"La escasez de gasolina es una situación que se ha mantenido durante dos años: protestas, largas colas, imposibilidad de trasladar alimentos, limitaciones para movilizar personal, incluso los sectores prioritarios. Es un conflicto que alcanza cada día mayores proporciones", escribió la ONG en su cuenta de Twitter.
Cabe mencionar que la producción en las refinerías de Venezuela ha disminuido constantemente, y los derrames y los accidentes se han convertido en una rutina. El gobierno ha aumentado la presión sobre la infraestructura en mal estado para garantizar la producción para el consumo local.
Las sanciones de EEUU contra Venezuela también han dificultado la importación de repuestos o la contratación de contratistas.