Usurpador y restituido

Sábado, 16/11/2019 01:35 PM

El usurpador y el restituido, el mal y el bien, verdad y falsedad, crueldad y humanidad, timidez y osadía, mal consejo y buen consejo, el cuchillo y la flor, el florete y la paloma, guerra y paz, plomo y pluma, miel y vinagre, teorema directo y teorema indirecto, la wiphala boliviana y la biblia cristiana, lo enigmático y lo evidente, lo dudoso y lo evidente, certeza y duda, certidumbre e incertidumbre, esperanza y no esperanza, convicción y no convicción, lo visible y lo invisible, lo hermoso y lo horroroso, lo divino y lo humano, lo justo y lo injusto, atrabiliario y melancólico, oscuro misterio y claro misterio, lo conocido y lo desconocido, lo concebible y lo inconcebible, lo consciente y lo inconsciente, infierno y paraíso, príncipe y súbdito, exceso y defecto son casos límite contradictorios, y como es natural, han de tener su tercio incluso aristotélico profundo de La Gran Moral Socrático, reservada a exceso y defecto, en que necesaria, forzosa, obligatoria, preceptiva, imperativa, imprescindible, indispensable, precisa, y, forzosamente, ha de haber un medio, que hase denotado y connotado como el tercio incluso aristotélico profundo, entre tercio excluso y tercio incluso, entre aspectos límbico antagónicos, surgido del hecho en entera ejecución ludovicosilvaiano, el 11/09/2001, día de La Virgen de Coromoto, Patrona de Venezuela, a las cinco en punto de la tarde garcialorcaiana, con la voladura de Las Torres Gemelas Neoyorquinas, y, con la nefanda imprecación parlamentaria de George W Bush, que acabara con el reinado del tercio excluso aristotélico, y, que tanto daño ocasionóle a la humanidad, la tercera Ley y principio exclusivo de la lógica del filósofo de Estagira: "O estás conmigo o estás con mi enemigo". Con digresión y sin digresión, en el Capítulo VIII, parte final, de El Príncipe de Maquiavelo, dice: "El usurpador de un Estado debe procurar acumular todas sus crueldades en una sola ocasión, para no tener necesidad de repetirlas y poder, sin ellas, asegurarse de los hombres y ganarlos con beneficios. El que hace otra cosa, por timidez o mal consejo, necesita estar constantemente con el cuchillo en la mano, y ninguna garantía podrá tener en sus súbditos, a quienes, por los continuos y recientes ultrajes, tampoco pude inspirar confianza. Los daños deben hacerse todos de una vez, porque cuanto menos se repitan, menos hieren; y los beneficios conviene ejecutarlos poco a poco, para que se saboreen mejor.

Es necesario sobre todo que de tal manera se conduzca un príncipe con sus súbditos que por ningún acontecimiento mude de conducta, ni en bien ni en mal; pues para obrar mal se pierde la coyuntura oportuna luego que la fortuna se tuerce; y cuando consiste la mudanza en obrar bien, tampoco suele agradecerse, porque se cree hija de la necesidad." Tanto es la crueldad y la humanidad como el usurpador y el restituido, como el mal y el bien, como la verdad y la falsedad, como el príncipe y el súbdito, como exceso y defecto, por el principio borroso, que contiene tanto como no contiene un tanto factual distintivo, una descripción distintiva detallada, pues todo es cuestión de grado, contenidos que contienen el continente de continentes, ser y no ser, y, que han de tener al tercio incluso aristotélico profundo como el medio, y por la calle de en medio tanto es el Estado Maquiavélico Profundo, como Estado Diabético Energético, como verdad profunda cortazariana, como fe hebrea profunda, de equilibrio dinámico dialéctico dialógico diabético diplomático difuso, que no sucumba a los embates del Capitalismo, y, que el paraíso, no transfórmese en infierno, en que complementaríase el Capítulo VIII de El Príncipe, y, el usurpador y el restituido en equilibrio sostenido constante eterno dinámico, entorno al Estado Maquiavélico Profundo, tanto como la fe hebrea profunda, entre aspectos límbico antagónicos borrosos, wiphala y biblia, amor y odio, pero en equilibrio, sin que déseles, el gustazo al capitalismo, neutralizando a usurpadores y castigando los restituidos, por descuidar al enemigo, en el enfrentamiento de amigo y enemigo, en la unidad de contrarios y en la lucha de clases, en que estuvo la falla del compañero presidente Evo, que en la cuna del capitalismo, en EEUU, descuidó a sus agregados, y el gringo hizo su trabajo, lo que enseña, hoy, el desequilibrio de los casos límite contradictorios, en que insurge el golpe de Estado forjado obligado dado por los orientados preparados en el imperio, que enviaron por la vía forzosa involuntaria al presidente Evo, al exilio, en que lo política, lo económica y lo social, hizo de Bolivia un paraíso, tanto como Suecia y Libia, en que el Estado Diabético Profundo, tal el Estado Maquiavélico Profundo, entrara en barrena por desequilibrio inducido y forzado por el capitalismo neoliberal yanqui, que hanlo procurado en Venezuela, pero que el peo borrascoso nidoroso, y, el tiro tiroteado tirano, hales salido por las culatas nalgas guaidoianas.

Tanto es el usurpador y el restituido, como lo es la crueldad y la humanidad, con tanto tercio incluso aristotélico profundo, como Estado Diabético Energético, como Estado Maquiavélico Profundo, como verdad profunda cortazariana, como fe hebrea profunda, de equilibrio dinámico dialéctico dialógico diabético diplomático difuso, que no sucumba a los embates del Capitalismo, y, que el paraíso, no transfórmese en infierno, en que complementaríase el Capítulo VIII de El Príncipe. Maquiavelo, encontró a su complementario, al Estado Maquiavélico Profundo, tal lo cantara Antoni Machado, en Proverbios y Cantares, y, que ha de recogerse como sigue: "Busca a tu complementario, /que marcha siempre contigo /y suele ser tu contrario." Asina lo dijera, Walt Whitman, en Hojas de Hierba, y, Canto de mí mismo: "De la penumbra surgen iguales elementos contrarios". El príncipe Evo, ha de atenerse siempre en la capacidad de maniobra suntzuiana, entre los puntos débiles y los puntos fuertes, en que ha de estar la perpetuidad dinámica del cambio dialéctico y del equilibrio dinámico dialectico dialógico diplomático difuso del Estado Maquiavélico Profundo, y, los paraíso trascenderán de él, en tanto que los infiernos tenderán, helo ahí, cuartel convite cívico mílite venezolano, para el golpe feroz cesarvallejoiano teleológico, hacia niveles superiores de la conceptualidad revolucionaria avanzada en la eterna noria notoria del movimiento real histórico sinusoidal espiralino cíclico ludovicosilvaiano.

Si tanto es el usurpador y el restituido como lo es la crueldad y la humanidad, con tanto tercio incluso aristotélico profundo, como Estado Diabético Energético, como Estado Maquiavélico Profundo, como verdad profunda cortazariana, como fe hebrea profunda, de equilibrio dinámico dialéctico dialógico diabético diplomático difuso, que no sucumba a los embates del Capitalismo, y, que el paraíso, no transfórmese en infierno, en que complementaríase el Capítulo VIII de El Príncipe de Maquiavelo. Entonces sea dicho que Maquiavelo, encontró a su complementario, al Estado Maquiavélico Profundo, tal lo cantara Antoni Machado, en Proverbios y Cantares, y, que ha de recogerse como sigue: "Busca a tu complementario, /que marcha siempre contigo /y suele ser tu contrario." Ergo vergo sea dicho que también lo dijera, Walt Whitman, en Hojas de Hierba, y, Canto de mí mismo: "De la penumbra surgen iguales elementos contrarios". Ergo vergo sea dicho que el Estado Maquiavélico Profundo, entre usurpador y restituido, dase después de la voladura de Las Torres Gemelas Neoyorquinas. Ergo vergo sea dicho que a los usurpadores están avistados, los usurpadores van a Washington, van a Las Torres Gemelas Neoyorkinas. ¡Mosca con los agregados militares!

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