Maduro nos engaña, el capitalismo no es la solución

Lunes, 18/11/2019 01:49 PM

Todos estos gobiernos reformistas, ahora en crisis de gobernabilidad, denuncian al neoliberalismo como un "exceso" del capitalismo, justo porque todos son capitalistas, trabajan como gestores del capitalismo (así como lo hace maduro, que lo alienta, lo enseña y difunde tal raíz de la prosperidad económica y social). Pero están en crisis, justamente, por querer hacerles reformas al capitalismo: los capitalistas no quieren sus compartir sus ganancias. No se trata del "exceso" neoliberal, el neoliberalismo no es distinto al capitalismo, ¡ya el capitalismo es un exceso!, el neoliberalismo es simplemente otra forma de llamar al capitalismo de libre mercado (capitalismo, libre mercado, liberalismo, neoliberalismo, todo es lo mismo, son sinónimos)…

Para los más distraídos hay que recordarles que la sociedad capitalista que alienta maduro es un embudo invertido, todos ascienden "cayendo" al mismo hueco de su lógica espiritual, pero muy pocos pasan a donde está la riqueza material. La única forma de mantener, dentro de ese inútil movimiento ascendente, a esa masa de aspirantes a ricos es estimulando el antagonismo de los individuos, peleando por pasar al paraíso (de los ricos). Y esto solo es posible a través de una promesa de felicidad que parece real: "la prosperidad económica", muchos billetes en los bolsillos. Se trata de una estafa equivalente al juego aquel de "la pirámide"… Y se contiene esa masa ascendente, en última instancia, mediante la violencia y la represión: casi nadie puede lograr el éxito dentro del sistema capitalista, sin embargo todos juegan a alcanzar la "tierra prometida", el premio mayor, y hacia allá se dirigen a empujones en una brutal competencia. Allá lejos queda la idea de solidaridad e igualdad social.

La realidad es que el sistema capitalista sí es una pirámide social que se sostiene sobre una base amplia de muchos trabajadores explotados, intelectualmente pobres e ignorantes, y con un sinfín de necesidades reales y creadas que ellos deben satisfacer a diario. Pero ninguno tiene conciencia de eso (ninguno incluye a los reformistas, a maduro y compañía), tampoco son capaces de pensar en la paradoja de que si cada quien, dentro de esa masa de ilusos, llegara a ser un poderoso propietario, si se invierte la pirámide (como lo promete el capitalismo), entonces el planeta implosiona; que, sin esa base material y de trabajo humano se aplastaría el edificio, digamos que Dubai desaparece.

En el capitalismo tienen que haber muchos pobres dispuestos a ser explotados – el pobre es "la gran palanca del mundo libre" –: esa aquiescencia por ser explotados, la fe en el verdugo es el secreto de su lógica, de su permanencia en el tiempo, mucho más que la fuerza; mientras más espontáneo y natural sea el orden, mejor: es lo que llama Maduro, junto a sus iguales de la oposición democrática, "paz", y se logra mintiendo, prometiendo, engañando, haciendo del sistema democrático burgués y de las maneras burguesas un "ideal". Sin embargo siempre habrá un "bicho raro" haciendo resistencia, un comunista, y para eso está el uso de la fuerza (Faes, GNB, Sebin, etc.), las leyes y el sistema judicial, y extrajudicial.

El madurismo y sus mentiras

En Venezuela el madurismo le ha dado un tratamiento complicado a la mentira. Si antes hubo teóricos del reformismo, economistas y filósofos, gente seria, aquí solo hay "reformistas somáticos" que sienten más y piensan menos, que no creen en sus propias teorías y apelan al arte del disimulo de sus politiqueras socialdemócratas, haciéndolas ver como socialistas (y se lo creen). Como no confían en la popularidad de sus "contramodelos" reformistas, y no les vale de nada el marxismo, terminan falsificando a los hombres que piensan, a los políticos que piensan, a las voluntades que llevan las teorías a la práctica, a los líderes verdaderos: falsifican claramente a Chávez, a Bolívar, al Che a Fidel, inclusive a Cristo, convertidos en viejas sentimentales y suplicantes; manipulan a estos héroes de la revolución como estandartes pero para fines mezquinos, radicalmente distintos a las memorables vidas que representan.

La revolución socialista y bolivariana, el socialismo del siglo xxi; el Chávez marxista leninista y antiimperialista y que llamó a su gente a pelear en contra de la lógica del capital, ahora maduro lo confunde con mucha astucia en una "revolución bolivariana" light, cagándose en Bolívar, en Chávez y en el socialismo de solo pujo.

Maduro debe suavizar el discurso socialista, ya no le sirve hablar en su nombre frente a las presiones del capitalismo, de todo el capitalismo, incluyendo el chino y el ruso. Maduro se dio cuenta que los rusos y chinos como aliados deben ser satisfechos en sus demandas de negocios rentables para acrecentar sus economías, no se trata de solidaridad ni de internacionalismo, ¡ahí nada tienen que hacer los obreros y sus intereses de clase! Al contrario, maduro debe garantizarles una "pacífica" explotación de la mano de obra venezolana en sus negocios. Y así lo ha hecho, a través de leyes y decretos contrarios a Chávez, a la revolución socialista, contrarios a la misma constitución, con el pretexto de incentivar las inversiones extranjeras (la ley "constitucional" de inversiones extranjeras, el decreto ley de las Zonas Económicas Especiales, la Ley del Plan de la Patria). En todas estas leyes se viola la soberanía nacional y se entregan nuestros negocios y recursos al capitalismo ¡descaradamente! sin ningún tipo de contraprestación o beneficio al país, que no sea obtener dinero fresco; como quien vende los muebles de su casa para comprar una botella de ron. Lo más cruel es que lo hace, junto a los compinches, en nombre de Chávez.

El socialismo no es un aderezo que se puede colocar encima del capitalismo, el socialismo es la negación del capitalismo; es el plato principal que alimenta la revolución, no hay otro alimento en la mesa. Mientras que el capitalismo de maduro está piche, es colonial, el más salvaje y primitivo de todos, donde no existe otra cosa que no sea depredación y especulación, ¡olvídense de desarrollo tecnológico, de prosperidad económica, desarrollo social! Pero con maduro ¡olvídense del socialismo!, le faltan cojones, por eso no sabe lo que és.

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