Se ha comprobado que el sistema electoral que se ha utilizado en Venezuela no es el más adecuado para establecer un gobierno que dé una mayor estabilidad política, social y económica a la ciudadanía, más bien se ha observado que favorece un permanente enfrentamiento entre la gente del gobierno y la gente de la oposición, puesto que en tal proceso electoral se elige a la gente que irá a administrar la cosa pública y también aquella que hará lo posible porque esa administración fracase, y en esa labor permanecen todo el periodo para el que fueron electos. De manera que así, al final es improbable el país vea mayor beneficio en su bienestar, pero si muy probable vea un atraso. La historia política en Venezuela ha dejado una muy amarga experiencia en cuanto se trate al sistema electoral escogido. Ya es tiempo de rectificar y cambiar ese negativo y muy dañino sistema electoral, utilizado hasta la fecha, y éste es el que se insiste en proponer.
Es obvio que el problema más grave por el que atraviesa Venezuela es el político y es por allí donde debemos comenzar. Con el sistema electoral propuesto se podría resolver la grave crisis política, social y económica que sufre Venezuela, puesto que el modo de escoger al funcionario público será de acuerdo al porcentaje de votos que el partido obtenga y al final resultará un consenso de los 4 más votados partidos políticos que hayan competido en la contienda electoral.
De acuerdo al porcentaje de votos obtenidos por cada organización política en una contienda electoral, de las que lleguen en los 4 primeros lugares, se escogerán a los ciudadanos que van a formar parte de los entes del Estado, en su diferentes escalas de gobierno: Poder Ejecutivo nacional, Presidente y sus ministros; así como también en cada gobernación y alcaldía. Poder Legislativo nacional, regional y local. Poder Judicial nacional, regional y local. Poder Electoral nacional, regional y local. Y por último, el Poder Moral nacional, regional y local. El porcentaje de votos obtenido por cada partido, o coalición de ellos, determinará la cantidad de funcionarios que se tendrá en el gobierno.
Los funcionarios serán de libre nombramiento y remoción por cada partido, por cuanto el cargo es para la organización política y no para la persona. Cualquier funcionario, después de pasado 2 años ejerciendo el cargo puede ser reemplazado por el partido del cual es militante.
En una circunscripción electoral, el partido A obtiene el 40% de los votos, el B el 30%, el C el 20% y el D el 10%. El partido A escogería de primero el 40% de los cargos, el partido B descogería de segundo un 30% de los cargos disponibles y así sucesivamente.