El socialismo este de Venezuela del cual hablan gente del gobierno y hasta del bando opositor, no porque le apoyen sino porque también elevan la voz para decirle al mundo que aquí hay de eso y por bastante, es como muy particular y hasta digno de recogerle, como se recoge un cadáver que nadie reclama y llevarlo a la academia para que allí lo jorunguen y hasta deshilachen. Y eso haríamos o deberíamos hacer, acostarle sobre una mesa apropiada y comenzar a deshilacharlo para contabilizar y evaluar todo cuanto tiene. Pues no es más que lo ya dicho, un remanente cadavérico del capitalismo y no es tampoco un mutante; pero quienes así le llaman, su palabra vaya por delante, dicen es un socialismo nuevo. Pero también para hacerlo objeto de rezos y veneraciones para que cuando torzamos el cacho nos espere…¿allá arriba o allá abajo?
Sin todavía acercarnos a la mesa, allí donde esta como moribundo, con signos vitales por demás débiles, porque ya casi pasó para el otro lado y no porque esté brincando la talanquera, sabemos que se caracteriza de manera muy singular porque de un lado hayá una pequeña masa de ricos que tienen de todo, hasta sin trabajar, otros sin hacerlo en demasía; como en el medio, una masa grande que tampoco se distingue por aportar mucho pero también tiene aunque menos que los primeros. Eso sí, los dos bandos tienen dólares, compran y venden, cobran y se dan el vuelto con esa moneda y todo lo que está en la calle en venta a ellos poco cuesta y también servicios eficientes y de calidad en materia de salud que brinda el sector privado, sólo a ellos están reservados. Este cuadro, que se caracteriza por el dólar como palanca, ya Maduro bendijo y hasta señaló como un síntoma de la eficacia de su modelo. Es el dólar pues la llave para entrar a este socialismo.
Debajo las capas anteriores está un enorme bloque de la gente casi toda, de la parte productiva en condición de obreros, profesionales, artesanos, etc., sobre todo al servicio del Estado, que sólo ve los dólares en las manos de quienes acuden a los abastos a comprar, pues esllos cobran en bolívares, una moneda que nada vale en el mercado cambiario y además en cantidad escandalosamente por debajo de lo necesario para la elemental subsistencia. Tanto que el salario mínimo es de unos 3 dólares mensuales, lo que escasamente alcanzaría para comprar un kilo de carne o unos pocos días de transporte para ir a trabajar, a que lo exploten. Dicho de otra manera, esta clase no tiene la llave, sólo canta ¿dónde están las llaves matarile, lirerón?
Sólo con lo dicho hasta aquí uno entiende el por qué parte del título de este trabajo. Y quizás, cuando Maduro habla de su socialismo diferente, su "socialismo bolivariano", lo calificó de "nuevo", de lo que no cabe duda si nos atenemos a lo arriba dicho, pero también le llamó "dialéctico, pragmático y dinámico", sólo le faltó como hubiese dicho mi padre, "ético, pelético y pelizancudo", aunque no dejó de sentenciar que era "dinámico en su pensamiento". ¡Y vaya si es dinámico! Tanto que uno se ve a "vaporones", como dicen en Cumaná, para cuadrar el ingreso, que es el de un profesional jubilado, para que alcance por lo menos para comer una semana. ¡Cuánto dinamismo tenemos que desatar mi compañera y yo, en la decrepitud de la vejez, para estirar esas cuatro lochas!
Porque este no es un socialismo donde el hambre y los recortes corren parejo, son igual para todos, mientras se construye el futuro, sino que sólo es para los de un solo lado, para una sola parte de la gente y esta, en buena medida, para más vainas, está formada por quienes siempre más han dado y de quienes mucho se debe esperar, trabajadores de distinta naturaleza, fabriles, artesanales, en el área de servicio, enfermeros (as), docentes, médicos. Esta masa está obligada en este socialismo a joderse trabajando para cobrar en bolívares, comer un día, dos o tres, no para que los arriba coman completo sino hasta vivan lujosamente. Por eso quizás Maduro habló además que su socialismo "tiene una dinámica de adaptación del pensamiento". Algo así, como que te conformas con eso o te vas para el carajo, eso sí, no sé cómo van a hacer, si no dinamizan su pensamiento, para pagar el realero que le costaría un pasaporte. Para eso, ya nos cuidamos que cuesten un ojo de la cara. Tienen la libertad de irse, cuando quieran, pero hay que pagar y bastante y para eso hay que tener dinamismo. No tienen que montarse en una balsa y remar parejo, no. Eso sería dinamizar la musculatura de los brazos. Tienen que pensar duro y bastante para conseguir los reales para pagarle al SAIME. ¿Entienden ahora por qué nuestro socialismo "tiene una dinámica de adaptación del pensamiento?"
En la salud el cuadro es el mismo, el mal servicio público de antes ahora es peor. Las clínicas privadas que siguen existiendo pese el gobierno eliminó los HCM que antes protegían a los trabajadores, los mismos a los que el socialismo asignó la tarea de pasar hambre, reciben a todo aquel que tenga dólares y de eso hay como sorgo. Allí caen todos ellos como río en conuco, mientras con esos mismos dólares compran medicinas en las farmacias cuando las clínicas no las tienen. A las clases de abajo a la que le quitaron el HCM y la que antes de este tampoco tuvo, igualaron. ¡Para eso caray estamos en socialismo! Ahora ninguna de las dos tienen donde caerse muerto porque en los hospitales sólo cuentan con los heroicos médicos, enfermeros y trabajadores todos para hacer lo que pueden; incluso ayudarles a morir porque medicinas no hay. En este socialismo pues, a los de abajo nos igualaron también en la muerte, lo que si no es dinámico, si "pragmático" y hasta "dialéctico". Y es de lo primero, porque es una solución fácil ante las calamidades de esta vida "socialista" y "dialéctica", porque es movimiento y cambio, el paso de una existencia a otra y a bajo costo.
Veamos cómo anda el asunto educativo. Es una "ruflá" de educadores la que se fue y todavía se va, pese la traba del costo del pasaporte y los vericuetos para sacar una visa, porque los países donde ellos pudieran irse, también ayudan poniendo trabas como si los venezolanos cargásemos el coronavirus en las uñas. Y entonces, los maestros buenos comienzan a escasear y los pocos que quedan no tienen tiempo para organizar su trabajo mejor, pues entre hablar a cada instante acerca el precio de las cosas, cuándo pagan el bono, la quincena, y si esta alcanzará para comer aunque sea dos días, se les van las horas, las esperanzas y las ganas.
Leí por allí en un trabajo de un profesor universitario, como en el sector privado están cobrando a los alumnos matrícula en dólares y con la misma moneda pagan a los docentes. Según él "un docente en el escalafón de Profesor Asociado está por el orden de los 7 millones de bolívares; en cambio, en la universidad pública en la misma categoría no alcanzaría los 2 millones de bolívares mensuales. ¡Qué diferencia!"
*Salario del docente universitario en Venezuela
Por: Luis B. Saavedra M. | Miércoles, 26/02/2020 Aporrea.Org.
Entonces no es difícil imaginar que el joven docente que no está organizándose para irse del país, ni siente necesidad de montarse en una balsa, debe andar rondando las puertas de la universidad privada. De donde, por este socialismo, con su particular "dinámica de adaptación del pensamiento", vamos en camino seguro, muy "pragmático", como dijo también Maduro que era el modelo nuestro, aparte de "dialéctico", al farallón. Y al final, los mismos que poco comen y menos buenos servicios de salud tienen, tendrán una educación acorde con eso; de la peor que pueda haber. Y sin que uno sea tremendista, pero corre el riesgo le estrujen una matrícula dudosa en la cara, como que vamos a los tiempos de, si no de privatización de la educación, pues nunca la matrícula sería muy grande por los dólares, si a un florecimiento a costa del Estado en el sector privado y a un anquilosamiento de lo público.
Por supuesto, estamos claros, todo esto está asociado a las sanciones de Trump, pues estas y la manera "dialéctica, pragmática, dinámica del pensamiento del modelo" de Maduro, han generado un sincretismo que, este por su gusto y hasta complejo de culpa, quiere que le llamemos socialismo sin que eso sea, siendo realmente una degeneración del capitalismo dependiente o un sincretismo degenerado.
Pues es en el capitalismo como en toda sociedad de clases, donde los trabajadores prestan su genio y hasta fuerza para que los dueños vivan bien.
Una vieja canción republicana española de los tiempos de la guerra civil clamaba escatológicamente y hasta en forma contradictoria "que los pobres coman pan y los ricos mierda, mierda" y ellos en su canto a sí concebían al socialismo, un mundo iluso donde habría ricos sin comida. El nuestro es al revés, un socialismo lleno de ricos y con abundante comida, desbordado de pobres que asisten al festín en el rol de velones a quienes si migajas caen.
¿Cuál es la gracia? Pues que el modelo de Maduro en su "dinámica de adaptación al pensamiento", nos prepara a "los pobres de espíritu", porque para nosotros "está reservado el reino de los cielos" donde será "saciada nuestra sed de justicia".