Comienzo de dos citas históricas. "Mientras los venezolanos sean "más pobres", serán más leales al proyecto revolucionario". Tareck El Aissami.
El líder nicaragüense Augusto C. Sandino, Maduro dixit: "los humildes son los que siempre llegan al final". Nicolás Maduro Moros. Fin de las dos citas. Maracay, 04 Septiembre 2014.
El culto a la pobreza y la dignidad es solo para el pueblo sobreviviente, mientras la nomenklatura en el poder le rinde pleitesía al derroche, y a la corrupción. Son las herramienta más demagógicas sembradoras de miserias. Ante la realidad de expropiación del aparato productivo nacional, que lejos de tomar las riendas de la economía, les explotó en las manos a la incapacidad manifiesta de manejar este sistema productivo expropiado, inexplicablemente, han fracasado también en la distribución.
No parecen haberse leído al Lenin soviético cuando se dio cuenta de su tragedia, y dio un paso táctico con la NEP, al devolverle las industrias arrebatas a sus antiguos dueños, pero un accidente le hizo perder la razón y sus reformas fueron abortadas, aunque lejos de encarcelar o expatriar a los llamados burgueses, les dio participación administrativa. Esto al parecer no ha sido estudiado por los revolucionarios cubano-venezolanos, trayendo como resultado un escenario de pobreza galopante en el país, con sus medidas represivas para sostenerse en el poder.
En la Venezuela petrolera el Socialismo del siglo XXI logró lo imposible, importar Petróleo y Gasolina. Así como Cuba de gran productor de Azúcar, pasó a ser importador de Azúcar.
Se "compran" las voluntades de los pobres con limosnas y luego se olvidan de hacer un verdadero desarrollo porque no les interesa. Sólo les interesa el poder.
A mí que no me caigan a muelas con eso de la virtud intrínseca de la "pobreza irredenta", la irradiadora de dones espirituales. La pobreza es fea, vulgar, pegajosa, mugrienta, iletrada, lerda. La esperanza deberá siempre ser el norte para salir de la pobreza. Una cosa es luchar por la dignificación de los pobres, ayudarlos a salir de ese estado, y otra querer ser pobre para ser bueno. Eso es un macabro disparate.
Ahora si entiendo el soporte de esta fatídica frase del chavismo izquierdoso y reaccionario, en su anacrónico culto a la pobreza: "Leales siempre, traidores nunca" SIC.
Cuando los dos "directivos revolucionarios" no hacen más que copiarse de un concepto que no es marxista, sino demagogo y manipulador de la miseria.
Esta fraseología hueca no trae algo novedoso ni original en el léxico del totalitarismo estalinista. Cuando Tareck El Aissami, afirmó que los venezolanos, mientras "más pobres" son más leales" para la ‘reacción del chavismo’, repetía al mismo tiempo una verdad, un mito y una mentira. Ejemplo los 60 años de miseria en Cuba.
La verdad de todo esto es que cualquier programa de control social que anuncie beneficios a los más pobres, siempre será bienvenido en los oídos receptivos de esa mayoría popular.
La izquierda reaccionaria y fascista siempre manipula en su exaltación a la pobreza, y que está detrás de lo expresado en las dos citas que encabezan este artículo, algo muy rebatible, y que por otra parte tampoco es cierto.
Es patético como la reacción izquierdosa manipula una y otra vez, las opiniones de las figuras históricas del pasado, como cuando se intenta sacar agua de un pozo seco, cuando se señalan conceptos que no son marxistas, sino demagogos y manipuladores de la conciencia del pueblo pobre, y que la Iglesia Católica más conservadora explotó por siglos: cuando sostenían que los más pobres eran los verdaderos elegidos para entrar en el Reino de los Cielos. Este carato de frases y citas es una aberración y carece de criterios revolucionarios propios cuando no existe la coherencia, actuando como loros en algo que no vale la pena repetir. Desde la óptica cristiana, la teoría de la elección divina de los pobres al reino de los cielos, se quedó atrás con el protestantismo, y que el propio Vaticano lo ha tirado por la borda. Una cosa es la humildad que ni la misma Iglesia conservadora anuncia como la linterna para afuera, pero no para adentro de sus sedes, y la otra muy distinta el de elevar a santidad la condición de ser pobre. Y no por esto los católicos sostienen, así como los protestantes, que el Dios supremo premiará con fortunas y riquezas en la tierra a los elegidos, sino que los sermónes de la resignación, y el cielo eterno para los pobres ha sido sustituido por muchas democracias en unos programas sociales, no políticos, al menos alejados del perverso concepto estalinista del control social.
Por supuesto que desde el punto de vista del amarre social y emocional, los claps constituyen un consuelo perverso, mientras se padece hambre y miseria, es una dadiva con factura al cobro futuro. Es macabra la utilización de esta satisfacción espiritual, cuando se convierte en instrumento de sumisión, cosa esta siempre muy criticada, precisamente, por los revolucionarios no militares en el pasado, antes de ser gobierno.
El chavismo o la izquierda reaccionaria o como se le llame nunca ha tenido entre sus estrategias el vencer la pobreza en Venezuela. Ya que no ha enfrentado el problema de una forma tecnificada y adecuada. Todos los programas socialistas son de naturaleza abyecta, ya que su objetivo es mantener la dependencia y sumisión del ciudadano pobre con el gobierno. Aquí radica la manipulación y la falsedad del mal llamado socialismo del siglo XXI, por eso 5 millones de personas han huido del país.
La ‘revolución bolivariana’ nunca se ha planteado reducir la pobreza, no lo han logrado en 20 años ni tampoco lo lograran con este modelo, lo que han hecho es multiplicarla y extenderla,
Actúan así asesorados por la nomenklatura de la Habana porque saben, por lógica, y lo dijo en forma inconsciente El Aissami muy claramente: "si disminuimos la base de personas que viven en una dependencia perpetua de las limosnas del gobierno, disminuirá también su apoyo hacia la revolución".
Sacar de la pobreza al ciudadano ha ocurrido hasta en los Estados Unidos de América, donde miles de ciudadanos negros lograron salir de la pobreza, y pasaron a ser de la clase media, y algunos mutaron a millonarios. Hoy en Venezuela los neo millonarios que tripulan lujosas camionetas Toyota 2019, son los vulgarmente llamados enchufados antiguos patas en el suelo, y que no es producto del trabajo creador y productivo.
Muchos argumentan que este camino empedrado es una ilusoria hipótesis, pero es mucho más válida que el estereotipo de buscar sacarle provecho a la pobreza. Porque más allá de una corriente dentro de la realidad económica y social en la pobreza no existe el merito. Porque quienes viven bajo están situación no se les permite su ascenso social, y les resulta difícil, alcanzar mérito alguno.
Hoy en Venezuela quienes sobreviven de la limosna, debido a la caridad de la revolución, caen en la categoría del llamado "lumpen proletariado", manipulados por el poder revolucionario reaccionario.
Ciudadanos muy pobres y sin esperanzas fueron la base de apoyo del nazismo alemán, y el fascismo italiano, y formaron parte como agentes rasos de los cuerpos represivos de la época, donde se caracterizaron por su ferocidad criminal, alimentada por una vida llena de frustraciones y miserias. Aquí en Venezuela como brigadas de choques y actividades represivas están incorporadas las milicias, gnb, faes, colectivos, ubches etc. Precisamente a este sector pobre y que vive de un bajo salario, es el perfecto elegido por el chavismo reaccionario como su base de apoyo.
Donde no pesa tanto la pobreza sino la marginalidad extrema. Y encuentran en la manipulación del chavismo reaccionario la razón de su ser. Y que son utilizados de acuerdo a los fines más perversos del gobierno, que no los sacará nunca de su marginalidad social y económica.
El marxismo totalitario soviético y cubano, con Lenin, Stalin y Fidel a la cabeza, glorificaron a los pobres en novelas y películas. Los utilizaron, y los explotaron sin misericordia alguna.
Hoy el gobierno bolivariano en sus tres niveles está repleto de fanatismo y fanfarronismo, careciendo de un fundamento ideológico moderno y serio, exhibiendo su despiadada injusticia y forma de proceder, que se alimenta de la escasez, la inflación, y la falta de medicamentos que cubran las necesidades mínimas, para sobrevivir a esta crisis. Al fin y al cabo, ni Chávez ni Maduro se preocuparon por convertir a la revolución en el gran promotor de la industrialización del país, al contrario convirtieron a Venezuela en un territorio lleno de miserias como lo hizo Fidel Castro en Cuba debido a la incapacidad económica del Estado.
Lo que si hicieron fue agrandar el aparato burocrático y acabar con la industria petrolera .Hoy la revolución es una forma de caridad política, y un reparto de prebendas y migajas, donde los pobres reciben mas que miserias, mucho menos de lo que requieren para vivir en una nación con una gran riqueza petrolera, destruida por la corrupción.