No me costó mucho llegar a la conclusión de que el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, es el político venezolano del año. Por una verdad archi-sencilla: ¿Usted cree que un fulano como Juan Guiadó puede, con ese historial de mediocridad, y ese rosario de fracasos, aspirar a esa denominación. Un hombre que recibió todo el apoyo mediático de quien se cree el amo del mundo, apareado con millones y millones de dólares destinados a acabar con la revolución bolivariana? ¿En verdad, apreciado lector, le ha pasado por la mente que este traidor a la patria pudiera ser elegido como el político venezolano del 2019? No, usted no es pendejo. Usted sabe que ese títere no ha podido cumplir con la orden de la camarilla de Trump y lacayos, como Luis Almagro y compañía.
¿Existen otros candidatos que puedan aspirar con seriedad a esa distinción? Ah, caray, usted, con el perdón que se merece, podría estar pensando en Henry Ramos Allup, el viejito digno representante de la IV, o María Corina Machado, la relegada a quinta fila, o Leopoldo López, el chupa media, perdón, el chupa dólares, a pesar de estar preso. También me olvidé de Antonio Ledezma, el prófugo; o tal vez pueda ser Enrique Capriles. Este último es un señor que lleva pegado a su frente, por donde va, un papelito que dice: "Yo soy un perdedor fracasado". ¿Y entonces? Elemental mi querido Watson.
Por mi Dios querido, aquí no hay nadie que sirva ni siquiera para llevarle el maletín a Nicolás Maduro. Ese señor, con las bolas bien puestas, se fajó como un varón frente a los embates y conspiraciones alimentadas dese la Casa Blanca y la Casa de Nariño. Y termina el año mandando, como un teniente nuevo. Con las pilas recargadas y dándole palo a la piñata. Nadie pudo, en el 2019, doblegar al hijo político de Hugo Chávez. Ningún presidente de este hemisferio habría sobrevivido ante tan descomunal ataque, desde adentro y desde afuera. Así que, digan lo que digan, duélale a quien le duela, el señor Nicolás Maduro Moros es el indiscutible hombre del año. Listo, dicho sea de paso, para un arranque feliz en el próximo 2020, donde continuará poniendo sobre la palestra pública tácticas y estrategias que terminarán con el sueño de Juan Guaidó y su camarilla… Ustedes serán testigos… ¡Se cansa uno!