¡Han tumbado a Evo! ¿Qué aprender de eso?

Lunes, 11/11/2019 01:43 PM

Es posible que algún lector, a uno le dé poco valor por diversas circunstancias, pero como el diario "El País" de España, a mucha gente merece estimación y hasta fe, le recomiendo leer el trabajo al cual lleva el link, donde se explica la actitud de ejército y cuerpo policial. Personalmente, pese califico a ese diario madrileño conservador, le otorgo mucha credibilidad porque suele ser, en buena medida, equilibrado y merecedor de ser leído, con la seguridad que las informaciones generalmente responden a ese calificativo que le he dado. Y eso vale para unos y otros.

https://elpais.com/internacional/2019/11/10/actualidad/1573426533_008486.html

Podrá observar el lector, según esa información que, policías y militares, coincidieron en abstenerse de poner orden frente a las violentas manifestaciones que se desataron en el altiplano boliviano. Algo así, como dejar en mano del presidente y sus funcionarios del aparato administrativo, sin competencia ni condiciones para eso, buscasen los medios de neutralizar y disolver a los manifestantes. Sería bueno el lector se empape de las razones que los miembros de esos cuerpos alegaron para se forme un juicio equilibrado sobre lo acontecido y se deslinde de quienes emiten opiniones al voleo, por rencor u oportunismo, recogidas entre difundidores de chismes y mentiras. Nosotros no diremos nada, preferimos que, como decimos los cumaneses, el lector "se mate por su propio pulso".

Tanto que resuelta la controversia acerca de los resultados electorales y habiéndose corrido la especie que la OEA había encontrado irregularidades, lo que es cosa muy digna de tomar en cuenta, sobre todo estando en medio de eso un personaje como Luis Almagro, pese el llamado de Evo Morales a repetir las elecciones y a un diálogo, Mesa el candidato opositor, de inmediato se negó a ese pedido y pasó a una exigencia mayor, que el presidente en ejercicio, a quien todavía no se le ha terminado el período, debía dejar el poder. Por supuesto, está claro, más al leer la nota que hemos recomendado, que Mesa estaba consciente que marchaba un golpe de Estado iniciado con "los brazos caídos" de las fuerzas policiales y militares, que de inmediato al renunciar el presidente salieron a ponerse en actividad, como para salir a buscar a quien llevarse preso. El golpe ya estaba consumado.

Por supuesto, hablamos para gente madura y consciente, todo eso es resultado de un plan y no un infantil cuento; y que el guión y el espaldarazo de todo eso tiene un origen cierto, tanto que uno se lo sabe de memoria.

Demás está decir, que después de aquella "revolución boliviana" de 1952, la historia de Bolivia fue la de un país donde los golpes de Estado se volvieron cotidianos, tanto que, como para decirlo al estilo literario de Domingo Alberto Rangel, quien vivió en Bolivia, allí se desayunaban con un golpe y ya en las primeras horas de la noche, cenaban con el tercero del día. Los pocos meses antes que Evo llegase a la presidencia, ese cuadro o sainete no variaba y las condiciones económicas eran propias de uno de los países más pobres del mundo. Unas pocas familias eran dueñas de un país que, cuando allí llegaron los conquistadores a sangre y fuego, ya todo eso tenía dueños. Cada gobernante que era expulsado del palacio de gobierno ponía cuidado de dejar las arcas vacías y siempre la cuenta de "Reservas Internacionales" era sólo eso, una cuenta abierta pero vacía. La vida y la economía toda de Bolivia era deprimente y la indiada, que compone la mayoría de la población de ese país, pese ser la originaria, no gozaba de ningún derecho y donde entre otras cosas, estaba sometida al analfabetismo y el abandono.

Evo se ganó el respeto mundial por cosas simples como estas. Pese tener al ejército y la policía en su contra, como lo revela el trabajo que arriba hemos citado, se mantuvo durante 12 años como presidente de Bolivia, en un país que como dijimos antes, a los presidentes no les dejaban estar ni 24 horas en el cargo.

¿Y por qué esto?

Pues porque bajo su mandato, entre otras cosas, la economía siempre registró cifras de crecimiento sostenido, avalado por los organismos internacionales competentes; se acabaron aquellos denuncias aterradoras de corrupción, habituales en el pasado y a la población indígena comenzó a dársele el tratamiento merecido, por originarios y seres humanos con derechos como los demás. Justo, una de las fortalezas de Evo Morales, es haber reconocido, como indio que es él mismo, a esa enorme población que los grupos oligarcas que allí siempre gobernaron, desde los tiempos de la independencia, ignoraron. Es una manifestación de ignorancia y desconocimiento de la historia boliviana, para decir lo menos, justificar el golpe dado a Evo porque la población estuviese pasando dificultades, sobre todo si valoramos con el pasado, lo que sí se puede alegar sin duda, en Chile y en Venezuela misma, obviando las circunstancias que en estos países hayan incidido.

La primera recomendación a hacer a los venezolanos que se asoman a los acontecimientos bolivianos es, antes de intentar hacer traslados mecánicos y simplistas, la de observar lo acontecido en Chile. En este país, el movimiento de protesta, integrado por los pobres de los barrios de las ciudades y los indios Mapuches, alcanzó mayores dimensiones, tanto que se habla de una enorme cifra de muertos; el propio presidente Piñera, aparte de una multitud de analistas de distintas tendencias, justifica aquellos hechos en las injusticias del modelo del país del extremo sur. Leamos los diarios de días atrás, incluyendo al propio "El Mercurio", ultraconservador, para comprender lo que estamos afirmando y pese eso, Piñera no ha renunciado ni los militares le han dado un golpe de Estado. Y esto ha acontecido porque la mayoría determinante de ese ejército, dicho así porque la vida es muy diversa, convalida las políticas de las clases dominantes y el gobierno chilenos.

No obstante lo anterior, quiero decir aquí como vengo diciendo con constancia, Chile no está exenta de un golpe contra Piñera, pues por encima de éste, lo que privilegian el capital, las clases dominantes y el Pentágono, es la defensa del modelo. Y en Chile, con la intervención y asesoría del FMI, se ha instalado uno que aquellos factores están dispuestos a defender, aun llevándose a Piñera en los cachos, si este no es capaz de contener las manifestaciones de inconformidad.

Pero también debe pasearse el lector por lo de Venezuela, donde desde hace casi 20 años, factores opositores se han agotado intentando salir exitosos con igual procedimiento, ese que aquí llamamos "guarimbas" y no han podido hallar eco en las fuerzas militares. Porque, es por demás conocido, que el ejército venezolano, pese lo que a cualquiera se le ocurra alegar, es sustancialmente distinto al de los demás países del continente. Nada gana quien quiera de verdad comprender todo esto cayéndose a embustes y dándose respuestas convencionales. Léase en esa nota del diario "El País", como su redactor pone énfasis en señalar que, Evo Morales, durante su mandato, otorgó beneficios hasta especiales a las fuerzas, militares y policiales como instituciones y a sus integrantes en particular; lo que aquí alegan muchos como motivo para que se hayan mantenido respaldando al gobierno e ignorando, también en mayoría, los llamados de quienes conspiran contra el gobierno.

Pero finalmente quiero resaltar lo que a mi parecer es sustancial. En la coyuntura mundial, que algunos llaman pluripolar, pero que podría también válidamente llamársele pluri imperialista, cuando el imperialismo no tiene una sola cara sino varias, habla distintas lenguas y ellas compiten entre sí y tratan de asegurarse sus espacios, regiones como las nuestras están sujetas a sus apetencias y, por ende, en medio del juego de bolas que ellas practican. De donde es fácil colegir que la consigna o motivo de lucha de las mayorías nuestras, sin importar dónde estén paradas o inscritas, es por la independencia, crecimiento sostenido e independiente y democracia que permita ésta no sólo el ejercicio de los derechos políticos, sino también la distribución equitativa hasta donde sea racionalmente posible, tanto que no atrofie el crecimiento, de los beneficios y donde cada quien dé su aporte sin ser marginado. Y como dije antes, vista la coyuntura de esta manera, sin sectarismos, definiciones a corto plazo, ni menos sueños que no podrán materializarse a la vuelta de la esquina, si podremos unir lo que ahora pareciera inimaginable.

El grupo de Puebla, ese que ahora se reunió en Argentina, en nuestra opinión, recoge lo que demanda el carácter de la contradicción de hoy, porque significa abordar el momento con suma realidad. Ese grupo permite arrimar el mayor cúmulo de fuerzas contra la nueva avalancha imperialista y también para "negociar", en el sentido material de la palabra, con quienes aquella representan, con equilibrio y las debidas ventajas e independencia para nosotros. Pero también, desde la perspectiva subliminal o "poética" interpretación política que se le dé a la tan a veces descalificada y descalificante palabra; esa de "negociar".

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