Utopía

Lunes, 21/10/2019 07:29 AM

Las utopías desvanécense con solo y sólo tender hacia ellas, a partir del tercio incluso aristotélico profundo, entre los casos límite contradictorios, realidad y utopía, en que la realidad tiende y la utopía trasciende, en que el trascender profundo estagirita, continente que contiene los contenidos, el desvanecer y el aparecer, tender y el no tender, el tender y el retroceder, el trascender y el no trascender, la realidad y la no realida, la realidad y la utopía, utopía y distopía, algo y nada, certidumbre e incertidumbre, determinación e indeterminación, la posición y la velocidad, realismo ingenuo y realismo mágico, menor velocidad de la luz y mayor velocidad de la luz, resaltar y esfumar, dicho y hecho, hecho y Derecho, valores jerarquizados y valores polarizados, en difuminada continuidad espectral, red reticular dispersiva, trecho estrecho arrecho, en donde no ha de existir saltos ni brincoteos, tanto desvanécese la utopía como aparece la realidad, tanto es la velocidad como la posición, tanto es la partícula como la onda, tanto es la menor velocidad de la luz como la mayor velocidad de la luz, tanto es el todo como la parte, tanto es la rapidez de Aquiles como la lentitud de la morrocoya, y tantas otras paradojas, en que no escápase la utopía política económica social de la realidad política económica social, siempre en el tercio incluso aristotélico abismal, en que el principio de borrosidad, expresa que: "Todo es cuestión de grado, llevado el todo por un tanto factual distintivo, por una descripción distintiva detallada definida determinada", que hácese perceptible en la mente y en la sensibilidad, en el río heraclitoiano armónico simultáneo contradictorio, paradójica realidad mágica paradisíaca. Rebinando la titularidad, con digresión y sin digresión, y, del principio contradictorio borroso, tanto es algo como nada, tanto es la realidad como la utopía. Los aspectos límbico antagónicos borrosos, la utopía política económica social y la realidad política económica social, tanto retrocede la utopía como emprende la realidad. El desarrollo es tanto realidad como la utopía es no desarrollo, no realidad. El desarrollo económico es tanto una realidad como la utopía el objeto del desarrollo económico. El desarrollo económico es tanto el factor demográfico como la utopía es interrelación agrícola e industrial. El desarrollo es tanto relaciones de capital como utopía la producción. El desarrollo es tanto ahorro interior como utopía balanza de pagos. El desarrollo es tanto ascenso humano totalmente integral pensado ordenado voluntarioso como utopía esfuerzo racional presencial real. Contenidos que contiene el continente de los aspectos límbico antagónicos, capitalismo y socialismo, neoliberalismo y marxismo. Nada nuevo bajo el solariego sol eclesiástico, tanto tiende el capitalismo al tercio incluso aristotélico profundo como trasciende el socialismo, como trasciende el marxismo, tanto tiende el desarrollo como trasciende la utopía y recíprocamente, en que el tercio incluso estagirita profundo es equilibrio dinámico dialéctico dialógico diplomático difuminado, en el tercio incluso aristotélico abismal, ahí cuartel convite cívico mílite, del golpe feroz cesarvallejoiano teleológico, en que sustitúyense los entes definidos por sus definiciones, ahí, hanse de producir los cambios recíprocos contradictorios transformadores, mas y más, aun y aún, ha de ser el tercio incluso estagirita profundo de equilibrio de unidad de contrarios, de lucha de clases o lucha de contrarios, en que el capitalismo tiende y el socialismo y el marxismo trascienden del golpe, hacia una curiosa conceptualidad revolucionaria en un movimiento histórico espiralino sinusoidal ludovicosilvaiano, eterna noria notoria, que vale solo y sólo, para el cambio de lo cuantitativo en cualitativo, sin saltos de talanquera y vuelos de gallera, en difuminación continua espectral, en red reticular dispersiva, o sea, en trecho estrecho arrecho, del dicho y del hecho, del hecho y del Derecho, sin despechos capitalista y socialistas, pues las utopías desvanécense con solo y sólo tender hacia ellas.

Las utopías desvanécense con solo y sólo tender hacia ellas, a partir del tercio incluso aristotélico profundo, entre los casos límite contradictorios, realidad y utopía, en que la realidad trasciende y la utopía tiende, y lo recíproco está permitido y no prohibido, en que el trascender profundo estagirita es continente que contiene los contenidos, de los casos límite contradictorios, desvanecer y aparecer, realida y no realidad, realidad y utopía, valores jerarquizados y valores polarizados, y asegún el principio de borrosidad, tanto desvanécese la utopía como aparece la realidad, tanto emprende la realidad como no emprende la utopía, tanto emprende la realidad como retrocede la utopía, lo que enseña que las utopías desvanécense con solo y sólo tender hacia ellas. El libro que publicó en 1516 Tomás Moro, contra el Derecho Inusual Extraordinario Norteamericano Barakobamaiano, con el título La Utopía, decíanos, el viejo Tomás, tocayo de Don Tomás Mercado, gobernador de Cojedes, que: "La utopía, era una isla imaginaria regida por leyes instauradas por el sabio Utopus, también imaginario. La organización de esa isla aseguraba a los habitantes el máximo de felicidad posible, fundada en la comunidad de los bienes, tolerancia religiosa, obligación de trabajar seis horas diarias, impuesta a todos, y goce del ocio en actividades estéticas…Toda utopía supone la posibilidad de que el hombre alcance una organización donde ya no sea necesario introducir ningún cambio." Confírmase lo expreso hasta aquí, sobre las utopías, desvanécense con solo y sólo, tender hacia ellas, y tanta fue la tendencia que la realidad de Suecia, es que, en verdad, fue un paraíso, convertida después en un infierno por el capitalismo injusto y cruel, a lo que el Fondo Monetario Internacional conduce hoy, a los experimentados venezolanos del caracazo ayer, como si en verdad el alemán alzheimeriano carcomíeranos los sesos humanos. Ahora, avístase https://www.significados.com/distopia/: "Distopía, término opuesto a utopía. Un tipo de mundo imaginario, recreado en la literatura o el cine, que se considera indeseable. La distopía plantea un mundo donde las contradicciones de los discursos ideológicos son llevadas a sus consecuencias más extremas. En este sentido, la distopía explora nuestra realidad actual con la intención de anticipar cómo ciertos métodos de conducción de la sociedad podrían derivar en sistemas injustos y crueles. Por ejemplo: una nación donde se ejerza un riguroso control estatal para garantizar una sociedad organizada, feliz y conforme, podría derivar en un régimen totalitario, que reprime al individuo y cercena sus libertades en función de un supuesto bienestar general." La utopía y la distopía, casos límite contradictorios. Al tercio incluso aristotélico profundo, a él tiende la distopía, y de él trascienden la utopía, la reciprocidad es perfectamente válida, está permitida y no prohibida, a la par del principio de la borrosidad: Tanto es algo como nada. Por último avístase https://actualidad.rt.com/programas/keiser_report/279880-eeuu-abandonado-libre-mercado-convertirse: "EE.UU. ha abandonado el libre mercado para convertirse en una burocracia política distópica. Por eso Rusia sigue comprando oro, lo que convertiría al oro en un "refugio seguro", cuando llegue la gran ola habrá una escalada hiperinflacionista en el oro, en el bitcóin y en todo aquello que no se puede emitir, China acaba convirtiéndose en la nueva potencia dominante a nivel mundial, podría sustituir al dólar con activo apoyado en el oro o en las materias primas. Los actos de EE.UU. demuestran que quiere una guerra. No puede saldar su propia deuda; la única forma de escapar de ella es mediante un conflicto bélico, porque cuando un país está en guerra no paga ningún tipo de deudas." La guerra y la paz, democracia política distópica y democracia política utópica, con tercio incluso estagirita abismal, y, de él, ha de trascender la paz, que es la doctrina de los venezolanos, en lo político económico social, y una realidad concreta la utópica criptomoneda venezolana, denominada el petro, en una democracia participativa protagónica en un Estado Democrático y Social de Derecho y de Justicia, Derecho Usual Ordinario Romano Tomás Moroiano, República de Tomás Moro, Las Comunas Indígenas Anti Invasiva Española, Repúblicas y Comunas no aéreas, experiencia venezolana, del Derecho Usual Ordinario Indígena Levantisco contra el Derecho Inusual Extraordinario Norteamericano Barakobamaiano. Helo ahí, lo levantisco en Chile, Ecuador, Colombia, Perú, Argentina, Paraguay, Honduras, Brasil. Tomás Moro y Hugo Chávez, contra Donald Trump, y el Fondo Monetario Internacional, sustento argentino, brasileño, chileno, ecuatoriano, peruano, paraguayo, hondureño, colombiano, distopía y utopía, unidad combativa victoriosa chavista, lucha de clases y unidad de contrarios, en el tercio incluso estagirita profundo de equilibrio dinámico dialéctico dialógico diplomático diabético difuso diametral desquiciado de los venezolanos aguerridos victoriosos invencibles. Advertidos testimonios avisados avistados de Arturo Uslar Pietri en El Nacional, el domingo, 28 de enero de 1996. A/4: "El desarrollo como utopía, significa mayor consumo, mayor producción, mayor gastos de recursos materiales, mayores niveles de educación y, en resumen, mayor productividad material y mental…" Asomábase, Uslar Pietri, en la utopía en retroceso en decadencia en desvanecimiento, pues la tendencia es de la utopía misma, en tanto el desarrollo la trascendencia, de conformidad con la teoría de los casos límite contradictorios borrosos, y su principio del tanto es algo como nada, utopía y desarrollo, del tercio incluso aristotélico profundo, hasta el colmo de los colmos trillado ut supra, y, en todos los artículos de Aporrea. Y escribía Herbert Marcuse, en La Teoría de la Sensibilidad Subversiva: "La sensibilidad subversiva es la capacidad de asumir la utopía concreta. Es la sensibilidad del hombre, la primera facultad que tiene que cambiar cualitativamente para poder impulsar las transformaciones revolucionarias en el resto de las facultades del individuo, y por lo tanto en la sociedad total…" La utopía concreta palpable tocable desvanecida ya en el siglo pasado, la sensibilidad subversiva marcuseiana profunda contradictoria, de los aspectos límite antagónicos, utopía concreta y utopía no concreta, a la utopía concreta ha de tenderse, y, ha de desvanecerse, razón averiguada.

Si las utopías desvanécense con solo y sólo tender hacia ellas, a partir del tercio incluso aristotélico profundo, entre los casos límite contradictorios, realidad y utopía. Entonces sea dicho que la realidad trasciende y la utopía tiende, en que el trascender profundo estagirita es continente que contiene los contenidos, de los casos límite contradictorios, desvanecer y aparecer, realidad y no realidad, realidad y utopía, utopía y distopía, valores jerarquizados y valores polarizado. Ergo vergo sea dicho que la utopía concreta marcuseiana, cuartel diplomático pacífico dialógico equilibrado dinámico seguro con un puebloalzao venezolano unido a su fuerzas armadas, entre Utopía Tomasmoroiana Venezolana y Distopía Norteamericana Barakobamaiana, con tercio incluso aristotélico profundo contradictorio para dar el golpe feroz cesarvallejoiano chavista libertario trascendental soberano, contra gringo go home criminal Donald Trump. Ergo vergo sea dicho ¡No more Trump!

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