Una mirada a la complejidad humana

Sábado, 26/10/2019 02:40 PM

Las sociedades de hoy enfrentan un sinfín de crisis, todas simultáneas y todas interrelacionadas, entre ellas forman fila: las agresiones imperiales con sus sanciones y bloqueos, las guerras, la destrucción ambiental, la brecha de desarrollo entre el norte y el sur, las sociedades marcadamente desiguales y todas las manifestaciones abiertas y simuladas de discriminación que atentan contra el desarrollo a plenitud de los derechos humanos

El camino hacia las soluciones puede parecer demasiado remoto y sus escollos pueden intimidar, aunque para mí, el camino es el socialismo, siempre y cuando se busque privilegiar y liberar al sujeto y desmercantilizar a lo humano como objeto, con honestidad y sabiduría… ante ello, la educación puede hacerse cargo de las preguntas relativas a nuestra condición humana: ¿quienes somos?¿donde estamos?¿de donde venimos?¿a donde vamos?...se trata de preguntas que involucran la necesidad de romper con el pensamiento fragmentario y reduccionista de lo humano, que ha disuelto la complejidad de la condición humana y por ende, la puesta en juego de un nuevo modo de pensar que permita comprender la unidad de lo humano en la diversidad y su diversidad en la unidad. El carácter a la vez singular y múltiple de cada ser humano como ser complejo que no sólo vive de racionalidad y de técnica, que es al mismo tiempo racional y delirante, trabajador y lúdico, empírico e imaginador, económico y dilapidador, prosaico y poético (Morín:2000)

El estudio de la complejidad de la condición humana como una de las vocaciones esenciales de la educación conducirá a la toma de conocimientos, esto es, de conciencia, de la condición común a todos los humanos, y de la muy rica y necesaria diversidad de los individuos, de los pueblos, de las culturas, sobre nuestro arraigamiento como ciudadanos de la tierra (ibídem: 65).
La civilización que había creído en las certezas absolutas, en el conocimiento absoluto y el progreso permanente se está derrumbando, esto a su vez abre paso a nuevas formas de pensar, de sentir, de actuar y de vivir en el mundo. El sujeto complejo ha producido un giro recursivo fundamental e irreversible (Najmanovich: 2002)
La transformación implica tener que pasar de una búsqueda de certezas a la aceptación de la incertidumbre, del destino fijado a la responsabilidad de la elección. Para los positivistas, lo que ellos llaman el mundo objetivo es para las ciencias de la complejidad, una construcción imaginaria compartida, un mundo simbólico creado en la interacción multidimensional del sujeto con el mundo donde se desenvuelve y del cual forma parte.

El mundo en que vivimos, es un mundo humano, simbólico, un mundo construido en nuestra interacción con la realidad, con lo que está dentro y fuera del lenguaje, con el misterio que se opone a nuestras creaciones y es a la vez la condición para que las mismas sean posibles.

Según Najmanovich (2002), el enfoque de la complejidad se sienta sobre un conjunto de supuestos e hipótesis fundamentales, entre ella destacan: que las partes de un sistema complejo solamente son partes por relación a la organización global que emerge de la interacción. Que la unidad global no puede explicarse por sus componentes, el sistema presenta interacciones facilitadoras, inhibidoras y transformaciones internas que lo hacen no totalizable. Que el sistema complejo surge de la dinámica de interacciones y la organización se conserva a través de múltiples ligaduras con el medio, del que se nutre y al que modifica, caracterizándose por poseer una autonomía relativa.

Las ligaduras con el medio son la condición de posibilidad para la libertad del sistema, la flexibilidad del sistema, su apertura regulada, le provee la posibilidad de cambiar o mantenerse, en relación a sus interacciones con su ambiente.

El contexto no es un ámbito separado e inerte, sino el lugar de los intercambios y a partir de allí el universo entero puede se considerado una inmensa red de interacciones donde nada puede definirse de manera absolutamente independiente.

En todas aquellas situaciones en que se produzcan interacciones, ya sean positivas (sinérgicas) o negativas (inhibidoras) o cuando intentemos pensar el cambio cualitativo, no tiene sentido preguntarse por la causa de un acontecimiento, ya que no hay independencia ni posibilidad de sumar efectos, sino transformación. Sólo podemos preguntarnos por las condiciones de emergencia, por los factores co-productores que se relacionan con la aparición de la novedad. Éste modo explicativo, apunta más a la comprensión global que a la predicción exacta y reconoce que ningún análisis puede agotar el fenómeno que es pensado desde una perspectiva compleja.

Queda de nuestra parte preguntarnos por las condiciones de emergencia, por los factores que se relacionan con la aparición de la novedad. Se puede decir que ningún análisis puede agotar el fenómeno que es pensado desde una perspectiva compleja.

Un abordaje de lo complejo de la complejidad implica desempolvarse de las pretensiones de mantenerla cercada, de formalizarla, de atraparla en algún tipo de modelo o de limitarla a un paradigma.
La complejidad es una forma de cuestionamiento e interacción con el mundo, es un estilo cognitivo y una práctica rigurosa que no se atiene a modelos ni a estándares. No se trata de un modelo totalizante, de una teoría omnicomprensiva, sino de un proyecto siempre vigente y en evolución.

Referencias bibliográficas
Najmanovich (2002) La complejidad: de los paradigmas a las figuras del pensar, programa de seminarios por internet, www.edupsi.com
Morín (2002) los sietes saberes necesarios a la educación del futuro. IESALC/UNESCO: caracas

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