Ecuador y otros asuntos: Analistas resbalándose con una concha é “Mango”

Lunes, 14/10/2019 03:01 PM

Hay quienes escriben u opinan de acuerdo a lo pautado con alguien a cambio de alguna cosa. Eso puede ser convenido o tácito.

Claro, "la verdad", en veces es subjetiva, cada quien, por encima de la realidad, se construye la que le conviene.

Los neoliberales son capaces de "dejarse matar" por sostener su verdad, según la cual para que la economía funcione, el Estado debe mantenerse al margen y "limitarse a cobrar impuestos". Según ellos, este debe ser un ente para mantener el equilibrio entre los ciudadanos y si les deja actuar con la libertad que ellos demandan haría bien su rol. Pero hay entre estos analistas muchos que lo son de mentira porque eso es un gran negocio. Pues siempre "quien tiene más saliva traga más harina".

Los contrarios a los neoliberales forman una amplia gama que va desde quienes demandan del Estado control al límite de impedir la formación de monopolios y carteles hasta quienes creen que aquél debe manejar todo, obviando hasta la propiedad social y socialista en olvido que Marx predijo hasta un estadio supuesto, de altísimo desarrollo de las fuerzas productivas, con todo lo que eso significa en lo súper estructural, en grado de igualdad superlativo, donde el Estado llegaría a desparecer.

Entre todos ellos abunda gente de buena fe que opina y se mueve por sus convicciones y usualmente son excelentes para conversar, ser escuchados, enseñar y escribir, porque les sobran argumentos, tanto como para no caer en lo pedestre.

Pero también abunda, uno se los tropieza a cada instante, analistas que los mueven los sentimientos. Son de esos que se mueven en parte por aquello de me "caen mal" o "me deben una factura". Para procurar ser explicativo, sencillo y digamos pedagógico, hay mucho anti, como anticomunistas, anti adecos y anti muchas cosas, pero no por razones de intelecto, convicciones teóricas, sino porque "me sale del forro". En estos casos se guían por el deseo de llevar la contraria ante quienes se definen como anti. El odio visceral es un combustible que puede generar y desatar grandes energías. Con el contrario o ante quien se es anti, nunca hallarán, ni querrán forma de ponerse de acuerdo. No importa lo que el otro diga o haga, el asunto es contradecirlo, pues nunca tendrá ni puede tener la razón. Por eso, uno se encuentra individuos defendiendo valores e individuos que en otras circunstancias han atacado y denunciado como nocivos.

Entre estos, curiosamente, puede haber individuos que no obedecen a una pauta pagada, trabajo por encargo, aunque pudieran hacerlo, como recibir remuneraciones o premios por lo que escriben, pero pudiera no hacerlo por eso, sino porque está en lo suyo, lo que le gusta y quiere; y si le pagan mejor; así puede dedicarse a eso con desahogo. Pero usted puede verlos aparecer en un medio "sustantivo", de "prestigio y renombre", no por la forma como dice las cosas, su estilo, profundidad, originalidad, sino por lo que dice y sobre todo contra quienes lo dice, pese sus trabajos parecieran siempre ser el mismo, sólo que cambia de fecha, nombre y alguno u otro detalle adicional.

Todas estas cosas explican, los enfoques distintos y contradictorios, desde la perspectiva de un mismo personaje, relacionados con las protestas en Caracas, Managua, Sao Pablo, Bogotá o Quito.

En estos espacios uno ha podido leer a personajes que califican "las guarimbas" caraqueñas, con toda la carga de violencia que ellas han tenido, tanto como quemar personas vivas, de "actos democráticos destinados a rescatar la libertad", justamente en un país, uno de los pocos del mundo, donde hay un precepto constitucional, un referendo que abre la posibilidad de destituir al presidente, por voluntad popular, a mitad de período. Tal disparate, que obedece a una estrategia ajena destinada no a rescatar la democracia sino a desintegrar el Estado Venezolano, ha logrado el efecto contrario, como que el gobierno de Maduro, con todas sus deficiencias y gestiones contrarias al interés popular y la independencia, y con una perspectiva personal y grupal, se fortalezca.

Pero esos mismos "analistas", de los que responden a las pautas del patrón o el interés crematístico y hasta por la egolatría de aparecer en determinados espacios, ahora frente a los acontecimiento de Ecuador, porque es bueno dejar sentado que esas protestas se producen más allá de Quito, al analizarlas o evaluarlas, las califican como contrarias a la legalidad, la democracia y hasta le asignan objetivos distantes de lo que realmente tienen.

Para estos analistas, léanlos bien, muchos en medios nacionales e internacionales, los hechos responden a la pauta que marca EEUU y los tarifados de este bando, porque también los hay en el otro y, no logran ver por ninguna parte al FMI y menos el carácter de las medidas anunciadas por Moreno. Revise usted cierta prensa y lea a ciertos analistas y verá que en sus observaciones no hay nada de eso. Es la misma forma como quienes defienden a ultranza al gobierno de Maduro, quienes sólo ven los efectos de las medidas de Trump pero no son capaces de percibir, por decir algo, los desastres de antes y ahora en el área petrolera, la fuente primordial de divisas del Estado venezolano.

Ahora mismo, EEUU está invocando la Carta de la OEA para "defender la democracia en Ecuador", por las protestas, mientras en el caso venezolano hace el mismo llamado a favor de los protestantes violentos con la inocultable consigna de tumbar al gobierno y donde las reivindicativas del pueblo están ausentes, justo lo contario de Ecuador y eso que aquí el pueblo está pasando las de Caín. Mientras tanto, Moreno llama a quienes protestan a dialogar, buscar acuerdos y hasta ofrece modificaciones del "paquetazo", con lo que desmiente lo de la Casa Blanca y sus aliados y a los analistas que no ven más allá de lo conviene, ven desde su bolsillo o carga de odio.

Hay analistas que el odio que les despierta Maduro, por las razones que sea, que no son inteligentes ni racionales porque aquel sentimiento no lo es, lo trasladan a Correa, Evo, etc. Y en consecuencia se vuelven partidarios del imperialismo y personajes como Moreno, Piñera y Macri, quienes le hacen a su pueblo lo que aquí critican por Maduro. A última hora se sabe que Moreno revocó el decreto sobre el combustible, lo que echa por tierra esos análisis amarrados a la pauta de USA. Pero ahora vienen con el acomodaticio, según el cual "se detuvo el golpe correista", con lo que difaman hasta a las personas con quienes firmaron un acuerdo. Habrá que esperar, en eso ya hay "gato enmochilao".

Ahora mismo, en este caso se trata de las redes sociales, no dejé de asombrarme, como cuando al parecer unos policías "atropellaban", dicho así por no estar muy convencido, pues el video parece revelar que la "víctima" pareció retar a la policía, al joven a quien llaman "Mango", mucha gente manifestó rabia por lo que a él le hacían, pero no porque se atropellaba a un ciudadano. Parecía que no importaba el atropello en sí sino al personaje. Si hubiese sido otro, un desconocido para ellos o un contrario, eso no hubiese importado, por lo menos es lo que parecían predicar. Otros por el contrario, pese se trata de "la policía odiosa y criminal de la dictadura de Maduro", aplaudían porque aquél propagandista o "cuadro revolucionario", como ellos se llaman, estaba siendo victimizado. Por supuesto, uno sabe bastante bien que quienes vieron y comentaron el asunto de manera tan simplista y emocional, lo hicieron de la mejor buena fe, intentando solidarizarse con alguien quien para ellos lo merece.

Un analista entonces debe cuidar el equilibrio, trabajar como para que pudieran llamarle desacertado pero nunca mentiroso y menos ponerse propenso a resbalarse en plena calle con una concha de mango, como la que Moreno y el FMI pudieran estar poniendo ahora al pueblo ecuatoriano.

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