Holding y Trust

Viernes, 22/11/2024 04:19 AM

Hemos de abrazar un trópico de ideas y cuentos energéticos, donde la periódica hoja de su ira no nos llegará arrodillados. Todo aquello que ha dejado su genuina alma al pensamiento de su país energético acompañará al privilegio de toda esta región.

No habrá consecuencia, muy al contrario, nuestra limitación de pensamiento no frenará ni nuestros horizontes menos nuestros sacrificios. Ni condes, virreyes o reinados lograron detener a quienes siempre han escrito su poder para la energía. Todos zozobraron.

Pero por ser tropicales no practicamos las diferencias de equinoccios energéticos o los días de solsticios sin las mismas energías, todas caídas como bólidos en un eclipse atípico el cual no detendrá su uniforme opinión, ni escritos nacientes de los campamentos alejados de sus ciudades con los maleantes confundidos de sus transnacionales.

No somos ignorantes, no es nuestra como tampoco fue un desapego a la indiferencia de sus ideas. Al contrario, unas ideas forman parte de un enorme faro que molesta a todos los situados al Norte, quienes se dicen llamar desarrollados, maestros de eslóganes.

Aquí nada ha sido ignorado, ni aun un comentario es inútil. Somos la evolución intelectual de un Sur con recursos. Nuestros jóvenes pueblos no estaban aislados ni vivían de reivindicaciones en un mundo sin alma. Quienes suscribieron sus ideas no llegaron al llanto de sus pergaminos. La energía es el tratado de una mancomunidad alejada de ser potencia pues a nadie amenaza.

Tampoco son la generación armada de indiferencia por lo provechoso de sus recursos. A su alrededor se han construido ideas, no una sola, hemos construido la doctrina de pensar y lo más novedoso o moderno se ha escrito aquí en esta tierra compuesta por un contingente de intelectuales hacia la energía.

Como nubes oscuras fueron naciendo sus recorridos, eran y son sus espacios donde se extraen los diversos bitúmenes, procesados y finalmente distribuidos. Salieron en vapores, manchas, sombras, nieblas marcando sus recorridos, hasta llegar a la caldera donde se transforman y de allí no hubo lugares que lograran escapar a sus más cruentas y acostumbradas presencias.

Esa es la energía la cual una vez unida a los objetivos políticos transformaron al planeta hasta convertirlo en un pandemónium de guerras. Pero quien seguirá siendo en las caracterizaciones de su presencia sobre poblados menos débiles que otros.

Ya, a esta hora todas sus transnacionales se han apoderado de todos estos recursos, mientras los Estados extractores luchan por mantener nacionalismos amarrados, solo pocos tienen un control y pudiesen morir peleando si no logran negociar con el poder de sus trasnacionales, holding o trust.

Hasta más pronto…

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