Insomnio de energías

Martes, 19/11/2024 01:02 AM

Fuimos un insomnio en la energía. Desde antes de la revolución criolla de independencia cuando en La Guaira venezolana de 1797 ya se escribían las primeras ideas a saber de primeros cuadernos los cuales después de algunos siglos de mente y después de corazón se acordaron en los guerreros que planificaran las batallas del petróleo.

Hablo de una fiereza hereditaria escrita para que descendientes y coterráneos próceres en independencia siguieran luchando para que no lograban acabar con sus varias guarniciones de hidrocarburos.

Ni el mestizaje, menos la poca densidad de población, aquella que habitó sin vías de comunicación, menos conocer un poco de aquella energía que sin encontrar su libertad, prefirió zafarse de su ignorancia luchando por sus recursos.

Ahora ha logrado abrirse una doctrina donde no somos parte de un fósil descubierto, embalsamado, perfecto para incitar a la verdad aun cuando sus recursos hayan sido saqueados.

Muy a pesar de esos incendios. A pesar que muchos no volvieron, no por capricho, no regresaron por la fiereza de espadas sacadas por las corporaciones de los holdings que impidieron regresar a enterrarlos en el cielo de sus negocios.

Pero todas esas ideas no llegaron. La sed de saber era genética. Ni el aislamiento de un petróleo propio logró detener el ferrocarril de las más grandes energías.

Por eso se está aquí. Nadie citó a la nación de la energía, llegaron sin ser invitadas. Ni montes, selvas, lagos, ríos profundos donde descansa la verdadera energía ni la distancia de los océanos lograron detener las ideas de un continente energético.

Son estas tierras las que no parecían de seres humanos. Tampoco, menos de otras latitudes. Estas crearon sus ideas para protegerlos de los cambios dentro de cada territorio rico en minerales. Quedamos esparcidos sin de repente ser egoístas lográramos compartirlas a toda su región. Si por días se hizo con el Norte, ahora puede hacerse con el Sur.

Ante una nueva visión la cual está aún sin nacer no permanecemos aislados, menos sin roce, se darán los intercambios y de allí vendrán las nuevas ideas de la energía las cuales entrarán sin lazos mentales, menos ataduras o venganzas. Esos mismos que ayer aseguraban haberlas descubierto, infelizmente perderán al tratar de embargar nuestros esfuerzos.

Hasta más pronto…

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