Realidad petrolera

Sábado, 28/09/2024 02:09 AM

La realidad mundial del petróleo es grave. Quizás la más delicada hasta ahora. La verdad cercana al petróleo se dará antes del 2050, pero la misma no será alarmante como muchas agencias lo han esperado. El petróleo no dejará de ser un asunto de prioridad tanto para los países productores como para los consumidores. Si durante más de un siglo ha sido parte importante de la energía que mueve al planeta, hoy no podemos llegar a compartir un escenario donde vayamos a creer que el mismo pueda asustarnos.

En dos décadas y media estaremos en el año 2050. Para entonces las proyecciones son escalofriantes, pero si algunos desde occidente deseen tomarlas como alarmistas están en todo su derecho al tratar de imponer su caos, aunque la mayoría de países productores y consumidores deberían tomar como algo normal su desarrollo y consumo.

El precio del barril ha sido estable desde el año 2022, esto, producto de la guerra en Ucrania y los nuevos ataques en el Golfo Pérsico y amenazas por parte de las locuras sionistas de Israel contra Palestina, Irak, Líbano y Siria. Nos imaginamos que las salas situacionales en Occidente principales armadores de conflictos tendrán claro que de seguir prolongando los mismos todas las energías irán en aumento y que el barril de petróleo muy pronto va a sobrepasar los tres dígitos.

Aunque occidente debería estar al menos pensando en la emergencia energética que se avecina. Se necesitarán para los próximos veinte y cinco años, es decir como fecha tope el 2050 diecisiete billones y medio de dólares para alcanzar y cubrir la demanda mundial de crudo, y está no descansará hasta rozar su consumo diario sobre los ciento veintiséis millones de barriles. Esto significa obligatoriamente que deberán invertirse seiscientos cuarenta mil millones de dólares al año.

Solo las tareas de exploración y producción se llevarán catorce billones de dólares hasta la misma fecha del 2050. De hacerse, esto representaría quinientos veinte y cinco mil millones de dólares al año.

Las proyecciones y trabajos desde ya se expresan en los Upstream, Midstream y Downstream, tres grandes sectores o campos donde se dividen y clasifican las industrias de los hidrocarburos del mundo; petróleo y gas.

En el Upstream se ubican los sectores de exploración y producción. Conseguir gas y petróleo son conocidos en la industria de los hidrocarburos con las siglas E&P. Se explora, luego se perfora y finalmente se extrae el producto. De allí se miden los inventarios. Esta es una de las actividades más importantes pues de allí se calculan las reservas de un país.

El Midstream es el almacenamiento y comercialización en grandes cantidades de petróleo y licuefacción del gas natural para luego transportarlos por tuberías, ferrocarriles, barcazas, tanqueros, metaneros, y camiones, finalmente, almacenarlos para un destino o procesamiento.

En el Downstream se encuentra todo lo que tiene que ver con las tareas de refinación del petróleo crudo y procesamiento, también tiene que ver con la purificación del gas natural. Este se transforma en gasolina, querosén, combustibles aeronáuticos, gasóleo, fueloil, lubricantes, ceras, asfalto, gas natural, gas licuado del petróleo y miles de productos petroquímicos.

Bien, la emergencia está declarada para la sobrevivencia tanto en los Downstream donde se necesitarán casi dos billones de dólares, mientras que en el Midstream deberán invertirse casi un billón y medio más de la moneda norteamericana.

Pero el mundo del petróleo y el gas están llenos de amenazas. Chantajes como los de Guyana quienes no pertenecen a la OPEP y se han convertido en uno de los países que da crudo con descuento a EE. UU. adonde ha incrementado sus colocaciones. Crudo que se extrae de territorios reclamados por Venezuela.

En Guyana están los mercenarios del petróleo. Han bajado sus precios de ventas para conquistar el apoyo de EE. UU. mientras su producción va en aumento. Mientras, el espectáculo de precios que da Guyana, amenaza al desarrollo mundial del petróleo y del gas, juntos participan en inversiones perturbadoras.

Ponerle orden a la producción y sus precios es la única salida si la humanidad quiere evitar los traumas del desabastecimiento. Los mercados pudieran entrar en crisis si la OPEP no es escuchada ni tomada en cuenta sus advertencias.

La seguridad del suministro será reflejo en cuanto a la estabilidad en ciertos países. Una nueva crisis afectará a la actual situación geopolítica la cual está en duras dificultades, mismo nivel de peligro en cuanto a inversiones tras la activación de nuevos escenarios de guerras.

Pero esta vez los suministros e inversiones serán la certeza para los consumidores. La verdad del petróleo ya se alcanzará y sorprenderá por encima de un consumo diario de ciento doce millones diarios para el año 2029. Serán diez millones más que lo consumido en el año 2023.

Pero las cifras del aumento seguirán rigiéndose por la desigualdad. Los países del más alto consumo se sitúan en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE): Canadá, EE: UU., Reino Unido, Dinamarca, Islandia, Noruega, Turquía, España, Portugal, Francia, Irlanda, Bélgica, Alemania, Grecia, Suecia, Suiza, Austria, Países Bajos, Luxemburgo, Italia, Japón, Finlandia, Australia, Nueva Zelandia, México, República Checa, Hungría, Polonia, Corea del Sur, Eslovaquia, Chile, Eslovenia, Israel, Estonia, Letonia, Lituania, Colombia y Costa Rica.

En este grupo están muchos de los implicados contra Venezuela: Israel, Colombia, EE. UU., España, Reino Unido y Costa Rica. Grupo de enconados enemigos quienes, en vez de tratar de mejorar sus relaciones internacionales, optan por colapsarlas.

Mucho antes del 2030 la OCDE asumirá un aumento de petróleo en casi diez millones más de toneles hasta llegar a consumir diariamente más de sesenta y seis millones de barriles diarios.

El planeta entero irá de consumir ciento dos millones de barriles al día desde el 2023, al 2050 donde se consumirá diariamente más de ciento veinte millones de toneles de crudo. Solo India aumentará su consumo en ocho millones diarios. Mientras en Asia, África y Oriente Medio estará concentrado otro importante aumento. En África seiscientos millones de seres humanos no tienen acceso al menos a un tipo de energía.

Mientras que desde la Agencia Internacional de Energía advierten que los precios del petróleo podrían debilitarse. Más que una advertencia lo que realmente pareciera ser es una clara amenaza.

Para el 2050 el consumo se centrará mayoritariamente en tres grupos. Crecerán los sectores petroquímicos con casi cinco millones de barriles diarios. Transporte por carreteras más de cuatro millones y medio de barriles al día, y la aviación pasará a ubicarse en cuatro millones doscientos mil barriles diarios. Existen cuatro millones de barcos y seis millones de aviones esparcidos por todo el planeta.

Para los ilusionistas del mercado de autos eléctricos hay malas noticias. El setenta por ciento de la flota mundial al 2050 seguirá dominada por gasolina y gasoil. Al 2024 existen sobre el planeta casi mil quinientos millones de vehículos y la quinta parte de estos habita en EE. UU.

Doscientos cincuenta millones de los autos de todo el planeta están en el segundo exportador de estos, EE. UU., con setecientos diez vehículos por cada mil habitantes.

Desde el año 2006 ha habido un crecimiento global en cincuenta y seis por ciento de vehículos en todo el planeta, y eso que se vivió la crisis mundial de autos por el coronavirus, sin embargo, nada se detuvo.

Aun cuando la mayoría de coches no es superado por otro país fuera de EE. UU., en el continente asiático hay ciento cuarenta vehículos por cada mil habitantes, esto son casi quinientos cincuenta millones, superando a toda Europa la cual está constituida por diez millones de kilómetros cuadrados distribuidos en cincuenta países y setecientos cincuenta millones de habitantes.

Toda Europa al año 2024 cohabita con cuatrocientos trece millones de vehículos. Doscientos ochenta y ocho millones de estos están en la Unión Europea, mientras que ciento veinticinco millones restantes se encuentran en países no pertenecientes a la Unión Europea. Solo en España hay treinta y tres millones de vehículos.

En América del Norte hay trescientos cincuenta y ocho millones de vehículos. Aparte, trescientos millones en EE. UU. son Estados Unidos y Nueva Zelanda los países donde más vehículos hay en todo el planeta.

Mientras en América del Sur existen doscientos diez vehículos por cada mil habitantes, y poseen ochenta y cuatro millones de autos. En otra región, Oriente Medio se ubican cincuenta millones de vehículos. En África hay veintiséis millones más de autos, esto es apenas cincuenta y ocho vehículos por cada mil habitantes y en la Antártida apenas cincuenta de estas unidades por los mil habitantes que se hospedan en esta inhóspita área.

Oriente Medio está compuesta por diecisiete países y poseen ciento cincuenta vehículos por cada mil habitantes. Y en la República de San Marino ubicada entre Ciudad del Vaticano e Italia hay mil trescientos vehículos con apenas treinta y tres mil habitantes. Es un área de sesenta y dos kilómetros cuadrados, es el área del planeta donde hay más carros que gente.

Estados Unidos, Guyana y Brasil los cuales están fuera de la OPEP vienen a representar las tres cuartas partes en los aumentos de crudo. Esta organización ha perdido mercado. Marcadores ajenos juegan a su desestabilización.

El año 2040 será la fecha tope. O vamos a una reunificación de las energías, bajar el nivel de los conflictos en un planeta que estará rozando los dos mil quinientos millones de vehículos con diez mil millones de habitantes o las consecuencias serán catastróficas para todos.

Hasta más pronto…

Miguel A. Jaimes N.

venezuela01@gmail.com

https://www.geopoliticapetrolera.com

Septiembre 28 del 2024

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Dr. Miguel A. Jaimes N.


Hasta más pronto...

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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