El idiota más idiota de los idiotas

¿Quién es una persona idiota? Según el diccionario de la Real Academia Española, un idiota es una persona engreída sin fundamento para ello y con poca inteligencia e incómoda con sus palabras y acciones. La palabra idiota es un adjetivo en sentido peyorativo o despectivo, ya que hace referencia a una persona con escasa inteligencia, que no comprende lo que se explica o sucede a su alrededor, aunque sea evidente lo que ocurre en torno a él. Asimismo una persona idiota sufre rechazo por parte de la sociedad, ya que se toma como un tonto, imbécil y, por ende, sin educación.

¿Hay alguien en la política venezolana que tenga estas características? Claro, eso es evidente. Pero no lo voy a nombrar para que sea identificado, sin el mayor esfuerzo mental, por quienes me leen en Aporrea. La idiotez llega a tanto que el individuo no solo se anula sí mismo, como ser humano pensante, sino que pone en entredicho su condición de haber recibido un grano de educación en su vida. El idiota cree que los demás son idiotas. Por lo que actúa como un orate, sin miramientos y sin ningún sentido coherente, en su afán de sentirse superior a los demás.

Por eso es que vemos en el escenario de la política criolla estos energúmenos que creen que se las están comiendo, sin saber que a cada paso que dan, y cada palabra que emiten, se les devuelven como un bumerán que los golpea tan duro que no se dan de cuenta, gracias a la idiotez. Ellos mismos se clavan, como chúmbele, y mueren, políticamente hablando, como unos “rolistrancos” de idiotas, dignos del premio Nobel de la Idiotez. Y es que no pueden aspirar más que eso, pues, su grado de imbecilidad es tal que los sepulta  en su propia cosecha de idiotez.

Pero, la cosa no se queda allí. Estos individuos, que se creen destinados por la providencia y por voluntad divina, para joder a como dé lugar, piensan que los seres humanos pensantes de Venezuela y el mundo, no son capaces de llegarles a descubrir y a poner sobre la mesa  la idiotez que conservan como el único y mayor trofeo ganado en una competencia de idiotas. Son tan imbéciles que su propia familia los aborrece, y ellos se pasean como si nada. ¡Cara dura, la de estos hijos de p...!