"La soberanía es el único bien conquistado, a costa de todos los demás".
S. Bolívar
No pudo el Padre Libertador, construir un Estado soberano. El mantuanaje, su clase, se lo impidió. El desmembramiento de COLOMBIA, RUBRICÓ SU MUERTE. Venezuela entró en 70 años de guerras civiles o MONTONERAS. El latifundio aupaba las querellas sociales. Las diatribas por la propiedad de la tierra eran interminables. Caudillos locales azotaron al país.
LA TRANSICIÓN DE LA COLONIA A LA REPUBLICA, no fue una ruptura total con el viejo orden oligarca, fue una continuación del viejo orden de dominación modernizado; herencia del colonialismo. El mantuanaje devino en una burguesía apátrida parasita y rapaz. La hacienda pública siguió siendo el más codiciado botín. El petróleo soporta todo tipo de pillerías. Poquito para muchos y mucho para poquitos. El Estado en sus instituciones, es el refugio de las esperanzas populares. El pueblo no entiende a quien sirve el Estado. El burocratismo llama. "El progresismo" y la socialdemocracia, ofertan el mañana. No falta el anti histórico, "Dios sabe lo que hace". Un Dios racional y antropomórfico, producto de la imaginación humana, ha servido para anestesiar la conciencia de los pueblos. La religión como ideología. Realidad "invertida".
Aparecen "Los Andinos" en el escenario político nacional. El latente peligro de mayor desmembramiento territorial es detenido. El dictador "unifica". El Estado se abroga el monopolio de la violencia. Cipriano Castro con visos nacionalistas y Juan Vicente Gómez claramente entreguista, copan el escenario político nacional. Las concesiones petroleras fueron la modalidad abyecta de sumisión al capital internacional. La agricultura recibe una herida de muerte. Las migraciones internas del campo a la ciudad lo dicen todo. La cultura del petróleo hace metástasis social. La Primera y Segunda Guerra Mundial, impulsaron la economía petrolera. El entreguismo de Gómez, motivó el aparecimiento de personajes con criterios tímidamente nacionalistas, como Vicente Pérez Soto, gobernador del Zulia y Gumersindo Torres, Ministro de Fomento.
Aquel Estado moderno, nació extranjerizado. Lo moderno era lo yanqui. Aparecen "pitiyanquis"; una burguesía apátrida, importadora y dependiente. Exportadora de dólares a sus cuentas. "La economía de puertos" frustra nuestras posibilidades propias. Se acelera la nueva transculturización; un neo colonialismo percola nuestra sociedad. El saqueo de nuestras riquezas naturales, se hace sin desmayo. Todos los saberes pasan por el cedazo de "gringolandia". Nuestra "democracia" nace extranjera y vigilada. Nuestro Estado sumiso. Eunucos políticos nos han gobernado. En un país, donde la culpa de lo malo la tienen los otros, y de lo bueno soy su protagonista, aparece la figura histórica de Chávez, y en 45 segundos, dice "asumo la responsabilidad de éste movimiento" fracasado. Volvimos a las palabras y hechos de nuestros libertadores. Reaparecía el proyecto de Simón Bolívar.
Nuestra burguesía se aferrará de manera sumisa al interés foráneo, y el proceso chavista hoy se distancia de la teoría y práctica revolucionaria. La burguesía ve como natural su papel histórico explotador y dependiente. El chavismo actual, se asume como "corrector" del Estado capitalista: reformismo. El llamado Poder Popular, gravita en la lógica del capital, ejemplo, comunas con la lógica del capitalismo. "Socialismo" sin socialistas. "Revolución" sin revolucionarios. Reformas, para tirar para el techo. "Así, así no se gobierna". El capital se fagocita la hacienda pública y controla el acontecer nacional. Se apela en lo táctico, a un adefesio de burguesía y a un falso capitalismo "humanizado". La conciliación de clases marca el "aquí todos cabemos". El populismo y asistencialismo se autoproclaman democráticos. Lo electoral urde fallidas esperanzas y detiene al populacho. La pobresia es un negocio electoral. Al pueblo lo hacen pedigüeño. La revolución se detiene y retrocede. La derecha más derecha volverá al poder. Esto dialécticamente pudiera ser interesante.
La política deja de serlo, para convertirse en casinos. "El que tiene más saliva, come más harina". El poder es un asunto de "cuánto hay para eso". Los partidos son escaleras para la riqueza súbita y los pobres medran sobre las migajas. La hegemonía del capital pulula en todos los espacios. Lo de "Nación" del Estado, se empantana. En lo táctico cualquiera entra, lo estratégico se difiere. La izquierda perdió el "Hilo de Ariadna", se siente cómoda apostada en la socialdemocracia o el progresismo. El burocratismo todo lo corroe. Perdidos en un desierto, los incautos repiten que "la esperanza es lo último que se pierde". ¿Dónde está el sujeto histórico?
Los medios de comunicación, mayoritariamente en manos del capital, acomodan los acontecimientos a su interés. Los medios y comunicadores oficiales, populares y mercenarios, están para la lisonja a los gobernantes. La crítica es sancionada y no hay autocrítica. Al Estado liberal burgués, lo determina la renta petrolera, controlada por el capital. El Cid Campeador (Chávez), da fuerzas a las esperanzas populares, se manipula en su nombre, erosionando su legado. Por ésta vía, serán erráticos los esfuerzos. Políticos matando la política. Se me pone la piel de gallina, pensar que un día, éste "sujeto histórico" llegue a gritar: "váyanse todos". HASTA EL PRÓXIMO SÁBADO.