Maduro no le dio chance. Pues no solo tiene más experiencia, estuvo durante años que si no fueron muchos si bastantes al lado de aquel diletante y hablador como al por mayor y además fue Canciller, donde hasta quien no quiere o poco se siente tentado a hablar como Arreaza, debe hacerlo por obligación, pues para eso pagan, sino que además le da enorme valor a su palabra. Y en los años que lleva de presidente ha mostrado que prefiere más hablar que comer y si uno le mira la figura eso es bastante. Por eso mismo inventó aquello de "cuando digo yo digo somos", para su hablar que, siendo abundante, todavía no le satisface, se multiplique en la imaginación colectiva. Como si pensase que el hambre lo quita su palabra o quizás crea es una forma de "multiplicar los panes". Es posible que ese plan alimenticio no contenga los suficientes e indispensables nutrientes pero si la ingesta en abundancia y "lo que no mata engorda".
Ellos, los dos, quizás hubiesen querido que aquel encuentro fuese un diálogo, pero Guaidó no tiene nada que decir, le es indispensable leer su guión, pues por él hablan otros y sería muy feo que mientras el otro habla hasta cansarlo él se ponga a repetir lo que le llega por el móvil. Por su parte, Maduro, en estos últimos veinte años se pasó cerca de dieciséis oyendo. Alguna que otra vez repitiendo y en los cuatro que a él se le vinieron y a nosotros como si nos cayeron encima, quizás para desquitarse, se ha desatado a hablar sin parar como aquellas torrenteras de agua de los saltos La Llovizna o Ángel. No puede hacer otra cosa, de lo contrario se ahogaría. Entonces aquella reunión que pudo ser un diálogo, de manera inevitable, pues se encontraron el hambre y la necesidad, se transformó en un intenso monólogo. Además, para qué dos diciendo lo mismo, si con uno basta.
Por eso cuando tuvo a Guaidó por delante y viéndole aquella figura que según su valoración "debe ser de poco hablar, por eso sólo lo hace cuando de allá, más allá de su escenario habitual le hacen una seña y le mandan un papel o sus mensajes telefónicos con el respectivo parlamento", se largó a hablar como si tuviese por delante no a su rival y en este caso siendo la otra parte del diálogo, sino a los camarógrafos de VTV o los ministros del despacho.
"Mira mano", empezó por tratarle como si fuese su pana para que entrase en confianza y se abriese como una papaya o abriese los oídos, "tanto a ti como a mí, nos favorece el diálogo". "Tu y yo, yo y tu, estamos entrampados won".
"Para mí la vaina está tan jodida que los izquierdistas de origen nada quieren conmigo, unos se fueron pa´ allá donde tú te hayas y otros están empeñados en darme un referendo y crear otra oposición distinta a esta que tengo y tu encarnas. Como ves, para empezar tenemos adversarios en común y eso ya nos une."
Paró por pocos segundos para recomponer su charla y aguantarse porque se había puesto a gritar como lo hace cuando está entre los suyos y entendió que había que guardar las formas y no todo el mundo está dispuesto a calarse que le revienten los oídos.
"Tú también estas fuñido. La MUD y toda esa guarandinga de ustedes están trisadas. Donde hay uno, hay un grupo. Que el de Ramos Allup, Leopoldo López, Borges, Falcón Rosales y hasta Andrés Velásquez, aunque este si es verdad que habla por sí solo y es más feliz que los demás. Y es mejor no siga porque te pondrías a llorar. Y es won, que hasta se notan divisiones entre Trump, Pompeo, Bolton y Abrams. Cada uno de ellos tiene su propia línea. Claro, tengo que confesarte que entre nosotros hay algo de lo mismo. Por ejemplo, para darte un solo dato, Cabello tiene sus propios planes y manera de abordar este asunto. Tanto que aquí estoy contigo compartiendo. Si fuese él ya se hubiesen ido a las manos."
"Mis tribulaciones son las mismas tuyas, pues cada grupo dentro del gobierno y hasta de los que no lo están, porque los que están no quieren nada con ellos, tiene sus opiniones y es como un combate entre el aceite y el vinagre. ¿Viste como me obligaron deshacerme de Elías que venía siendo mi pana? Y no es que se repelen, lo que pudiera significar una lucha por el cambio, sino así mismo, como esos dos elementos, se para uno frente al otro, se miran mutuamente con desconfianza, nada se dicen y allí permanecen quietos y parados mientas la hierba se enmonta. Y todo ese monte y basura y la discordia y rabia que generan la termino pagando yo sólo y ya me estoy cansando de esa vaina. Cilia me dice casi con dolor ¿Hasta cuándo Nicolás vamos a seguir calándonos esto? Hay otras formas de vivir, dice ella. ¿No has visto como la domina la mansedumbre, deseos de paz y de volar con toda libertad? Por eso quiero diálogo. Y tú debes quererlo, por eso estoy aquí y estás tú también, porque los rollos de la MUD, el choque de agallas allá dentro, las presiones que recibes de lado y lado, de los extremistas de la extrema y de los de más acá y encima de todo eso de quienes te han financiado, que también son de otro allá y quieren te comportes como si fueses un empleado suyo. Todo eso lo sufres, bien lo sé, porque es el mismo sufrimiento mío. Entonces los dos somos como almas víctimas casi de lo mismo o de la Historia nacional, y la pongo en mi boca con mayúscula porque, te confieso, me engolosina la palabra."
Volvió a callar, miró a los lados como cerciorándose no hubiese nadie cerca de ellos, y continuó como si estuviera ante sus ministros, pero exponiendo sus sueños que en nada se parecen a lo real:
"Pues sí, won, ya estoy cansado de esto que es como un no hacer nada. Las cosas de la economía, en mis manos y las de los "míos", y esta palabra la pongo entre comillas porque ya ni de eso estoy seguro, marchan como unos carritos locos. Giro el volante para un lado y ellos deciden tomar el rumbo que les da la gana y no el que quiero y entonces oigo, pues tengo como hacerlo, a todo el mundo en la calle blasfemando en contra, cuando lo que he querido es hacerles un bien. Pero no tengo idea como hacerlo y quienes me acompañan tampoco saben nada o me sabotean, pero quien paga las culpas soy yo y eso me cansa. Ellos mismos en cualquier momento sacarán y culparán de todo hasta de lo que ellos hicieron o no hice porque no me dejaron."
"Lo mismo te pasa a ti. Bien lo sé. Te empeñas en una de paz y los de la guerra y la violencia te apostrofan, maldicen y denuncian como traidor, lo que te obliga a comportarte de una manera dudosa, como quien quiere o no quiere y entonces terminan los de un lado y otro en contra tuya. Cuando la tomas por la paz y el diálogo como este que ahora yo y tú estamos entablando, que por lo visto resulta aleccionador y productivo, de aquel lado, del mismo de donde saliste pero habiendo comprendido que eso no sino una perdedera de tiempo y esfuerzos, se forma la sampablera y sabiendo que ahora intercambias conmigo y me dices todo lo que crees y quieres como para que nos pongamos de acuerdo ya andan diciendo que eres un traidor. Lo mismo me pasa a mí, declaro a favor del diálogo y hablo de seis puntos que deben discutirse en Barbados, se cuela la información que uno de ellos podría ser un llamado a elecciones dentro de 9 meses e inmediatamente salta Diosdado, como uno de aquellos de los tuyos adoradores de de Ares el Dios griego de la guerra, para negar esa posibilidad y ponerle palos a las ruedas de la carreta."
"Pues si pana, yo no aguanto más esta vaina, aunque no lo crean porque y que en Miraflores "la vida es más sabrosa", según la creencia popular, esto no es vida, pudo haberlo sido antes, como en efecto lo fue para nosotros cuando todo nos llovía del cielo, pero no ahora cuando hay que cavar y esforzarse para ese todo producirlo y crearlo y de paso tener que calarse todo lo que contra uno lanzan, que es la misma tragedia tuya estando al frente de la MUD, lo mejor es el diálogo y dejar que esta vaina se la cojan otros. Ya ni yo mismo me reconozco; sigo diciendo lo mismo de antes pero hago, me veo obligado a hacer otra cosa o me sale algo distinto a lo que digo y quiero. No soy el mismo ni siquiera de cuando empecé a formar parte del primer anillo de seguridad del comandante que lo fui por mi estatura y porte."
Calló de repente, para asombro suyo se percató que no había gritado; eran la siete de la noche, día miércoles y el momento de dejarle el espacio a Diosdado que entraría "Con el mazo dando", quien según lo declaró, teme que le metan preso como a Lula y no quiere, para lo que razones le sobran, oírse cantando "sueño con el pasado que añoro y el tiempo viejo que lloro y que nunca volverá". Y la "unidad" hay que cuidarla.