ingresos, pero, en vista del potencial de la Faja del Orinoco, podría compensar el aumento del volumen. Todo lo anterior se puede interpretar de lo que actualmente vale, para Occidente, la estabilidad en Venezuela, por lo que nuevas sanciones petroleras se mantendrán alejadas todavía por largo tiempo.

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