…..Vinieron. Ellos tenían la Biblia y nosotros teníamos la tierra. Y nos dijeron: "Cierren los ojos y recen". Y cuando abrimos los ojos, ellos tenían la tierra y nosotros teníamos la Biblia...Eduardo Galeano poeta y escritor uruguayo (1940-2015). Iniciamos esta primera reflexión, sobre tan importante tema, con esta las lapidarias palabras de nuestro hermano Galeano, pareciera que algunos sectores de la derecha del continente pretenden retrotraernos a 1492, cuando las hordas de España cayeron impunemente sobre nuestra tierra, imponiendo la "fe" con la espada y el arcabuz.
Hemos sido testigos de cómo el golpe de Estado contra el presidente constitucional de Bolivia, Evo Morales pretende ser justificado bajo un principio falsamente religioso, usurpando el palacio Quemado utilizando una Biblia católica como estandarte. Nuevamente se imponen a sangre y fuego, los sectores dominantes de la derecha boliviana sobre la mayoría indígena, pretendiendo generar una nueva inquisición o guerra santa contra el proyecto político socialista que lidera el presidente Evo M y su partido el Movimiento al Socialismo. Esta perversión ecuménica negadora de todo principio y ética de la vida y la paz de los Pueblo libres, está totalmente distante y divorciada de la egida cristiana.
No pretendemos realizar una discusión teológica, lo que está sobre la palestra es el asesinato de un pueblo humilde y sacrificado, que por vez primera ha sido tomado en cuenta como sujeto histórico, desde la presidencia de nuestro Libertador Simón Bolívar en 1825, Bolivia no tenía un mandatario que colocara al pueblo indígena en el centro de su gestión, no hay motivo ni escusa lógica y menos razonables, para que el hermano Evo M, sea depuesto de su cargo.
Nuevamente falsos profetas invocan a falsos dioses, la religión como factor de dominación y elemento de poder es un guion que ya conocemos los Pueblos, la iglesia católica ha sido cómplice y actor de regímenes dictatoriales y facticos en el mundo, concretamente en Latinoamérica tenemos hondas cicatrices pasando por Pinochet y todos los gorilas de los años 70 y 80. Recientemente en la República Bolivariana de Venezuela la jerarquía católica, apostólica y romana forma parte de la conspiración contra la revolución sumado a otras expresiones que dicen hablar en nombre de Dios, con una pastoral subversiva y hasta terrorista.
No pasarán, no podrán amedrentar, ni cuartar la decisión de los Pueblos de ser libres, la opción es por los pobres y desposeídos como lo pregono en su pastoral Arnulfo Romero desde el sufrido Pueblo del Salvador, la teología es de liberación y no de opresión. Reivindicamos el derecho de los Pueblos a la rebelión, fuera los "mercaderes del templo", neoliberales y explotadores.