El padre del coronel en El Palotal / Valencia la de Venezuela

Jueves, 21/11/2019 01:59 PM

Mi lugar de nacimiento es como un microcosmos de la nación venezolana con gente amable y gente no tan gentil, con soñadores y poetas, militantes de toda la vida y otros que lo son por el aluvión político, adecos, copeyanos, socialistas respetables y algunos del PSUV que también lo son estos últimos llegaron en su mayoría al reparto de las migajas del poder y otros convencidos del discurso que Hugo Chávez y recordemos que el Comandante "invicto" daba sus cátedras discursivas en la Av. Enrique Tejera muy cerca de la casa de mi familia.

En esos días cuando el Chávez participó en aquel intento de Golpe de Estado "golpe de estado bueno" contra un gobierno legítimamente electo, aunque fuera o no de nuestro agrado y ojo nada perverso comparado con lo que hoy vivimos, por lo menos había periódicos y pan en las mesas, bien en esos días a más de un vecino de mi generación le dio por que sus hijos se fueran a la Academia Militar a mí en lo particular me aburría el discurso de algunos padres para que su hijo luciera el uniforme de gala (intachable) los chicos y chicas del PRV cantaban alguna cancioncita de esas que interpretaba Gloria Martin o alguien de esos chicos cercanos a RUPtuRA "yo no quiero a ese patrón, solo quiero ser soldado" " Hacemos la guerra contra los asesinos de estudiantes, de obrero, de campesinos" Todo eso quedaría en el tintero y en las gargantas y los que hacían la guerra contra…Hoy aplauden la nueva guerra contra estudiantes, obreros y campesinos al parecer solo querían tomar el puesto del verdugo y portar su hacha y su capucha.

Pero volviendo a aquello de esos padres que deseaban que sus infantes o infantas se volvieran en parte de los uniformados, yo por mi parte tenía otra línea de acción tratar de convencer de que fueran artesanos, artistas, conductores, agricultores, torneros, criadores de animales, agricultores si cualquier cosa menos soldados y si portaban un uniforme fuera el de bombero o médico en algunos casos lo logre y todavía hoy considero que fue lo correcto, cuando veo lo que son capaces de hacer, como son capaces de reprimir, de abusar de su poder y el terror que impera cuando sacan a relucir un arma.

Yo solo soy un fotógrafo más y sigo creyendo que aparte de los jóvenes que ofrendaron su vida en el siglo XIX por la independencia y la creación de la república y claro el episodio conocido como Guerra Federal que nos permitió darnos un Estado Laico, lo demás si todo lo demás es discutible y nada agradable de ver a través del vidrio de la historia reciente, quizás algunas individualidades notables. Pero yo sigo en mi batalla por decirle a los chicos y chicas para recupera al país tendremos que buscar alternativas donde las bayonetas tengan menos valor que los arados o las hojillas de afeitar.

A todos aquellos que fueron a parar a la carrera de las armas felicidades si son honestos y dignos ciudadanos venezolanos que les toco por decisión propia ser soldados, pero aún más felicidades aquellos que construyen un país desde las aulas, los sindicatos, las medicaturas, desde el campo cuando producen kilos de yuca, papa o frijoles, puercos o gallinas y que no hacen desfiles o están como caimán en boca de caño esperando que pase un productor y le tomen parte de lo producido como si fuera impuesto de guerra, sin que estos que toman lo que no han producido lo tomen a punta de amenazas o detenciones arbitrarias.

Entre tanques y tractores los tractores, entre voces de mando y razones esgrimidas me quedo con las razones, entre querer ser soldado o ser un ciudadano libre me quedo siendo un ciudadano aunque seamos reprimidos por las minorías de bayoneta calada. En fin yo soy de El Palotal un lugar donde los vecinos se conocen, se abrazan, se apoyan, se cuidan, se toleran, se quieren ha sido un largo y duro aprendizaje muchos años de fallas y sinsabores, de discusiones, pero hay están casi todos los míos por sangre y por afectos.

Notas a pie de página: Los días duros en El Palotal eran esos donde algún chico de esos que deseaba tener uniforme entregaba a un vecino (casos excepcionales como los de Amaro o Pirona) también eran días malos cuando llegaba la recluta o sea los uniformados a buscar su cuota de hombres que servirían a la nación así fuera a fuerzas, el terror hoy son la FAES que a nadie cuidan y a todos ofenden.

Me llama la atención estos compatriotas que aplauden las marchas en Chile o Ecuador y entregan, sapean, delatan a sus "amigos" y vecinos yo aplaudo la protesta civil y aplaudo a los estudiantes que se la juegan en la protesta y por un mundo mejor.

Nota leída aproximadamente 2446 veces.

Las noticias más leídas: