Campeones de la desinformación, influyentes factores de oposición lo hicieron de nuevo. En días previos al 20 de Mayo 2019 y en la propia fecha, el centro de atención noticiosa sobre Venezuela no fue para los medios nacionales, menos en los internacionales, el primer aniversario de la reelección de Nicolás Maduro, que venció a la oposición cuando esta aseguraba tener controlada en el 2018,| entre el 80 y el 90% de la población votante a su favor. Como es característica de pseudo líderes contrarrevolucionarios, se encierran en su falaz burbuja mental, encausada por el terrorismo psicológico difundido a través de redes sociales, y luego son aplastados por la realidad en cada cita comicial.
Lo peor para los compatriotas adversarios del chavismo, es que no innovan, vuelven al sabotaje desestabilizador con cuantiosos fondos suministrados por el capitalismo salvaje, para contratar y pagar saboteadores, esta vez agregando la ausencia de la vital gasolina. Despiertan con peor reconcomio, así hayan celebrado libando para comentar victorias pírricas fabricadas para la opinión, entretanto el gobierno explica, apuntala reconocimientos a la legalidad nacional y mundial, supera el montaje ideado por el imperio mercantilista negociador gringo y sus peones. Se duda a placer de los desinformadores que por enésima vez notician "modestas multitudes..." al referirse a los escasos asistentes a los guaidollamados fascistas destempladas.
Esos repetitivos montajes demócrata-representativos, no se los calan ni los heladeros que acuden a mini concentraciones adversarias a la revolución, donde por la escuálida asistencia, no venden suficientes chucherías, chicha, gorras y emblemas encarecidos además por la estupidizante hiperinflación inducida y homicida. Las reacciones de los thinks thanks de la fragmentada oposición venezolana, causan desesperación voceada por ultrosos antichavistas. Si no fuese debido a la acción de comunicadores sociales mantenidos en TV, radios y otros medios, para darle hálito triunfador a los opositores, no ganarían un consejo comunal, y solo con dificultad obtendrían juntas de condominio en edificios de zonas castigadas por los autosecuestros guarimberos, en los que se reunían a la espera de la TV, para farfullar fanfarronerías y vulgaridades frente a las cámaras.