Como suelen decir en mi pueblo "no se peló" Discépolo cuando compuso aquel tango que cantó Gardel, llamado "Cambalache", .
"Cambalache" es como un himno subversivo, y lo es desde el principio, cuando canta:
"Que el mundo fue y será, una porquería, ya lo sé. En el quinientos seis y en el dos mil, también…".
Y toda la letra es una denuncia al mundo como es. Por eso, bajo todas las dictaduras en la Argentina, Discépolo fue un tipo peligroso y hasta perseguido.
¿Y cómo no serlo si se mostró siempre desconfiado, tanto que hasta "siendo peronista" siempre se mantuvo crítico y desconfiado frente al peronismo? Quizás Discépolo fue así porque supo que hasta por muy largo tiempo, el mundo que venía siendo una porquería, seguiría siéndolo hasta quién sabe cuando.
Desde los finales del siglo pasado, que no es hace mucho, "pues 20 años no es nada", según Gardel en el tango Volver, se disolvió la Unión Soviética y todos los países que la integraron, incluyendo Rusia, volvieron al modelo capitalista o mejor, dejaron aquel modelo estatista generado por Stalin, pero sucede que hay como demasiada gente que todavía de eso no se ha enterado. Hasta militantes de partidos comunistas parecieran seguir creyendo que allá dirige el PCUS y entonces, Putin es un camarada y hasta "rodilla en tierra". Y para opositores ultrosos, es la personificación de Stalin.
Esa enorme capacidad rusa de exportar capitales – que gente simple como uno todavía no sabe de dónde salió tan prontamente - con las ventajas propias que demanda el capitalismo mundial, mucha gente también contraria a los comunistas tampoco parece percibir. Siguen creyendo que el viejo estado soviético simplemente se dividió y Rusia siguió siendo la misma cosa.
Para esa gente, comunistas y no comunistas, la competencia entre Rusia y EEUU, sigue obedeciendo a aquel patrón y no acabam de entender que ahora se trata de potencias capitalistas que pugnan por el control de los mercados, los espacios. Por eso, hay mucha gente buena, que asocia a la Rusia de Putin con la de Stalin y se come el cuento que ponen a correr muchos vivos, hasta financiados, según el cual, lo de ahora es como una vigorización o actualización de la pugna entre el capitalismo estadounidense, al cual le definen como democrático y con Dios y el comunismo ruso, que representa lo dictatorial y con el diablo. Una especie de sainete sencillo, de mucha carga ideológoca para engañar a infantes. Aunque hay serios pensadores que eso atribuyen a un plan macabro diseñado con la complicidad de sectores religiosos.
Pero hay izquierdistas o comunistas, que también tienen su particular narrativa al respecto. Como que el "imperialismo" es una cualidad inherente y exclusiva del capitalismo norteamericano. De estos, saben que Rusia es capitalista, exporta capitales, tecnología, obedece a la lógica del capital, sólo que es algo así como un "novato entrando a las grandes ligas" o mejor un novio nuevo entrando a la casa de la muchacha. Y por esto, debe ser muy respetuoso de las normas de cortesía y la buena educación. Pero no es imperialista, ni siquiera privilegia, parecen creer, sus intereses materiales. Sería el capitalismo ruso un tanto extraño como exporta capitales por el sólo placer de hacerlo y la sana intención de sólo recuperar lo invertido. Es decir, su lógica si no es inversa, entonces sería como la "de un ser deotra galaxia", para decirlo como en "unicornio azul" de Silvio Rodríguez.
Rusia y China, como EEUU, no están dispuestos a colocar sus capitales en ninguna parte sin tener seguridad que ellos lograrán sus fines. Ahora mismo se percibe como EEUU está generando dificultades en las economías de sus viejos aliados y no por loqueras o reprimendas, sino demandas de la suya. Trump ha impuesto severos impuestos a la importación de acero que afecta la industria automotriz europea. https://www.lemonde.fr/economie/article/2019/11/18/donald-trump-amplifie-la-crise-structurelle-de-la-siderurgie-europeenne_6019560_3234.html
Por supuesto, EEUU aprendió con la cultura de la cual emergió como nación, que los centavos hay que defenderlos con lo que sea y como sea. Y hasta recibió una fuerte influencia que ahora la marca, donde la ganancia rapaz es hasta un asunto cultural que llena de orgullo y sartisfacción. Pero eso está en la lógica del capitalismo, sin importar su nacionalidad. El capital está para reproducirse a como dé lugar, sin moralismos.
Después de consumado el golpe a Evo, Putin dio unas habilidosas declaraciones, que llamé galimatías, con las cuales logró enredar a mucha gente. Es cierto que condenó el golpe y denunció que en esos momentos había un estado como de "vacío de poder" en Bolivia y eso le causó preocupación. Pero, también dijo dos cosas, que muchos parecieron no percibir o valorar en su exacta dimensión. Como que reconocía al gobierno defacto que encabeza quien usurpó la presidencia del senado por ausencia de su titular, cuestión perfectamente justificada en aquellas circunstancias, como que los partidarios de Evo temían por sus vidas con sobrada razón. Pero además, en medio de la elaboración de su galimatías, pidió a ese gobierno, llamase prontamente a elecciones para escoger uno nuevo.
Lo que Putin propuso no difiere en nada de lo que "reclama" Mesa el candidato perdedor y primordial promotor del golpe de Estado contra Evo. Quien justifica lo sucedido en Bolivia, hasta acepta y defiende la sucesión presidencial en los términos que se produjo, violando la legalidad y el derecho de las mayorías, pero reclama unas nuevas elecciones, quizás movido por la aspiración que pudiera ganarlas en esta oportunidad.
Es demasiado evidente que Evo fue obligado a renunciar por un acto de fuerza. Un conocido psiquiatra venezolano solía hablar de la "violencia pacífica", refiriéndose a conductas estudiadas, medidas, destinadas a provocar la ira de los demás. Quien se niegue a pagar los salarios a los trabajadores o reconocer derechos laborales, desde la comodidad de su escritorio, sin pronunciar palabra o gesto provocativo, está provocando y estimulando la violencia.
Los golpistas, empezando por los guarimberos de Bolivia, seguidos por una policía y un ejército negados a atender las órdenes del presidente y funcionarios competentes del gobierno para disuadir a los violentos, al desconocer la autoridad de hecho estaban consumando un golpe de Estado. La creación de un estado de inseguridad como el que hay en Bolivia obligó no sólo al presidente a renunciar sino a muchos de sus colaboradores, a quienes hasta se le secuestró la familia para conseguir ese fin. Otros, como muchos legisladores, ante las amenazas e insinuaciones de los altos mandos militares, como el mismo Mesa lo reconoce al hablar al País.
Dijo Mesa : " En un momento dado, hubo una frase de las Fuerzas Armadas desafortunada, no voy a desconocerlo. Combinaba dos cosas, la decisión de las Fuerzas Armadas de no salir a enfrentar al pueblo y en ese contexto el comandante sugiere que el presidente dé un paso al costado. ¿Debía decirlo? No. ¿Podía decirlo? No."
https://elpais.com/internacional/2019/11/15/america/1573779468_199343.html
Entonces en Bolivia hubo un golpe de Estado que Putin reconoce. Pero su reclamo, no se centra en devolver la legalidad a Bolivia, como reconocer a Evo presidente, en virtud que fue obligado a renunciar. Pero tampoco reclama Putin, que teniendo el MAS la mayoría en ambas cámaras, se reconociese como presidenta digamos accidental a quien presidía el Senado a la hora del golpe, sino que se conforma que la usurpadora, la que ahora ejerce como presidenta de Bolivia, siga en el cargo y de manera expresa la reconoce como tal.
Después de discursear acerca de su inconformidad con lo que acontece en Bolivia, donde dice, "no hay poder, no hay legimitidad" y hace una comparación con Libia, termina diciendo "Esperamos que, quien quiera que llegue al poder en Bolivia, preserve el interés de desarrollar las relaciones con Rusia. De nuestra parte, estamos dispuestos a cooperar con las autoridades que obtengan un mandato legítimo de parte del pueblo de este país".
En defintiva lo que interesa sobremanera a Putin es que, "quien quiera que llegue al poder, preserve el interés de desarrollar las relaciones con Rusia". Es decir, no importa quién gobierne.
Sus declaraciones, pese al galimatías destinado a quedar bien con alguna gente que crea a Rusia en esencia distinta a una sociedad y Estado capitalistas, en bien de su estrategia diplomática, son inobjetables. Pues no es de su competencia inmiscuirse en los asuntos de una nación extranjera. Los venezolanos, de manera pedestre, en esos casos decimos, eso "me sale del forro". No es mi asunto.
La malo de todo eso, desde nuestra perspectiva, es que su "galimatías", así lo seguiremos llamando, fue muy bien elaborado para distraer, quizas para engañar, pudiera decir alguien tremendista a quienes creen ver en Rusia no como o que es realmente. ¿Y qué es? Pues una potencia imperialista emergente y como tal en contradicción con EEUU, lo que la pudiera hacer aparecer como un aliado nuestro, y bien que pudiera serlo, pero no de manera indondicional, como si fuese un miembro de la familia, capaz de compartir con nosotros lo que tiene desinteresadamente. No es la Rusia de hoy lo que muchos "tontos útiles creen". No es una renovación del Estado Comunista, sino una nueva versión del capital imperialista.
Lo anterior, explica su posición frente al problema boliviano, con un galimatias, porque eso forma parte del arsenal diplomático de quienes quieren ser nuestros nuevos socios.