"Las izquierdas cada vez son más pequeñas, y las que se "engrandecen" de un momento a otro y llegan a ser gobiernos, muy rápido dejan de ser de izquierda por querer construir "socialismo desde arriba" y se vuelven de "derecha" con retórica izquierdista o progresista (autoritarios, asistencialistas, antidemócratas, mesiánicos, impositivos, cooptados por el gran capital, etc.). Y no depende de su voluntad, el sistema los pone a su servicio.
Tal vez, parece mejor, construir núcleos serios verdaderamente revolucionarios, que impulsen con inteligencia y modestia, acciones radicales desde la sociedad en su conjunto (tipo Greta Thumberg o Francia Márquez) y, a la vez, pero con división del trabajo, promuevan movimientos políticos amplios (liberales y socialdemócratas) que sirvan para gestionar reformas continuas y efectivas a nivel del Estado, con la ayuda de una sociedad activa pero no casada ni ilusionada con sueños, siglas y personalismos.
Esa combinación creativa puede ser más efectiva que lo que hasta ahora hemos hecho desde 1781-9 (revolución comunera, tupamara, francesa, estadounidense y todas las demás hasta ahora).
El "socialismo" solo es el movimiento mismo hacia adelante; el postcapitalismo ya está aquí, en sus peores formas, como los "nacionalismos populistas" de gran potencia (EE.UU., China, Rusia) que están reviviendo formas de explotación y dominación feudales y esclavistas, pero, también, en sus mejores formas, que están surgiendo en el seno del capitalismo existente con prácticas colaborativas en muchos campos de la vida."