A lo largo de muchos años hemos estado reclamando, sin descanso alguno, una profunda revisión de la normativa legal que regula el ejercicio del Control del Gasto Público en el país, como única posibilidad de que se restablezcan los mecanismos mínimos necesarios que garanticen que los compromisos financieros que adquiere la República para la adquisición de todo tipo de bienes y servicios, tanto en la administración Central, como en la Descentralizada, sean sometidos a la más exhaustiva revisión previa*, como única opción que vemos como efectiva para garantizar la pulcritud de las mismas, revisión esa, obviamente, que tiene que ser ejecutada bajo la aplicación de las más estrictas medidas de supervisión por un AGENTE EXTERNO, como lo es la Contraloría General de la Republica y jamás, como está previsto en la legislación vigente, por quienes son los directos responsables de la administración y manejo de tales compromisos...
En 2015, para ser precisos el 20 de abril, a los pocos meses de haber asumido las riendas de la Contraloría General de la República el Dr. Manuel Galindo Ballesteros, sentimos una inmensa satisfacción porque ese día, con motivo de los festejos del 45 Aniversario de la Fundación del Instituto de Altos Estudios de Control Fiscal y Auditoría (COFAE), vimos que al fin nuestro clamor había sido escuchado, pues él le anunció al país que retomaría el Control Previo dentro del lanzamiento del proyecto anticorrupción que pondría en marcha pronto el Organismo bajo su responsabilidad. Exactamente esto fue lo que dijo el Contralor General, luego de dar tan importante anuncio: "Después de varios meses de estudio creemos ciegamente que a través de la prevención podemos disminuir y evitar el flagelo de la corrupción".
Fue trascurriendo el tiempo y no más allá de un año después, en dos eventos sobre el tema del control, si mal no nos equivocamos uno lo fue con el alto mando de la Guardia Nacional y otro con el cuerpo de Fiscales del Ministerio Público, el Contralor volvió a reiterar su compromiso de restaurar el Control Previo que, como sabemos, fue eliminado durante la reforma de la Ley de la Contraloría General durante el gobierno de Caldera II, en diciembre de 1995, la cual entró en vigencia en febrero de 1996 y de allí en adelante no ocurrió absolutamente nada, hasta que a comienzos de octubre del pasado año Galindo decide renunciar al cargo y durante ese anuncio le informa al país que le solicitó a la Asamblea Nacional Constituyente evaluar la posibilidad de aprobar «el regreso del control previo tan necesario y tan importante para prevenir los hechos de corrupción». Días después, ya a finales de ese mismo mes de octubre, exactamente el día 26, hace efectiva su renuncia y lo sustituye en el cargo el Dr. Elvis Amoroso, a quien no le hemos escuchado decir ni pío sobre dicho proyecto…
Valdría la pena indagar qué "mano peluda" se interpuso para que esa reforma jamás dejara de ser sólo una maravillosa posibilidad en la dirección de ir encontrando mecanismos prácticos y efectivos que hagan posible que exterminemos de cuajo el funcionamiento de los peajes para el cobro de las "coimas" o las "mordidas" como las llaman los mexicanos en los entes del Estado. El propio Galindo dijo -además- en esa ocasión, ya en retirada, que «Una de las formas más importantes de corrupción es a través de las contrataciones públicas» y resaltó que "a través de las oficinas o direcciones de auditorías internas se nos hace muy difícil a nivel nacional llevar un control antes de ir a un proceso licitatorio o proceso de contratación». Vale destacar que él no ocultó en dicha ocasión su total confianza de que la Asamblea Nacional Constituyente pueda dar «esa gran oportunidad de tener dentro de la ley Orgánica de la Contraloría General de la República y de la Constitución el control previo».**
Pero bueno, no nos cansaremos de seguir reclamando el restablecimiento de la potestad del control preventivo del gasto público al máximo órgano de control del país porque en la Revolución Bolivariana la lucha contra la corrupción jamás puede ser un capricho, es una necesidad insoslayable que nos la impone un pueblo que en diciembre de 1998 decidió por mayoría aplastante echar del poder a una clase política que "robaba porque no había razones para no hacerlo", como solía reiterarlo el "gurú" adeco, Gonzalo Barrios..
De manera que seguimos en este esfuerzo. No retrocederemos ni un ápice en nuestra campaña por el rescate de las herramientas de los controles preventivos y reasignárselas a nuestro máximo ente del control público…
Estamos convencidos de lo acertado de ese proverbio que dice: "el que porfía vence…" y en esa dirección aquí les dejo con las palabras de nuestro inolvidable Comandante, Hugo Chávez Frías, en un mini Consejo de Ministros que se realizó en Miraflores el 5 de noviembre 2012 y se transmitió en vivo por el canal del Estado VTV, en donde él se refiere al mismo tema, las cuales esperamos que todos los que nos decimos ser Revolucionarios y Chavistas las tengamos como un mandato al que debemos acatarlo y jamás eludirlo. Como lo podrán apreciar, es una clara, precisa y contundente orden de quien trabajó sin descanso alguno hasta que entregó su vida por la grandeza y la felicidad de la Patria Bolivariana:
https://www.youtube.com/watch?v=CXltCyf4w1U
El Comandante se nos fue cuatro meses después de esa orden, el 5 de marzo de 2013 y es por ello que a casi 6 años de su partida, vale que nos hagamos esta pregunta, que es demasiado importante:
¿Qué hemos hecho en cumplimiento de su mandato para asegurar no solamente la eficiencia de nuestros cuadros de gobierno, sino la más absoluta transparencia en el manejo de los recursos públicos?
(*) Lo que conocemos como el Control Previo al Gasto y al Pago.
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