CITGO: Leprosorio internacional de delincuentes

Jueves, 03/10/2024 05:30 AM

Detrás del Holding CITGO con su directiva ad hoc integrada por Luisa Palacios, Luis Urdaneta, Ángel Olmetta, Andrés Padilla, Rick Esser, Carlos Jordá Montero, Pablo Pérez Barreiro, Marcelo Laprea Bigott, y otros más. Hay un leprosorio internacional de delincuentes, ante esto, ha llegado la hora que la Fiscalía General de la República de Venezuela solicite órdenes de capturas internacionales contra quienes se han lucrado con una fortuna infinita propiedad de la república venezolana en desmedro de su patrimonio.

Ahora el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos de Norteamérica a través de su Oficina de Control de Activos Extranjeros, han anunciado el otorgamiento de una nueva licencia general señalada con el número 41 la cual solo beneficia a Chevron, yendo en detrimento de todas las Empresas Mixtas de Venezuela.

Esta nueva decisión prohíbe el pago de regalías y afecta al resto de las empresas mixtas, excepto a Chevron. Esto no es más que una nueva agresión muy bien encubierta por todos los medios de comunicación internacionales, quienes, como creen que beneficia a Venezuela, entonces multiplican esfuerzos para pedir más sanciones.

Tras cada nueva Licencia se subestima la soberanía y se pone en riesgo su permanencia. Los gringos con sus discursos y posiciones esconden y saben operar el caos con sus corporaciones petroleras.

Cada vez deciden más prohibiciones desde Washington la eliminación de las sanciones en contra de Venezuela, y al contrario sus recientes decisiones jurídicas no son más que nuevas agresiones. Claros objetivos para continuar desestabilizando.

La estrenada decisión conocida en los nuevos días de octubre del 2024 impide el pago de diversos impuestos. Las regalías son impuestos y queda prohibido cancelarlos por parte de las empresas mixtas ubicadas en los municipios donde realizan operaciones. Solo Chevron puede cancelar muy bajos impuestos locales a las alcaldías donde mantiene operaciones.

Una empresa mixta es la fusión entre una transnacional petrolera y PDVSA. Donde la estatal venezolana debe mantener como mínimo el cincuenta y uno por ciento. Esta transnacional no está obligada según la Licencia 41 a pagar sus impuestos locales al municipio, entonces quién debe pagar es PDVSA, porque Chevron es socio minoritario según la percepción norteamericana.

La transnacional no paga el impuesto correspondiente y justo en el municipio donde extraen petrolero, como lo establece el mandato de la Ley Orgánica de hidrocarburos. El monto que establecen como impuesto local para el municipio no está asociado ni se corresponde a la cantidad de petróleo que extraen diariamente.

Aun cuando la Ley Orgánica de Hidrocarburos establece que la empresa que extrae petróleo debe pagar al Estado venezolano un treinta por ciento de regalías por cada barril de petróleo extraído, y 3,3% en impuesto de extracción, nada de esto se cumple.

Las empresas mixtas son propiedad de PDVSA, porque PDVSA es el socio mayoritario. Por tanto, su socio que es minoritario también debe participar en las ganancias, como cancelación por gastos, todo en función del porcentaje que posee de sus acciones.

La nueva Licencia prohíbe a las empresas mixtas el pago real de los impuestos al Estado venezolano. Lo único que cancelan son mínimos impuestos locales, pero tan iguales como los de cualquier negocio que funcione en ese municipio. Sus impuestos no corresponden al valor gigantesco que significan respecto al petróleo.

Da lo mismo pagar impuestos por naranjas o los gravámenes de una bodega o ferretería que lo autorizado para extraer petróleo. Los pagos a las alcaldías donde se extrae crudo son una miseria.

Se llevan el petróleo sin aportar dinero y su forma de cancelar es a través de pagos de sueldos, compras locales y gastos operativos. En el caso de Chevron es peor pues actúan como los propietarios de toda la empresa mixta.

Mientras en el desarrollo de toda la infinidad de operaciones siguen desde EE. UU. contra Venezuela. Acá deberíamos preguntarnos cuáles son las verdaderas pretensiones de Chevron.

Chevron es una clara presencia de amarre. A pesar de las sanciones no fue retirada del país, siempre se ha mantenido y tras cada mejor momento está lista para celebrar contratos y controlar hacia el exterior el petróleo venezolano.

Será que la quieren mantener operando mientras buscan la forma de derrocar al gobierno y sea Chevron quien tome el control de PDVSA. Pudiera ser, pues la ofensiva en esta guerra la tienen los gringos y Venezuela lo que hace es resistir.

Si estas son las condiciones en el cuadrilátero petrolero tenemos dos boxeadores golpeándose y nosotros uno solo tratando de defendernos. Por eso el mercado que deberíamos conquistar con nuestros crudos no pareciera estar en la presencia de EE. UU. ni en Europa.

Debemos centrarnos en fortalecer los mercados asiáticos. China, India son actores geopolíticos muy claves. En estas economías podemos colocar nuestros crudos cuya mayoría son los denominados como agrios, y estas naciones son los principales importadores de este tipo de petróleo, y justo su gran reserva está en Venezuela.

De seguir así, demostraremos condiciones desfavorables como nación y pieza clave en la OPEP. Hasta la nafta nos es negada como parte de pago. Toca con los crudos livianos producir en las refinerías todos los componentes para las diversas gasolinas. La nafta que logra importarse es utilizada para mezclar crudos extrapesados y producir crudo diluido para exportación.

Moraleja. Los gringos con sus expertos en petróleo han creado un gran equipo técnico, financiero y geopolítico cuyo fin es tener controlada a Venezuela. Con esto impiden nuestro crecimiento y autonomía. Nos tienen totalmente limitados.

Todo esto pasa mientras en Norteamérica las tres mayores empresas de crecimiento petrolero han cancelado más de cuarenta y dos mil millones de dólares a otros gobiernos. Esto es ocho veces más de lo pagado en EE. UU.

Allí van parte de las ganancias que obtienen con nuestros crudos pues ya nos hemos convertido en el tercer país que más coloca petróleo en su territorio, incluso por encima de Arabia Saudita.

Desde el año 2024 la Comisión de la Bolsa de Valores de Norteamérica han exigido a Exxon Mobil, ConocoPhillisp y Chevron por vez primera sus declaraciones en inversiones y ganancias. Con esto va quedando demostrado después de una década de presiones por parte de los defensores de transparencia administrativa la verdad sobre el ocultamiento de las inversiones y ganancias de sus empresas hacia otros países.

En mi parecer esta especie de protesta ha sido justa pues se va a demostrar si los contribuyentes norteamericanos han recibido lo justo ante lo devorado en el consumo estadounidense.

Las mismas corporaciones de hidrocarburos de EE. UU. se han convertido en los mayores productores, demostrado tras las enormes ganancias. Excluir a Venezuela es haber extraído sus recursos tras la paralización de su industria petrolera lo cual es una enorme ganancia para que sus mercados tomen terreno. Por eso se dan el lujo de sancionar pues han sacado y obtenido lo suficiente.

Con cada acción de las sanciones se busca la manera de derrocar al gobierno, para esto han paralizado la industria petrolera y su mercado, impidiendo el cien por ciento de negociaciones con otros países.

Se han concentrado en la enorme cuenca del Pérmico ubicada entre Nuevo México y Texas, sitio cuyo auge ha logrado ofrecerles uno de los mayores productores de gas y petróleo del mundo. Con sus corporaciones van colocando hidrocarburos en la mitad del mundo.

Pero mientras destruyen a CITGO la voracidad de estas corporaciones políticas aparte de ir decidiendo a quien ahogan y a quienes salvan, internamente sus nacionales van sintiendo cómo han recibido los peores maltratos tras la enorme comercialización de este recurso.

En el 2003 solo la Exxon Mobil, operadora cuya cualidad conspirativa se destaca en contra de Venezuela han destinado el noventa por ciento de los casi 25.000 millones de dólares en pagos a gobiernos extranjeros. Sacan el dinero para otros países bajo su secreto petrolero.

Para eso ha servido el secreto petrolero en EE. UU. donde una cuarta parte de los ingresos globales de Exxon Mobil por exploración y producción sean sacados fuera de los límites de Norteamérica.

Chevron el gigante petrolero de Texas tampoco se ha quedado atrás. Han cancelado en impuestos y regalías 22.500 millones de dólares. Pero los han dirigido hacia Emiratos Árabes Unidos otorgándoles 7.400 millones de dólares. Para Indonesia han destinado 4.600 millones más de dólares. Hacia Malasia han enviado 3.200 millones de dólares. Verdaderos paraísos fiscales y por eso a estos países los proyectan como grandes metrópolis. Hasta allá ha llegado un mínimo porcentaje de la gran fortuna venezolana.

Claro, EE. UU. tampoco es que se queda sin nada. Deben fortalecer sus agresiones pues desde allí es la única garantía de seguir controlando tras amenazas su enorme influencia mundial. Solo en el 2023 Exxon Mobil movilizó 2.300 millones en pagos, 1.200 millones fueron a parar a su Servicio de Impuestos.

Para Exxon Mobil sus ganancias en exploración y producción dentro de territorio norteamericano fueron de 4.220 millones de dólares, y en los mercados extranjeros fue por 17.100 millones de dólares.

Controlando ahora el cien por ciento de las ganancias generadas por CITGO solo Chevron canceló a otros gobiernos 14.600 millones de dólares de los cuales Australia se llevó 4.000 millones de dólares, dejando en EE. UU. pagos por solo 2.000 millones de dólares.

Todas las propiedades de Chevron en la cuenca del Pérmico se esparcen por más de dos millones de acres de lo cual el setenta y cinco por ciento está sujeto a cánones irrisorios; bajos y nulos. Sus ejecutivos consideran esto como una ventaja la cual crea valor a sus accionistas.

En el 2023 sus ganancias internacionales frente a lo generado en EE. UU. fue de una diferencia de 17.400 millones de dólares frente a 4.100 millones de dólares. Pero de un total de 6.550 millones de dólares dejó a las instancias del fisco 1.400 millones de dólares. Lo demás fue sacado al exterior.

Estas corporaciones con sus ejecutivos y expertos en finanzas, ingenieros, analistas geopolíticos y asesores militares, han paralizado y controlado hasta el mínimo detalle de las operaciones en hidrocarburos.

Pero, Venezuela con su Fiscalía General de la República debería solicitar una alerta roja a la INTERPOL a los responsables de tamaño daño a su patrimonio al permitir que está enorme fuerza siga destruyendo a Venezuela apoderándose de todos sus recursos, patrimonios, inversiones y mercados en el exterior. Estamos frente a un flagrante acto internacional de desfalco a la nación venezolana. Actuemos, tomemos una parte de la difícil delantera.

Hasta más pronto…

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