Cuando leí en un diario que perdió toda credibilidad y seriedad en la Venezuela Siglo XXI, un titular principal atacando las medidas económicas urgentes y claras para enfretar al Convid 19, terniné de convencerme que el gobierno revolucionario va por el camino correcto. El rotativo entrevistó un señor quien dijo "Este es un plan hiperinflacionario y populista, que va a terminar de enterrar al sector privado".
Según el caballero aquella Venezuela que hasta 1999 le robaran el presupuesrto o erario nacional para negociarlo con extranjeros en la adecopeyanquicracia actuaba correctamente, no importaba su entreguismoi de nuestra soberanía, los corruptos a más no poder y el comportamiento disimulóiocrata a favor de Washington, eran aceptables. Con esa clase de noticias el diario de antiguo éxito reconocido cual vocero de la izquierda, hoy renegado y al servicio de la ultra derecha prosigue un nuevo rumbo comunicacional indigno de su fundador Miguel Otero Silva, intelectual comunista, escritor honesto de nuestro quehacer histórico literario siglo XX.
Engañar a los lectores sin considerar que la empresa privada venezolana actual, no ha sido irrespetada, les impide ver que se cocinan en la salsa de su propia especulación por falta de conciencia patria. Con toda propiedad podemos ver por qué las y los venezolanos en mayoría cada vez menos arreada con cabestro, los deja atrás en su credibilidad como rortativo diario, y anota las intenciones de quiénes son y cómo explotan con inmoral inflación en los precios, antes y en plena poandemia corona virus.
Las medidas de beneficio a la colectividad, compometiéndose a resguardarlas mediante convenios de pago en el alquiler de locales y arrtiendo de la casa principal de cada famile con hijos menores de edad, es precisamente una disposición destinada a enfrentar aquella atitud para nada portadora de conciencia patria, sino ahita de inconciencia por negociantes obedientes al bastardo capitalismo salvaje.
En un país injustamente sancionado por la "democracia" a la manera que le de la gana a EE UU, el Estado venezolano garatiza la vida en todos los órdenes. Respuesta a los criminales que nos asfician la economía, y por bloqueo internacional impiden comprar en el exterior las medicinas, alimentos y rubros de existencia diaria. Reciben el castigo moral de la humanidad por cuanto no es la democracia que dicen practicar, sino el capricho de domeñarnos por la fuerza cual dictadura facista internacional, alcahueteados por la desinformación acerca de la vida venezolana y el socialismo bolivariano de propagación incesante en el contexto de naciones.
La elevada conciencia de nuestra contrasta con el escaso entendimiento de quienes siguen creyendo en aqiella falsa democracia egoísta, que miente y crea enemigos en la revolución bolivariana, con legalidad plena gracias a elecciones y decisiones mayoritarias, imposibles de ocultar por su éxito creciente.