El Arado y el Mar

Diosdado Presidente

Martes, 21/01/2020 03:10 PM

Tarde o temprano, las corrientes presentes en el madurismo chocarán, es inevitable; tienen intereses, psicologías diferentes. Sólo se puede conjeturar la calidad de ese enfrentamiento, sus características, muchas son las posibilidades, únicamente nos está dado imaginar. Veamos.

Hay varias corrientes dentro del madurismo: están los oportunistas groseros, esas aves carroñeras que sobrevuelan cualquier oportunidad y cambian de colores sin remordimientos; se encuentran los lumpen sindical, que no dejan de ser oportunistas pero guardan las apariencias de tener algún principio ético, su norte es el disfrute tosco, no ven más allá del día; y existe, con cierta fuerza, el sector militarista, ex militares generalmente de grados subalternos impregnados de lo superficial de la vida militar, el orden cerrado, cuadrarse al superior, el hablar recio, nada de pensamiento estrátegico.

De todas estas corrientes, son los militaristas los que tienen una ideología formada: se creen revolucionarios, chavistas, pero su estulticia y su ignorancia simplifica su doctrina al axioma: "todo lo que va contra mi enemigo es correcto". Con esta reducción despojan a la teoría revolucionaria de sus metas superiores, del humanismo; así dan cabida al fascismo, al nazismo, justifican las mayores crueldades del humano, pierden la sensibilidad amorosa, son capaces de justificar bombardeos a ciudades, las salvajadas de las bandas paramilitares. Todo se aprueba si es contra el enemigo. Se talla así la psicología de la barbarie: si es contra el enemigo todo vale, desde los campos de concentración hasta el asesinato selectivo.

Cuando la crisis se agudice los de ideología débil, los que no son capaces sino de buscar el lado fácil, saltarán del candelero; sólo quedarán los que tengan algún bosquejo de ideología para agarrarse, aunque ésta sea la ideología de la barbarie. Diosdado y sus radicales de derecha -ciegos guerreros, sin dudas- tienen la primera opción en estas condiciones. Habrá alianza, no faltarán colectivos de motos y colectivos de pluma que apoyen en neofascismo que germina. Ya se ven síntomas en la calle y en la televisión.

El peligro es evidente, la historia ilustra las salidas fascistas en condiciones como la que hoy vivimos: la miseria, el vacío de dirigentes, la falta de razones sagradas que guíen a una sociedad son caldo de cultivo del fascismo. Es inevitable, entonces, el choque de la corriente lumpen oportunista agotada y el fascismo emergente representado por diosdado, ya en torno de él se va formando una fuerza emergente.

Se verán en los próximos días las jugadas del sector lumpen sindical dirigidos por maduro, éstos tienen tradición de canalladas, son marrulleros, astutos, saben jugar en la infamia, en eso le llevan ventaja al diosdaísmo, más fuerte pero más ingenuo. El choque se presiente cruento, en él se juegan la vida los dos bandos. El resto está a la expectativa, habrá que ver hacia dónde se inclina la aguja del oportunismo, ese será un buen indicio del rumbo de la confrontación.

Si diosdado llega a la presidencia, es posible, hay altas probabilidades que salga airoso, en el enfrentamiento inevitable se evidenciará hasta dónde es capaz de sobreponerse a su condición de subalterno, a su necesidad de un oficial superior; si llega a la presidencia, repetimos, el horizonte de Venezuela será oscuro, el fascismo tomará cuenta ya definitivamente de la dirección.

El papel del chavismo-chavista está claro: es responsable de resurgir y ponerse a la dirección desde ya de la resistencia contra el fascismo, de la única manera que eso es posible: con Revolución, con Chavismo del auténtico, humanista.

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