"Lo que los fascistas odian es la inteligencia.".MIGUEL DE UNAMUNO.
El desastre implantado en Venezuela, con este mal llamado Socialismo del Siglo XXI, cuya idea o nombre es creación del ideólogo marxista alemán Heinz Dieterich, quien fue asesor de Hugo Chávez, y quien lo botó cuando vio que ese proyecto no cuadraba, con las ideas que venían de la Habana.
Ya he escrito muchas veces sobre el tema, con conocimiento de causa, pues tuve la oportunidad de formarme dentro de la izquierda cristiana y participar en muchos movimientos y conocer personas, y así discutir esas ideas y sus basamentos científicos participando en eventos, donde se exponía y debatía las esencias de este esperpento de Socialismo del Siglo XXI.
Lo contrario al comunismo totalitario militarista cubano que se intenta implantar en Venezuela. Es la construcción de una democracia participativa y de decisiones, con recursos financieros participativos, más directos y el uso masivo de Internet, respetando las libertades y los derechos civiles, electorales alternativos, con referendos revocatorios.
Con Chávez se inició de nombre el Socialismo del Siglo XXI, asesorado por Dieterich, de donde se generó en parte la Constitución Bolivariana de 1999, con garantías de los derechos civiles, y de los poderes que nacieron, donde se establecieron los principios básicos de la democracia participativa.
Ni Fidel Castro ni su hermano apoyaron jamás estas ideas y nunca mencionaron las palabras Socialismo del Siglo XXI. A la nomenklatura estalinista de la Habana-Cuba nunca les gustó estas ideas, y en sus discursos jamás mencionaron el Socialismo del Siglo XXI. Ya que ellos nunca pensaron desestatizar la sociedad cubana, ni su economía, menos para darle paso al cooperativismo, y a la gestión empresarial. El totalitarismo cubano jamás le ha dado poder al pueblo, y a los trabajadores, menos escuchar las ideas del emergente líder venezolano Hugo Chávez, ya que podrían lograr simpatías en Cuba.
Pero Chávez, bajo la influencia de Fidel Castro fue desechando el proyecto de Heinz Dietrich lo que molestó a este, pero siguió usando el nombre del socialismo como lo hicieron Fidel Y Raúl durante estos últimos 60 años mientras las empresas del estado venezolano se convirtieron en fuentes de corrupción, muchas empresas privadas fueron totalmente estatizadas, y se impuso la idea general de la explotación estatal asalariada, característico del estalinismo cubano.
A pesar de los pesares, por lo democrática que es, Hugo Chávez respetó los principios de la Constitución de la Republica Bolivariana de Venezuela que enarbolaba constantemente en sus discursos televisivos, demostrando así la legitimidad de su gobierno.
Pero después de su muerte, su proyecto político entró en decadencia, y el poder pasó a manos de Nicolás Maduro, una ficha del castro comunismo, formado en la escuela de cuadros Ñico López de la Habana procastrista de uña, quien ganó la primera elección por una escasa diferencia que siempre levantó suspicacias, irrespetando la correlación de fuerzas, que solo ha servido para acrecentar el desastre económico en Venezuela, aumentando la oposición a su gobierno, y profundizando mas la división del chavismo, trayendo como consecuencia la pérdida en el 2015 de la elecciones parlamentarias de la Asamblea Nacional ganadas por la oposición.
El "Socialismo del Siglo XXI" de Maduro no es más que una mala copia venezolana del totalitarismo cubano, causante del peor desastre a la economía y a la sociedad. Hoy con un menguado apoyo militar y policial controla todos los poderes del estado, desconociendo el poder de la Asamblea Nacional de mayoría opositora, eligiendo una ANC para hacer a la medida totalitaria una nueva Constitución, a todas luces, destinada a excluir de la Asamblea Nacional a la oposición, y así evitar la convocatoria a unas nuevas elecciones presidenciales.
Y así garantizarse el control del poder, declarándose heredero del trono chavista, y del moribundo socialismo del siglo XXI, sepultando definitivamente la mejor obra de Chávez: la Constitución Bolivariana de 1999.
De esta manera la nomenklatura madurista, dirigida desde La Habana repetiría en Venezuela la miseria antidemocrática de la constitución "socialista" castro comunista de 1976 en Cuba, traicionando definitivamente el legado de Hugo Chávez con el mismo descaro que los castristas han hablado de socialismo durante 60 años.
Hoy el gobierno bolivariano naufraga por el abordaje del parasitismo militar, junto a los miles de colectivos armados, en una sociedad muy dividida, marcada por la violencia y los asesinatos, Hoy se vislumbra una agudización de las confrontaciones en Venezuela y en la región de consecuencias terribles, con los recientes sucesos de Ecuador, Perú, Colombia, y con la creación del "Grupo de Puebla" para destruir las democracias regionales, no solo para los venezolanos, sino que se amenaza la seguridad de USA.
Todo estos es una estrategia para frenar, con la fuerza terrorista, la caída en picada de la ola populista del comunismo latinoamericano, incluida la caída del gobierno castrista por un ataque militar de los países democráticos liderizados por USA, poniéndole fin las fuerzas democráticas a la estrategia de Fidel Castro de establecer en la América Latina, esta vez por vía democrática, un polo de poder antiestadounidense, supuestamente antiimperialista y socialista, sustentado en el poder económico de la riquezas minerales, hídricas, tierras fértiles, además del gigantesco reservorio petrolero venezolano y apoyado por rusos, árabes y chinos. Esto es de suma gravedad cuando altos dirigentes del gobierno bolivariano dicen: "Ni por las buenas, ni por las malas entregaremos el poder, así destruyamos a Venezuela".
Hoy los mas de cinco millones de migrantes venezolanos ha cambiado la correlación de fuerzas en la región, la contradicción fundamental que mueve esta tragedia hoy no es izquierda-derecha ni capitalismo-socialismo, sino democracia versus dictadura. Los que no se percaten de esto y pretendan seguir imponiendo dictaduras descubiertas o disfrazadas como la cubana, más temprano que tarde pagaran por esta tragedia
histórica.
Con la bonanza petrolera que tuvo la era de Chávez, Venezuela pudiera tener hoy en día estándares de vida comparables al de los países escandinavos. Pero los desastres de regímenes de corte comunistas hay que cuantificarlos exponencialmente. En Cuba no se han retrocedido solamente 60 años por culpa de los Castro (ya quisiera el pueblo cubano que el castro comunismo la dejara en la misma situación económica que Fidel Castro la encontró en 1959). Lo que se ha dejado de avanzar, es más de lo que se ha retrocedido, en 60 años, y esto sin tomar en cuenta el terrible daño antropológico que da terror, y va a ser lo más difícil de revertir cuando sean desalojados del poder.
Los otros que no acaban de comprender las ideas esenciales del socialismo que defendemos los de la izquierda democrática, en nada tiene que ver con el llamado socialismo castro comunista. Lo he escrito mil veces. No se trata de imponer nada. Simple, en su propia evolución el capitalismo va generando, como está ocurriendo en la práctica, nuevas y superiores formas de producción sustentadas en el trabajo libre, asociado o privado.
Esas formas solo pueden desarrollarse en democracia y libertad, en medio de una economía de libre mercado. Estas formas llegaran a predominar inevitablemente. De hecho está ocurriendo sin que muchos se vayan dando cuenta, cuando suman las gentes que trabajan en empresas por acciones, empresas de tipo cooperativo, empresas de capital asociado diverso, empresas de tipo mutuales, empresas personales, y de trabajos individuales, ya hoy en EEUU posiblemente sean más que los trabajadores asalariados. El socialismo democrático no se impone, pero incuestionablemente mientras más democracia, más libertad, mas desarrollo de las tecnologías y las comunicaciones, más se avanza hacia una sociedad pos capitalista, donde cada vez más la explotación asalariada será minoritaria. Hoy hay muchos estados en USA que apoyan el trabajo libre, dan créditos para pequeños negocios y sin saberlo favorecen esa nueva sociedad. Que, si quieren, póngale otro nombre. En Venezuela es la democracia lo que defiendo, que no es otro que ese del que siempre escribo, pasando por la defensa de la democracia, de la libertad y del mercado libre.
Hoy finalizando el 2019 el gobierno de Nicolás Maduro no ha cambiado ni una jota del proyecto y agenda dictatorial y totalitaria de la "izquierda" del siglo XX. Por eso está condenado al fracaso. No creo sinceramente que esta oposición "democrática" venezolana vaya a comportarse mejor que los que hoy están en el poder si tuvieran el chance de llegar. En el siglo XXI lo que muestran las experiencias recientes es que los partidos políticos tradicionales no van a ninguna parte, tienen los días contados. Los movimientos sociales que devuelvan cierta cantidad de poder a la sociedad civil serán los que ganen terreno.
Existe un precepto de la filosofía oriental que dice: "el conocimiento es un obstáculo, a no ser, que se trasmute en sabiduría, a más sabiduría más libertad, pero mayor responsabilidad". Heinz Dietrich, fue muy irresponsable al entregar una teoría social con fundamentación tan compleja como el socialismo del siglo XXI, a unos ignorantes castrenses convertidos al castro comunismo, amparados en poderes militares, políticos y económicos, con ambiciones hegemónicas nacionales e internacionales, fue como entregarle una bomba atómica a estos personajes, y aquí están los resultados en la Venezuela que todo el mundo conoce.
Pienso que los graves errores históricos cometidos por Chávez, Maduro y por el chavismo-madurísmo, y que son cruciales conocer y reflexionar sobre los mismos, para hallar el rumbo que nos lleve a un puerto seguro y nos alejen del mar de tempestades permanentes en que esta sumida Venezuela con todo el pueblo venezolano adentro.
Los socialismos del siglo XX, y los restos del XXI, fracasaron porque son atajos que conducen a la sociedad a un retroceso en su normal evolución al desarrollo y el bienestar de las mayorías. Son 20 años viendo un socialismo que está resultando un vulgar fascismo populista que empobrece al país y le roba el futuro a todo un pueblo. Ya no sigan intentando reciclar y cambiar de envoltura un sistema inviable.
La revolución bolivariana nació al igual que la cubana con la misma idea, nada loable por cierto, de por medio con el mismo cuento de: "del pueblo y para el pueblo" perpetuarse en el poder y de paso hacerse ricos.
El suscrito no debate con fanáticos ideologizados: cuando me insultan personas altamente ideologizadas, no intento razonamientos basados en la realidad. Porque siempre dirán como el Gran Incrédulo: ¿Usted ha visto a Dios? Y...así no puede haber discusión. A las personas criadas en regímenes totalitarios de Izquierda, así como a sus intelectuales que creen en su misión "salvadora " de la humanidad, no le basta con los descalabros de la izquierda revolucionaria...aun quieren mas y culpan al Imperio, a la burguesía a los católicos de Torquemada, al ratón Mike, en fin a cualquiera, y los acusan de enemigos de la patria, falsificadores, dé malinterpretar las palabras de Marx, Mao de Stalin de Fidel...etc...en fin, no hay rectificación posible en esta gente.