Leí en estos días; ya sin asombro y a través del teléfono de una amiga, una "idea, que me pareció tremendamente estúpida. Un profesional (supongo) decía en el grupo guasá de profesionales y técnicos del PSUV, que él militaba en el partido más grande de América Latina y entendía que este "militante", estaba refiriéndose al PSUV, que efectivamente puede ser el partido con más personas incorporadas a una base de dato.
Una afirmación como esta, ya la hemos oído muchas veces en boca de la autoridades que heredaron es partido grande. No pretendo ahora, echarle mano al DRAE para jurungar el sentido o significado de grande y militante. Esta revisión no ayudaría en nada para comprender una estupidez así.
Hay historias de luchas entre grandes y pequeños y de nada ha servido ser grande de tamaño o cantidad. Grande fue el partido del pueblo y esa "grandeza" sirvió para que unos pocos se enriquecieran. Así que estar inscrito en un partido con muchos seguidores, que sí parece un término más apropiado que el de militante, no es garantía de nada y menos de realizar la grandeza que se propuso Chávez.
Grande fue Ernesto Cardenal y era pequeño. Ernesto Cardenal era de estatura normal, pero fue muy gran poeta y gran hombre, que luchó y actuó guiado por su consciencia. Bolívar fue grande, pero pequeño. Una palanca puede ser una cosa muy pequeña, pero físicamente tiene fuerza. Algo puede ser grande y sin fuerza.
Me acordé entonces de la letra de una canción, que decía: "mientras más grande es la nube, menos se ven las estrellas". Como se sabe, las estrellas son cuerpos que brillan con luz propia. No es siempre el caso de un partido que se dice el más grande y su "militancia" no brilla con luz propia. "Brillan" con luz que le meten y entonces es como un partido de bombillos que alguien aprende y apaga y llegado un momento; el bombillo se quema. Te acabaste cabo de vela.
Creo más bien, que el PSUV es el partido más manganzón que existe en América Latina y tal vez en el mundo. Un manganzón es un ser, que no puede con él mismo. Sin fuerza y la que aparenta mostrar, no proviene de su naturaleza sino de una fuerza que lo usa como un monigote.
Uno monigote, puede ver esto como una revolución. Se me antoja decir, más bien que el PSUV es el partido con más monigote en América Latina. Ni bolívares tenemos ahora y surge el dólar, que es una manera de ensanchar las desigualdades, que no cabían en el modelo de Chávez y Maduro el "obrero", ha venido ensanchando.
Sin embargo, los monigotes dice que esto es revolución.